Abriendo camino para la reinserción social

El trato que la República Dominicana ha dado a la temática de los repatriados ha cambiado significativamente en la última década a partir acciones del Estado. La prestación de asistencia consular y la colaboración con organizaciones de la sociedad civil, para prestar asistencia laboral, educativa, jurídica, médica y social.

Una de estas instituciones es la Fundación Bienvenido Seas, que dirige Amparo Reyes, que se encarga de asistir a esos dominicanos para que puedan reinsertarse en la sociedad, tener un trabajo digno y superar los problemas psicológicos que la permanencia en prisión puede causar a cualquier persona.

Es que aún persisten múltiples barreras para esta población a lo largo del proceso de reintegración, que se traducen en la afectación de los derechos humanos, en particular, el derecho a la igualdad y a la no discriminación; la integridad, el trabajo, la educación, la intimidad y la vida familiar, dice un estudio del Instituto Nacional de Migración, un organismo, apéndice del Ministerio de Interior y Policía.

Reyes explica que ya quedaron atrás las trabas que enfrentaba este grupo de la población, que al llegar al país se le impedía conseguir documentación indispensable para la vida, como papel de buena conducta, abrir una cuenta bancaria, tener una tarjeta de crédito, licencia de conducir, y acceso a educación, entre otros. “Si es reinserción es reinserción”, apuntó.

Estigma social Asimismo aseguró que contrario a lo que se cree, los repatriados no están ligados a los actos delincuenciales que se producen en el país.

Dicen que son muy bajos los casos en que repatriados se involucran en un delito, y casi siempre son casos de violencia, “cuando se siente acorralado”.

“Hace unos tres años John Jay Collegue (universidad norteamericana) hizo un estudio en el que se indica que 0.1 % reincide, pero nunca en los delitos por los que fueron repatriados”, explicó.

El apoyo Dice que los repatriados reciben apoyo de salud mental de un programa de la universidad estatal, y en el hospital Darío Contreras, además son incluidos en los planes educativos del Infotep.

Para el caso de las mujeres, agregó, reciben el apoyo del Despacho de la Primera Dama, a través del programa Progresando con Solidaridad, donde además de los créditos reciben asesoramiento para sus iniciativas. Reyes refiere que Estados Unidos tiene el régimen más severo de deportación, que es el “nunca jamás”, contrario a otros países como los de Europa, donde al salir de la prisión le da la opción de quedarse o regresar a su país.

También, el regreso condicionado en un período que puede ser de dos años.

“También las embajadas y los consulados hacen un trabajo extraordinario, donde el asesoramiento se da cuando desde la prisión los llevan a la corte”, refirió.

Dijo que a menos 18 casos de deportación se han logrado detener por la intervención del Consulado de Nueva York. Aseguró que esas gentes solo quieren que se les orienten.

“Ellos no necesitan dinero, sino las guías que les estamos dando, algunos hasta se le negaba la cédula”, apuntó. Reveló que muchos de ellos vienen con muchos diplomas de cursos que hicieron en la cárcel y los Estados Unidos, conocimientos que entiende deben ser aprovechados.