Les ponen nombre a las pacas: ‘La Mina Sport’

Decenas de personas aún siguen buscando ropa en La Mina de Cambelén, en la comunidad Nigua, de esta provincia, donde han estado enterrando cargamentos de pacas desde mediados de diciembre.

“Le tenemos un nombre a nuestra paca. Ya le decimos ‘La Mina Sport’. Hay ropa para todo tipo de gente: gordos, flacos, altos, chiquitos. Hay de todo para todo el mundo”, exclamaba uno de los jóvenes presentes que buscaba su ‘pinta’ en ese lugar.

Los residentes de Cambelén oyeron de uno de los choferes de las patanas que aún faltan más por llegar, por lo que se han pasado días enteros dentro de la mina, esperando a que llegue otro de esos furgones, con más ropa.

Los moradores aún no saben quiénes son los responsables de enviar esas patanas pero sí se sienten un poco decepcionados porque entienden que esas prendas se las pudieron haber regalado a ellos y no enterrarlo en una mina.

No tienen miedo a que estén contaminadas Los residentes del sector de Cambelén dicen que no tienen miedo a que la ropa esté contaminada.

“¿Y para qué hay lavadora? Eso no está contaminado, el sol mata to’ eso mi jefe. Mira, este abrigo es de aquí”, dijo uno de los muchachos solo identificado como Juan, mientras señalaba la prenda de vestir que traía puesta.

En un recorrido realizado se pudo observar cómo la mayoría de los que viven cerca del lugar tienen las ropas de paca tendidas, recién acabadas de lavar. Mientras los transeúntes y motoristas lucían atuendos de marcas reconocidas en las calles, algo que, según palabra de ellos, era solo visto cuando alguien venía desde el extranjero.

”Que los destapen” Varios ciudadanos de Cambelén amenazaron con realizar protestas con quema de gomas para que le den acceso a los dos hoyos donde están las demás ropas enterradas.

“Queremos que los destapen. Ahí hay cosas de valor, que no se pueden dejar perder”, exclamó uno de los motivadores del grupo.

Furgones fueron saqueados Un empleado de La Mina le dijo a reporteros de LISTÍN DIARIO que las patanas fueron saqueadas por moradores del lugar, y no simplemente depositadas en el lugar. “De los últimos cuatro furgones que llegaron, uno se dañó y en ese momento varios de ellos aprovecharon y se subieron y comenzaron a lanzar la ropa para fuera. Aquí hasta llegaron personas portando armas y amenazando a los choferes”, indicó esa persona, mientras nos dirigía al lugar donde estaban los hoyos con las prendas.

También añadió que en La Mina hay dos hoyos de mil metros cada uno, donde ha sido depositada mercancía desde varios furgones que, supuestamente, habrían llegado a mediados de diciembre del pasado año, y que fueron tapados con gravilla.

Este mismo empleado aclaró que en los furgones solo había mercancía que no tendría utilidad.

“Son cosas rotas y hasta mojadas. Lo que pasa es que con la gente no se puede; ellos piensan que todo lo dado es algo bueno y no es así”, comentó el empleado, que no quiso se revelara su nombre.