Asesinato de cuatro personas causa conmoción en Guerra
Doña Olga viene de regreso a Santo Domingo desde Nueva York, pero lo que nunca imaginó que su casa estaría lista no para recibirla, sino para recibir los cuerpos de su hijo Roberto Confesor Hichez Zapata, de su hermana Librada “Altagracia” y de su sobrina Eladia “Arelis”, quienes fueron asesinados a tiros por desconocidos.
Mientras que a solo una cuadra de distancia, los familiares de su amigo Pablo Roberto Celedonio, quien también fue asesinado junto a las otras tres personas, esperaban la tarde de ayer su cuerpo de para velarlo.
Las cuatro víctimas fueron identificadas como Roberto Confesor Hichez Zapata, de 44 años, conductor del automóvil; Pablo Roberto Celedonio, de 42; Librada Zapata, mayor de edad, y Eladia Sabino de la Cruz, de 41.
Todos fueron asesinados a las 3:00 de la madrugada de este sábado, en circunstancias aún no esclarecidas, cuando regresaban de una discoteca ubicada en el pueblo de este municipio.
La gente cuenta que lo venían persiguiendo, pero a unos metros de la carretera Mella, tuvieron que reducir la velocidad para cruzar un “policía acostado” y ahí unos desconocidos los acribillaron a tiros y huyeron.
“Yo perdí media vida. Ya puedo morirme ahora mismo. No soporto tanto dolor, porque mi familia era buena y trabajadora”, dijo el señor Rafael Sosa, tío y hermano de las víctimas.
En igual situación se encuentra el padre de Pablo Roberto Celedonio, quien después de varias insistencias confirmó con la cabeza que solo sabe que a su hijo lo mataron injustamente.
“Realmente no tengo mucho que decir, porque solo sé que mataron a mi hijo, lo mataron y yo sé que ninguno a los que les arrebataron la vida tenía problemas con nadie”, expresó.
Desconcertado, el padre de Roberto Confesor caminaba de un lado a otro mientras esperaba que el Instituto Nacional de Ciencias Forenses que trabaja en el Hospital Marcelino Vélez, en Herrera, entregara el cuerpo de su hijo.
Al ser preguntado sobre las posibles razones que llevaron al asesinato de su hijo, aseguró que no sabe nada, que de lo único que está consciente es que su hijo solo salió a disfrutar y eso le costó la vida.
En esta comunidad, la gente no sale del asombro y la sorpresa que recibieron al enterarse del asesinato de sus vecinos, quienes apenas salían a los frentes de sus casas.
“Ellos no eran de na’. Altagracia y Arelis eran dos mujeres muy humildes y hogareñas, que se mantenían en los patios de sus casas y no les gustaba salir a divertirse”, dijo un hombre que pidió reserva de su nombre.
Explicó que Roberto logró conquistarlas la noche del viernes, porque él había llegado desde Nueva York al país un día antes y quería salir a dar “unas vueltas” con ellas.
“Roberto era un hombre de trabajo que nunca se metió con nadie. No me cabe en la mente que gente tan buena hayan tenido una muerte tan horrenda”, comentó.
Informó que lo extraño del caso es que a las víctimas no les robaron, por lo que sospecha que alguien quería hacerles daño.
Los cuerpos de las cuatro víctimas fueron entregados la tarde de ayer, mientras cientos de personas de la comunidad se han congregado en las dos viviendas, ubicada en la prolongación de la carretera Mella, a la altura de El Toro, para solidarizarse con sus vecinos.
Según contó, que la esposa de Roberto Confesor Hichez Zapata, Yahaira tuvo la dicha de salir con vida, porque se hizo la muerta.
Hasta la tarde de ayer, en la escena del crimen queda la sangre que derramaron las víctimas y los cristales molidos del vehículo, cuando recibió el impacto de bala.
Policía investiga
La Policía informó ayer que agentes de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) investigan las circunstancias en las que fueron asesinadas las cuatro personas la madrugada de ayer en Guerra.
El informe preliminar de la Policía indica que a las 2:40 de la madrugada de ayer, la patrulla policial de Guerra encontró dos mujeres al lado de la Jeepeta marca Mazda, placa G385555, color negro, pidiendo auxilio, y en el interior estaban los cuatro cadáveres.
“Las damas son madre e hija, respectivamente, quienes presentan escoriaciones por cristales en distintas partes del cuerpo” dice el informe.
La mujer precisó a los agentes actuantes que las heridas de bala de las víctimas se las ocasionaron personas hasta el momento sin identificar, quienes se desplazaban a bordo de una camioneta doble cabina, marca Nissan, y un carro color blanco, de más datos que se investigan.
Relató a eso de la 1:00 de la madrugada del sábado se encontraba junto a su esposo Confesor Hichez; su hija adolescente; la tía de su esposo, Librada; la prima de su esposo, Eladia Savino, y Pablo Roberto, así como también varias personas más en una discoteca ubicada en la carretera Guerra-Bayaguana.
Dijo que, al cerrar el citado centro de diversión, abordaron la citada Jeepeta para marcharse a sus viviendas, pero en el trayecto fueron sorprendidos por sus agresores, quienes, sin mediar palabras, le emprendieron a tiros ocasionándoles a las víctimas las heridas mortales, logrando sobrevivir ella y su hija, que solo presentan laceraciones de esquirlas de los cristales del citado vehículo.
La Policía Nacional añadió que trabaja en la identificación y captura de los responsables, así se amplían las pesquisas a los fines de esclarecer el caso.