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HIJOS DEL CORAZÓN

La muerte de su hijo les abrió las puertas del corazón a la adopción

Frank Díaz y Dania Medina. Tras la muerte de su único hijo la pareja intentó adoptar fuera del país, pero terminaron haciéndolo en República Dominicana.

Frank Díaz y Dania Medina. Tras la muerte de su único hijo la pareja intentó adoptar fuera del país, pero terminaron haciéndolo en República Dominicana.

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Carolina PichardoSanto Domingo

Dania Medina y Frank Díaz perdieron a su único hijo el 28 de mayo de 2014. Tenía 16 años.

El repentino fallecimiento dejó un vacío en la pareja.

Desde ahí comenzó un camino que les llevó a tocar puertas en Estados Unidos y en República Dominicana para tratar de concebir otra vez, pero no hubo prueba que tuviera un resultado favorable para procrear a un bebé.

Querían volver a tener a un hijo, aunque no fuera biológicamente de ellos, por lo que no lo pensaron dos veces para iniciar procesos de adopción en Guatemala.

Tras realizar los procedimientos correspondientes les fue negada la solicitud debido a que la madre sobrepasaba los 36 años, edad límite para mujeres que quieran acoger a menores de edad provenientes de ese país centroamericano.

Así que prácticamente no les quedaba más opción que hacerlo en su país: República Dominicana, donde se les presentaron varios casos de familias y madres que querían donarles sus bebés, alternativa que no consideraban correcta, porque incumple la ley.

“Nosotros sabemos lo que es ser padres, sabemos lo que es criar un hijo y lo que es perderlo, no mucha gente tiene esa opción”, manifestó Díaz.

Después de dos años y medio de procesos, ya son oficialmente padres de Naika, nombre que, según la pareja, significa heroína y con una personalidad activa: ambas son sus dos características principales.

La niña, que tiene dos años, fue abandonada con pocos días de nacida a las afueras del Hospital Pediátrico Robert Reid Cabral, y pasó por varios lugares antes de ser trasladada al Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani). Según les contaron, primero un hombre se la llevó a su casa tras encontrarla en el centro médico, luego de semanas la cedió a una vecina y finalmente, cuando tuvo cinco meses de nacida, fue entregada a la Fiscalía.

Naika, quien era considerada el alma del hogar de acogida, esperó casi un año y medio hasta ser asignada a una familia, y ya después de agotar los dos meses de convivencia obligatorios por el Conani, hace unas semanas la pequeña ya forma parte de la familia Díaz Medina.

“Padre es el que cría, no el que hace”, comentó Frank, mientras decía que la niña se ha adaptado como si los conociera de toda la vida.

A la hora de adoptar no fueron tan específicos ni exigentes: solo querían una niña entre 0 meses y dos años, de cualquier raza o nacionalidad. “Cuando tú tienes un hijo en el vientre tú no lo puedes devolver, venga como venga tienes que aceptarlo, ese es un tema del que realmente tienes que tener la consciencia de lo que estás haciendo”, comentó Medina.

Navidad feliz En los últimos cuatro años siempre planeaban viajes durante las festividades navideñas para no pensar en la tragedia que les ocurrió, pero el pasado diciembre decoraron su hogar y celebraron en grande la Navidad. Quieren llenar la casa de felicidad tras la llegada de la nueva integrante a la familia.

“Siempre va a saber que es una niña que viene del corazón. Y eso que, ¿tú sabes cuánto un niño dura en la barriga de mami? Pues nueve meses y tú duraste dos años en el corazón engendrándote”, le contaba el padre a la pequeña.

El Área Psicosocial de Conani aconseja a los padres que les expliquen a los infantes desde pequeños cuáles son sus orígenes.

Leisys Luna, encargada del Área Psicosocial del Departamento de Adopciones del Conani, manifestó que una de las recomendaciones que pueden aplicar a los niños es contarles que vienen del corazón, para que de esa forma creen una fantasía sobre su nacimiento y lo importante que ha sido su llegada a la vida de los padres.

