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MATRIMONIO

Longevo cumplió 100 años es moderado con su alimentación

El señor Andrés Aracena Fernández está lúcido y tiene ánimo para bajar las escaleras sin ayuda. ADRIANO ROSARIO /LISTÍN DIARIO

Wanda MéndezSanto Domingo, RD

Es moderado al comer. Aborreció el alcohol cuando era joven. Y se mantiene con buen ánimo y humor. De esa forma ha podido cumplir 100 años el señor Andrés Aracena Fernández.

“Eso de acostarse lleno de comida, no lo acepto, y me gusta cenar temprano”, precisó durante una entrevista en su residencia, en Hainamosa, del municipio Santo Domingo Este.

Prefiere los víveres, con huevo hervido, las carnes de pollo y de cerdo. No le gusta el arroz. Aborreció el alcohol cuando joven, porque en una ocasión, bebió un poco de una pequeña botella que compró y al otro día no pudo ir a trabajar en la agricultura, labor que le permitió criar sus hijos. Contó que sembraba víveres, habichuelas y arroz en una parcela de su propiedad.

Fuerzas

Con 100 años, todavía exhibe mucho brío, dinamismo y jocosidad. Bajó, sin agarrarse, por las escaleras internas de la casa de dos niveles donde vive.

Saltó y marchó para mostrar cómo lo hacía cuando hizo el servicio militar obligatorio, en el régimen de Rafael Leónidas Trujillo Molina.

Dio la bienvenida al equipo de Listín Diario cantando plenas, recordando las juntas o convites en los que participaba.

Ha tenido pocos quebrantos de salud, pero dice que ahora ve poco y casi no escucha.

Realmente había que hablarle alto y muy de cerca para que pudiera oír.

Don Andrés junto a su esposa María Enedina Brito.

Hombre amoroso

Con fidelidad, unión y mucho amor, Aracena Fernández lleva 67 años de casado con María Enedina Brito, con quien procreó 13 hijos (dos fallecieron pequeños).

“Yo la abrazo y la beso todavía”, manifestó complacido.

Sostuvo que ambos se concientizaron primero de lo que significa el matrimonio para sus vidas, porque están casados por la Iglesia católica.

Enfatizó que han permanecido en una vida cristiana, y sostiene que quien elige esa vida permanece unido aunque sea pobre. “Desde que me casé con ella no he visto otra mujer y yo antes permanecía con dos y tres”, afirmó delante de su esposa.

Puntualizó que fue catequista en la Iglesia católica, por lo que dice que su formación cristiana también ha contribuido a que su matrimonio perdure.

Mantuvieron sus hijos en unión y cooperación mutua.

Mientras él se dedicaba a las labores agrícolas ella se ocupaba de los quehaceres del hogar, pero hubo épocas en que ella era la que se ausentaba por dos y tres meses para recolectar café en la finca de sus padres. Narró que en ese tiempo él se ocupaba de la casa y de prepararles la comida a sus hijos.

Contó que ayudaba a su mujer a atender los muchachos los fines de semana y que cuando ella no estaba, también cocinaba.

Aunque no avanzó en la escuela, se preocupó porque sus hijos estudiaran, se esforzó para ello y los motivaba.

“Yo pensaba siempre en el mañana para mis hijos. No quería que fueran agricultores”, expresó.

SEPA MÁS

Forma una familia estable

Origen.

Nació el 9 de febrero de 1919 en El Mamey, de La Vega, al norte de la República Dominicana.

Familia

Tuvo 13 hijos (2 fallecieron) con la señora María Enedina Brito.

Tienen 20 nietos, 33 viznietos y 1 tataranieto.

Formación

Contó que educó a sus hijos en base al respeto y la disciplina.

“Mis hijos nos obedecían y todavía nos obedecen cuando le llamamos la atención, porque se acostumbraron a obedecer”, expresó.