La República

Preocupación

“En las escuelas se ha perdido la figura de autoridad”

Aumento de violencia en escuelas causa preocupación.

La violencia que experimentan algunos estudiantes de escuelas públicas constituye un asunto que ha alcanzado niveles de preocupación, no solo de padres, sino también de los maestros, quienes ahora advierten de que ya el problema se les está saliendo de las manos.

A propósito de la reciente muerte de la niña Chanel Mari Tiburcio, de 11 años de edad, tras una pelea con una de sus compañeras de clases, de 12 años, ha vuelto de nuevo el debate sobre las causas que podrían incidir en la violencia que hoy se manifiesta en la vida de muchos estudiantes.

Para Kelvin Mejía, profesor de la tanda extendida del liceo Sabana Japón, en Sabana Perdida, una de las causas que incide en este problema es que los maestros y las direcciones de las escuelas han perdido la autoridad en el aula, que, según explica, Le ha sido arrebatada porque “se ha puesto énfasis en el estudiante y se les ha cruzado las manos a los maestros”.

La experiencia la vive a diario, como profesor de ciencias sociales de quinto y sexto grado del nivel medio, cuando estudiantes, en un desafío abierto, le reclaman cuando sacan bajas calificaciones por su mal comportamiento. “Si en el centro educativo esas figuras que son de autoridad, porque nosotros lo vivimos cuando éramos estudiantes, se le arrebata esa autoridad a esa figura, entonces habrá un conflicto permanente, que los estudiantes hoy te lo muestran en un desafío abierto”, relata Mejía, al hablar sobre el tema con Listín Diario.

Explica que ese rol de autoridad se está revirtiendo y ahora lo tiene el niño, en lugar del adulto, que sí puede controlar situaciones. Generalmente, agrega Mejía, eso se da porque actualmente el Ministerio de Educación “se ha enfocado en el estudiante y ha dejado con las manos atadas al profesor, el cual no puede suspender ni castigar a los estudiantes, a menos que no cometa una falta grave, porque se les vulneran sus derechos, lo que provoca que vaya cogiendo fuerza y no vea al profesor como una autoridad”.

Preocupado por la existencia de este asunto en las escuelas, Mejía insiste que este problema “se nos está yendo de las manos”, y que la escuela de hoy “debería volver a ser lo que era antes. Antes, cuando un director pasaba por el pasillo de una escuela, tú veías el limpio; pero tú sabes lo que hacen hoy: te agreden verbalmente y, ¡ayyy! de ti si le dices algo”.

“Entonces lo ves en el acto cívico. Mientras estamos en el acto cívico lo ves en una habladera permanente, quieren ir recortados, sin respetar un reglamento interno. No cumplen horario, y, encima de eso, no se les puede devolver, o sea, se les está enseñando a ser impuntuales y se les está enseñando que su conducta no tiene consecuencia”, explica el docente.