Por otro lado, declaró que para los niños abandonados la mejor terapia siempre será integrarlos a una familia. “No hay psicólogo ni terapia que pueda ayudar a un niño en estado de abandono, lo mejor es integrarlos a una familia”, agregó.

También orientan a los padres sobre su situación para que sepan que el infante podría sentirse vacío y que necesita amor y cariño.

“Los preparamos para que puedan enfrentar el proceso de adaptación del niño”, finalizó.

¿Qué implica una adopción en República Dominicana? Para consumar un proceso de adopción en República Dominicana hay que agotar, en algunas ocasiones, procedimientos jurídicos que tienen como mínimo dos años y medio.

La mayor parte de los padres adoptivos solicitan que los niños estén dentro de un rango de edad entre cero meses y dos años, aunque la entrega varía dependiendo de las circunstancias en las que llegó el menor a la institución estatal, según explicó Giovanni Hernández, encargado del Departamento de Adopciones del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani).

Generalmente existen dos tipos de adopciones: por convivencia previa, que tiende a tener un tiempo aproximado de seis meses para completar el proceso, y de filiación desconocida, en la que el candidato asiste a Conani en busca de un nuevo miembro para su familia.

Lo cierto es que para adoptar a un niño que fue abandonado, en el registro civil que regentea la Junta Central Electoral (JCE), es necesario completar un exhaustivo proceso que puede tardar incluso hasta tres años.

Si el niño fue declarado en abandono, Conani debe apoderar a un tribunal para hacer la solicitud aprobatoria del estado de abandono, que tarda entre cuatro y cinco meses, luego se solicita un permiso para inscribirlo al registro civil, procedimiento que podría tener el mismo tiempo de duración, y posterior a la inscripción final deben volver al tribunal para ratificar.

Ya en el tribunal se envía la solicitud a la opinión del Ministerio Público, donde también agota un tiempo de unos dos meses.

Cuando el MP brinda una opinión favorable, Conani retorna al tribunal, se emite la sentencia y finalmente la JCE expide el acta de nacimiento oficial del infante.

No obstante, si el niño fue dejado en abandono y se sabe quiénes son sus progenitores debe ser declarado con los apellidos de sus padres biológicos en la Junta, y Conani procede a demandarlos por suspensión de autoridad parental.

De acuerdo a este organismo, la suspensión de autoridad parental primero debe ser temporal. El tribunal establece un plazo de seis meses.

Conani debe esperar el término de este período para verificar si los padres desean recapacitar.

Si no hay interés, se debe ir nuevamente al tribunal y solicitar la terminación definitiva. Ese proceso dura unos cuatro meses.

REQUISITOS PARA ADOPCIÓN Giovanni Hernández, encargado del Departamento de Adopciones de Conani, enumeró los requisitos que debe mostrar el o los candidatos para proceder a una adopción.

Si es una adopción nacional los padres deben residir en República Dominicana y tener entre 30 y 60 años de edad. Asimismo, si es una pareja debe tener más de tres años de matrimonio legal o cinco en unión consensual.

Al igual, se solicita una demostración de los ingresos y solvencia económica de los postulantes. También si la pareja tiene hijos estos deben presentar al Conani una carta de no oposición. Además los postulantes tienen el deber de mostrar un informe psicológico con la finalidad de medir su salud mental.

ADOPCIÓN SOLITARIA Conforme a las declaraciones ofrecidas por Hernández, una mujer o un hombre que estén en la edad requerida, tengan sustento económico, que sean dominicanos y presenten otros requisitos mencionados anteriormente pueden postularse al Conani con el objetivo de adoptar.

“Al momento de nosotros colocar a un niño en adopción la comisión de asignación, que es el órgano dentro del Departamento de Adopciones que decide cuáles casos de adopción van y cuáles no, tiene más inclinación a colocar al niño en una familia que a una persona individual, pero no quiere decir que no se haga”, indicó.

Añadió que la comisión de asignación está integrada por cinco miembros: el encargado del Departamento de Adopciones del Conani, la encargada del área psicosocial de la institución y el representante del hogar de acogida donde se encontraba el infante. Además representantes de dos organizaciones sin fines de lucro involucradas en temas de la niñez, que son rotadas cada dos años.