La República

Violencia

La miserable infancia de Leonardo Montero

Dibujos. Las paredes de la casa garabateadas evidencian el talento que tenía Leonardo para dibujar.

La tensión y el murmullo todavía imperaba este fin de semana entre los residentes del ensanche Isabelita donde Leonardo Montero, de 10 años de edad, fue asesinado de siete puñaladas y parcialmente quemado por Miguel Ángel Reynoso Jiménez, a fin de confundir a las autoridades que inspeccionarían la escena del crimen.

Aquella residencia de cemento con techo de zinc mantenía el aspecto sombrío y miserable de siempre; ambiente al que debió acostumbrarse Leonardo desde que nació.

La vivienda está ubicada prácticamente en un subsuelo, ya que para ingresar a ella se debe entrar por un callejón estrecho y bajar unos peldaños de cemento, además de atravesar otras casas donde prima el hacinamiento.

Muchos de esos hogares no tenían puertas ni ventanas, por lo que las cortinas y sábanas trataban de sustituir aquellos espacios en blanco. Mientras que el hedor a orina y humedad, los cuales estaban esparcidos por toda el área, hacían de ese lugar casi invivible. La madre de la víctima, Mónica Montero (Leonela), contó a los periodistas del LISTÍN DIARIO esos buenos tiempos que pasaba con su hijo.

“A él le gustaba mucho el carnaval, él mismo se hacia su disfraz con fundas y cartones que encontraba. Yo también lo llevaba al parque y a la plaza, en una de esas salidas de diciembre nos tiramos fotos con Santa, él, su hermanita, mi novio y yo. La verdad siento que nunca me recuperaré de esta pérdida”, dijo Leonela. Las paredes garabateadas en el interior de la casa donde el niño vivía dan muestras del talento que este tenía y de su afición por la pintura y el arte.

Estrellas y figuras peculiares impregnadas en su residencia de cemento y el techo de zinc, daban una vista folclórica dentro de la pobreza en que su madre y Leonardo convivían.

A pesar de que Leonardo no se hallaba inscrito en una escuela o colegio, y que se había quedado estancado en el segundo de primaria porque su madre no podía costear su educación, él siempre buscaba imaginarse o ingeniárselas en algo, inclusive construir con pedazos de madera una caja de limpiabotas para poder ayudar económicamente a su progenitora.

Los vecinos del ensanche Isabelita lo recuerdan como un niño totalmente inocente y risueño, que siempre jugaba con otros infantes de su edad y que no le hacía daño a nadie.

Una adolescente de 16 años dijo a los periodistas del LISTÍN DIARIO que él siempre le contaba que quería ir a Nueva York ya que veía esos rascacielos y edificios altos por televisión, específicamente en las películas y que no los vislumbraba aquí en el país.

Lastimosamente su sueño no se hará realidad ya que Miguel Ángel Reynoso Jiménez, asesino confeso del niño, se encargó según su propio relato de que aquellos anhelos no puedan hacerse realidad.

Según el imputado, las drogas evitaron que él recordara como fueron los hechos que cometió; sin embargo, las siete puñaladas que el cadáver del niño mostraba y los testigos que vieron a Miguel Ángel caminar por el techo de zinc de la casa al momento que de la vivienda brotaba la humareda, hacen que el hecho se mantenga fresco en la memoria de los residentes.

(+) DICTAN COERCIÓN El Juzgado de Atención Permanente de Santo Domingo Este dictó tres meses de prisión preventiva contra Miguel Ángel Reynoso Jiménez (El Negro), acusado de asesinar al niño Leonardo Montero, de 10 años de edad, en el ensanche Isabelita.

El tribunal dispuso que el imputado cumpla la medida de coerción en el penal de La Victoria. A la salida, el acusado rehusó hablar de las acusaciones que se le imputan.

Reynoso Jiménez fue remitido al tribunal bajo estrictas medidas de seguridad, para evitar que fuera atacado por ciudadanos indignados.

“El Negro”, de 28 años de edad, es implicado por la violación sexual y muerte del niño Leonardo Montero durante un hecho ocurrido en el ensanche Isabelita, el pasado lunes.

Según la Policía Nacional, Miguel Ángel confesó que anteriormente había sido apresado tras ser acusado de violación sexual de una niña de ocho años; otra por asuntos de drogas, mientras que, al ser depurado en los archivos policiales, figura con registro en los años 201 2y 2013 por robo en casa habitada.

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