Escándalo

En el espionaje a Miriam, fiscales pincharon teléfono de uno que había muerto

Bolívar Sánchez, inspector general del Ministerio público, trató de aclarar la situación que provocó el escándalo por la interceptación del teléfono de la jueza Miriam Germán.

Bolívar Sánchez, inspector general del Ministerio público, trató de aclarar la situación que provocó el escándalo por la interceptación del teléfono de la jueza Miriam Germán.

Un informe de la Junta Central Electoral (JCE) sobre la doble identidad del supuesto narcotraficante Richard Miguel Gloss Ovalles o Richard Molina Ovalles, quien saltó a los primeros planos tras las denuncias de que el ministerio público había intervenido el teléfono de la jueza Miriam Germán Brito, certifica que la Procuraduría General de la República tenía bajo investigación a una persona que había fallecido.

El caso cobró matices escandalosos cuando el procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, cuestionó ante el Consejo Nacional de la Magistratura la honorabilidad de Germán Brito al presentar cartas anónimas, objetando a la magistrada para continuar en sus funciones en la Suprema Corte de Justicia.

Esto aconteció el primer día de las evaluaciones que hacía el Consejo al desempeño de doce jueces del alto tribunal que debían someterse a ese rigor.

Las imputaciones Las imputaciones contra la magistrada recibieron de inmediato la repulsa de la sociedad ya que evidenciaron que el Procurador se había alejado de los propios reglamentos del Consejo de la Magistratura y algunos tildaron de retaliatoria la postura de Rodríguez.

Ante la denuncia de que Germán estaba siendo espiada a través de escuchas telefónicas ilegales, denunciada por el periodista Danny Alcántara, en el programa Hoy Mismo, la Procuraduría confirmó que había solicitado la interceptación, pero sin saber que se trataba de la magistrada.

El teléfono de la jueza El inspector de la Procuraduría, Bolívar Sánchez, el pasado 6 de marzo en una rueda de prensa para desmentir que el Ministerio Público estuviese espiando a la jueza de la Suprema Corte, admitió que el 24 de noviembre, seis días después de que la JCE certificara la muerte de Molina Ovalles, solicitaron la interceptación de varios teléfonos y uno de estos resultó ser el de la presidenta de la Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia Miriam Germán Brito.

Richard Molina Ovalles, que según la investigación de la Junta fue declarado muerto en el acta de defunción que reposa en sus archivos el 19 de noviembre de 2018, estaba siendo objeto de una investigación por parte de la Procuraduría General de la República quien solicitó a una jueza de Santo Domingo Oeste la interceptación de varios números telefónicos por los que se interactuaba con el supuesto narcotraficante.

Solicitud de información La JCE dice en su informe que parte de la información sobre la doble identidad del que, de acuerdo con el Procurador General de la República, Jean Alain Rodríguez, habría sido el ingeniero que construyó una casa propiedad de la magistrada Germán en San José de Ocoa, fue solicitada por Sánchez en el 18 de marzo, doce días después de negar que la jueza estuviera sometida a espionaje.

“Cuando nos dimos cuenta que uno de los números telefónicos que arrojó la investigación era de la magistrada Germán, dejamos esa orden sin efecto”, dijo en la ocasión el inspector de la Procuraduría.

Al establecer la doble identidad del supuesto ingeniero, el informe, aunque indica que el registro de defunción de Richard Miguel Gloss Ovalles, cédula 001-1306338-2 se realizó el 6 de agosto de 2014, no revela los datos del declarante y del médico actuante porque “no aparecen en nuestro sistema de cedulados, lo que implica que son falsos”.

Dice que respecto al caso de Richard Molina Ovalles, el informe detalla que su defunción fue inscrita el 19 de noviembre de 2018 y lo califica como un acontecimiento cierto, que por demás aparece reseñado en varios medios de comunicación.