Interrumpe 30 veces

500 páginas forman la acusación a Díaz Rúa

El caso. El ingeniero Víctor Díaz Rúa está imputado, junto a otros siete acusados, de aceptar los sobornos de la empresa brasileña Odebrecht.

El caso. El ingeniero Víctor Díaz Rúa está imputado, junto a otros siete acusados, de aceptar los sobornos de la empresa brasileña Odebrecht.

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Ramón Cruz BenzánSanto Domingo

La jornada de ayer sobre el juicio preliminar seguido a los siete implicados en el caso Odebrecht comenzó a las 9:30 de la mañana, con dos fiscales que dieron lectura a la parte de la acusación que vincula al exministro de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa.

A las 9:00 de la mañana empezaban a llenarse más de 12 bancos en la sala, ocupados por los imputados, quienes están en libertad, los fiscales a cargo del caso y familiares de los imputados y los reporteros.

Minutos después, llegaron a estrado tres secretarias del tribunal, seguidas del juez Ortega Polanco, quien, mallete en mano dio inicio al proceso judicial. Un alguacil de la sala llamaba la atención de los presentes para que pusieran sus teléfonos en vibrador.

La primera audiencia del juicio preliminar inició el 7 de agosto del 2018, y de ahí en adelante se presentó una serie de incidentes y recusaciones en contra del juez de instrucción.

La seguridad era notoria allí y los agentes de protección judicial se encontraban en la sala de audiencia y en los pasillos, ubicada en la sexta planta del edificio que aloja a la Suprema Corte de Justicia y la Procuraduría General de la República. Los fiscales Ángel Darío Tejeda Fabal y José Miguel Marmolejos Vallejo, sustentaron la acusación en contra de Díaz Rúa y Conrado Pittaluga, ante el juez de la Instrucción Especial de la Suprema Corte de usticia, Francisco Ortega Polanco.

Fue el segundo día consecutivo del juicio preliminar seguido a los acusados de delitos de sobornos, prevaricación, enriquecimiento ilícito, falsedad en escritura y lavado de activos.

(+) SEGUNDO DÍA CORRIDO DEL JUICIO PRELIMINAR AMBIENTE EN LA SESIÓN Víctor Díaz Rúa se mantuvo en todo momento atento a la lectura de la acusación, que consta de más de 500 páginas. En 30 ocasiones interrumpió a los fiscales, haciendo objeciones sobre algunas imputaciones que forman parte de la acusación. La sala permaneció en silencio.

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