Aspiración

Entró al Gautier como camillero y hoy es técnico en pacientes psiquiátricos

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Doris PantaleónSanto Domingo, RD

Los más de 40 años laborando en servicios de psiquiatrías han convertido a Pablo Soto en todo un experto en manejo de pacientes psiquiátricos. Sabe distinguir a distancia el tipo de patología mental que padece el paciente solo con verlo actuar.

Entró en 1979 como voluntario en el hospital Psiquiátrico Padre Billini, luego en 1991 como camillero en el área de psiquiatría del hospital Salvador B. Gautier, pero desde hace años realiza la labor de asistente técnico de terapia sin que haya logrado que le cambien su asignación en el sistema, por lo que sigue figurando y cobrando como camillero.

En el área de Psiquiatría del Gautier fue aprendiendo todo el manejo de la unidad hasta convertirse en asistente técnico de terapia electroconvulsiva o electrochoque, además es asistente de médicos; controlador de los pacientes cuando hacen crisis violentas y aplica medicamentos a pacientes de seguimiento ambulatorio siguiendo las órdenes médicas.

A pesar que desde 1999 el hospital ha solicitado en varias ocasiones su designación como asistente técnico de terapia, esta petición nunca se ha materializado, lo que mantiene a Soto disgustado, pero sin perder la esperanza, por lo que diariamente llega al hospital con los documentos requeridos por si en algún momento aparece alguien que pueda ayudarlo.

Incluso durante la gestión del doctor César Mella al frente del IDSS se le hizo su cambio de designación, con toma de posesión y todo; sin embargo, no se ha hecho efectivo formalmente en el sistema el cambio de estatus, por lo que sigue recibiendo un sueldo de 11,000 pesos como camillero y no el de 24,000 pesos, que recibiría como asistente técnico de terapia.

Su sueño Cursó seis semestres de medicina, pero por razones económicas tuvo que abandonar la universidad, por lo que su entrada a un centro de salud era una manera de materializar su sueño.

Para el personal de la Unidad de Intervención en Crisis del hospital, Soto no es solo el mejor asistente técnico de terapia electrocompulsiva que tienen, sino que es como el alma del departamento, ya que es quien más lo conoce, por lo que asiste a cada uno del personal.

Cuando llegan los residentes de psiquiatría de primer año se le aconseja siempre que duren una semana de inducción con Soto para que puedan aprender todo lo del departamento.

“Yo no sé qué tipo de padrino es que hay que buscar para eso, a fin de lograr ese cambio”, dice con resignación. Afirma que aunque conoce todo el funcionamiento del hospital, en esa área de psiquiatría se siente como en su casa, porque después de 28 años, esa es su vida, “es igual cuando uno ha vivido toda la vida en un barrio, ¿para qué se va a mudar?”.

Reconocido Ha recibido distintos reconocimientos por su trabajo, por lo que al ver la presencia de periodistas de Listín Diario que visitaron esa unidad, se pone las manos en la cabeza y lamenta no haber llevado esas placas para que le hicieran fotos.

Vive en Pedro Brand y llega al hospital a las 5:00 de la mañana. Si no hay quien haga el café, Soto lo prepara, y si se necesita a alguien para cocinar, ahí está Soto, quien según los médicos, ¡cocina un bacalao, como nadie!

Pablo Soto, asistente técnico de la Unidad de Psiquiatría del hospital Salvador B. Gautier, lamenta que nunca le han hecho su cambio de estatus laboral. JORGE CRUZ/LD