Mientras el anteproyecto de ley que establece la disolución del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) quedó pendiente de conocimiento en el Senado para la próxima legislatura, en esa institución se vive en una especie de “España Boba”, las deudas y reclamos siguen vigentes, la desafiliación crece y entre el personal que labora en sus unidades de negocios se aviva la incertidumbre y la preocupación por la falta de información.

La mayoría de los gerentes no tienen respuestas a las preguntas de su personal sobre qué pasará con ellos; los expedientes de afiliados a la ARS reclamando reembolso por pagos directos a prestadores de servicios de salud crece; la desafiliación aumenta; la negación de servicios a los que presentan carnet de ARS salud segura, en hospitales y farmacias aumenta, y el Consejo Directivo tiene más de dos meses que no se reúne.

Aunque el personal que labora en el Nivel Superior conocido como Caja del Seguro y en sus demás unidades de negocios continúa asistiendo diariamente a la institución a cumplir con su trabajo, entre ellos reina la incertidumbre de no saber si serán traspasados a otros servicios o si serán desvinculados. En los pasillos corren versiones de que aquellos que tienen más de 20 años en la institución serán pensionados.