Creatividad

Echando hacia adelante sin pensar en el dolor

Innovación. Kendall Hernández recorre una vía del Gran Santo Domingo apoyado en una invención de diseño propio: una motocicleta modificada que le permite conducir desde su silla de ruedas. Para su creación, se auxilió de un amigo herrero llamado Antonio Medina. Completar el proyecto les tomó dos meses y un total de 37,000 pesos.

Innovación. Kendall Hernández recorre una vía del Gran Santo Domingo apoyado en una invención de diseño propio: una motocicleta modificada que le permite conducir desde su silla de ruedas. Para su creación, se auxilió de un amigo herrero llamado Antonio Medina. Completar el proyecto les tomó dos meses y un total de 37,000 pesos.

Kendall Hernández es un joven que jamás se ha rendido. Tras sufrir un accidente laboral, en el cual cayó de un tercer piso tratando de reparar un techo de zinc, Hernández, de 27 años, quedó paralítico.

Su historia podría comenzar por ahí: con los meses de dolor, terapias y operaciones. Pero como él mismo explica, no quiere que sea así.

Esa actitud queda perfectamente reflejada en la felicidad y alegría que exhibe mientras recorre las calles del Gran Santo Domingo apoyado en una invención de diseño propio: una motocicleta modificada que le permite conducir desde su silla de ruedas.

Como él mismo explica, este peculiar invento nació de la simple necesidad. Luego de varios años de estar insatisfecho con la falta de adaptabilidad de los servicios de transporte público y privados hacia personas discapacitadas, teniendo que lidiar a diario con vehículos carentes de asientos y rampas, personas groseras e incluso muestras de discriminación.

Se sintió despreciado “La gota que rebosó la copa, fue cuando llamé a una compañía de taxis y les dije que era alguien en silla de ruedas y escuche como los taxistas le decían a la base que no había taxis disponibles. Eso me hizo sentir un poquito despreciado”, cuenta decepcionado el joven.

Tras esa terrible situación, Hernández comenzó a materializar una idea que hacía tiempo le rondaba en la cabeza: por qué no construir un vehículo propio que se adaptara a sus necesidades.

Para su creación, se auxilió de un amigo herrero llamado Antonio Medina, quien se encargó de la construcción y Hernández del diseño. Completar el proyecto les tomó dos meses y un total de 37,000 pesos.

Terminado el trabajo, Hernández tuvo que enfrentarse a otro gran reto, pues confiesa que mientras le funcionaban las piernas jamás aprendió a conducir motocicletas.

“Fue un proceso difícil, no solo yo nunca antes había conducido un motor pero también estaba el problema de que mientras aprendía a hacerlo todavía estábamos afinando el vehículo para que se manejara como deseábamos. En más de una vez me di un gran susto”, cuenta entre carcajadas.

Su invención no sólo ha significado un nuevo modo de libertad e independencia para su vida, sino que además se ha convertido en un orgullo que aprecia cada vez que sale a la calle.

“Las personas que me ven en la calle sienten admiración, luego asombro y luego vienen las felicitaciones ‘felicidades hermano, estás demostrando que sí se puede y que los dominicanos si tenemos creatividad’ me dicen”, narra el inventor con una enorme sonrisa dibujada en el rostro.

(+) CÓMO FUNCIONA EL INNOVADOR VEHÍCULO Dos chasis de motocicleta componen el innovador vehículo de Hernández. Uno de estos chasis tiene el motor que impulsa al vehículo mientras que el otro solo sirve de armazón para darle estabilidad. Ambos se conectan por una rampa de aproximadamente tres pies de largo, sobre la cual descansa la silla de ruedas mientras el motor se encuentra en movimiento. Dos pasamanos se encuentran en los costados, los cuales sirven de apoyo para bajar y subir del vehículo.

Además cuenta con un timón centralizado, una palanca para dar cambios y tiene un sistema de encendido automático.

El joven emprendedor asegura que ahora lo que desea es patentar el diseño de su prototipo y mejorarlo, a fin de producirlo en masa para ayudar a otras personas con discapacidades, por lo cual busca la colaboración activa de un ingeniero industrial e inversionistas que se quieran sumar al proyecto.

“Creo que este sería un gran adelanto aquí en el país, que funcionará no solo para personas discapacitadas sino también para una persona que busque una nueva alternativa vehicular”, añadió.

Motivación. Kendall Hernández dijo que el proyecto lo desarrolló cuando por su discapacidad le negaron el servicio en una compañía de taxis.