Mayores de ocho años tienden a tener secuelas

El 59.9 por ciento son niños entre 5 y 14 años de edad que han pasado por esta eventualidad, según indican datos del Protocolo de Atención a niños, niñas y adolescentes huérfanos por feminicidio.

A lo que la experta en filosofía mental, Olga Renville, afirma que para niños menores de siete años la muerte de un ser querido puede ser algo reversible y que incluso existen casos en los que no manifiestan respuestas al evento.

“Es hasta después de los ocho años, que generalmente comienzan a evidenciarse algunas conductas que podrían manifestar el duelo con mayor intensidad. Es por esta razón, que es muy importante observar y dar seguimiento a los niños que han atravesado eventos traumáticos que han conllevado pérdidas en los primeros años de infancia, ya que no es hasta la pubertad o la adolescencia cuando suelen manifestarse las conductas más complejas, así como también suelen surgir las preguntas e interrogantes en torno al caso (independientemente el tiempo que haya transcurrido desde que ocurrió el hecho)”, agrega.