Se entregó feminicida de Los Guaricanos

A pocas horas de que la Policía Nacional anunciara la búsqueda activa de Juan Recio, acusado del asesinato a tiros de su expareja y la madre de ésta el 31 de diciembre en Los Guaricanos, la tarde de ayer el homicida se entregó a las autoridades del Comité de Retiro de la Policía (Corepol), donde trabajaba como asimilado.

La información fue revelada anoche por el vocero de la Policía Nacional, coronel Frank Durán, quien manifestó que el acusado será presentado hoy ante el Ministerio Público.

Se recuerda que Recio tenía varias órdenes de alejamiento que le impedían acercarse a su expareja con quien procreó tres hijos, pero a pesar de esa limitante entró a la vivienda de la madre de su expareja Élida Cabrera, y sin mediar palabras la asesinó a ella y a la madre de ésta, Confesora Toribio.

El homicida cometió el crimen en momento en que su expareja y a la madre de ésta, se preparaban para ir a la iglesia a recibir el Año Nuevo.

Freddy Toribio, hijo y hermano de las víctimas, contó que Recio llegó pasadas las 8:00 de la noche del 31 de diciembre, entró a la residencia ubicada en la calle Progreso, en Los Guaricanos, disparando, y cuando familiares intentaron pararlo, éste les comenzó a disparar.

Freddy expresó que el plan del homicida era asesinar a toda la familia, pero dos de los tres hijos que había procreado con su expareja estaban en la iglesia y el mayor de 19 años estaba trabajando.

El entierro de las víctimas Bajo lluvia, llanto y amenazas fueron enterradas al mediodía de ayer Élida Cabrera y su madre Confesora Toribio, quienes fueron asesinadas por la expareja de la primera la noche del 31 de diciembre.

“Nunca pensé ver a doña Confesora morir así”, dijo una allegada a la señora de 72 años, mientras era enterrada junto a su hija Élida, de 36, en el cementerio Los Casabes.

Familiares de Élida, la definieron como una mujer honesta y trabajadora, por lo que no salen del asombro por la forma en que murió. Ella laboraba como secretaria en un colegio. De acuerdo con los allegados a la familia, el hombre había llamado amenazando con matar a los tres hijos que procreó con su expareja, y luego suicidarse, por lo que agentes tuvieron que custodiarlos.

En vista de esta situación, los jóvenes y otros familiares se encontraban bajo la protección policial, ya que vecinos y personas cercanas a la familia también aseguraron haber visto al homicida tras el crimen.

El vocero policial informó que la institución investiga con qué arma cometió el hecho.