La República

HIPÓLITO MEJÍA | DESAYUNO DEL LISTÍN

A Mejía le inquietan cinco grandes males

Ramón Pérez ReyesSanto Domingo

Cinco son los grandes problemas que tiene en la actualidad República Dominicana, según considera el expresidente Hipólito Mejía, los que dice que encarará en caso de regresar al poder “aunque tenga que enfrentar al demonio mismo”.

La falta de institucionalidad, la inseguridad ciudadana, el desorden en el tránsito, la corrupción y la impunidad, así como el desempleo y la deuda pública, son a juicio del exmandatario los principales problemas del país.

Mejía (2000-2004) y ahora aspirante por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), junto a Luis Abinader, Wellington Arnaud y otros, dijo que ha decidido intentar regresar a la Presidencia de la República porque le preocupan los problemas del país.

“Pensando honestamente, yo debería estar en mis actividades del campo, que me gustan mucho, y dedicándole bastante tiempo a los nietos”, dijo el exmandatario durante su participación en el desayuno del LISTÍN DIARIO.

En el encuentro estuvo acompañado por parte de su equipo de campaña, entre ellos José Ramón Díaz y Eddy Olivares.

Este diario estuvo representado por su presidente, Manuel Corripio Alonso; el vicepresidente, Héctor José Rizek, y el tesorero, Samir Rizek. En la parte editorial por Miguel Franjul, director; y Fabio Cabral, subdirector.

“A mí me preocupa la falta de institucionalidad en el país, porque cualquier secretaría, de cualquier departamento, de antes, de ahora y hasta después, si no ponemos las cosas claras, tiene más fuerza que una ley”, agregó Mejía.

Al insistir en su preocupación por lo que considera falta de institucionalidad, señala a los poderes del Estado como los estamentos donde se refleja ese mal. Se quejó de lo que define como debilidad en los poderes de control, como la Contraloría General y la Cámara de Cuentas, el Poder Judicial, el Municipal, del que dijo está roto. Apuntó que las provincias Santo Domingo, Distrito Nacional, Santiago y San Cristóbal se han “tragado” al resto del país.

Expuso en la entrevista que la centralización le preocupa mucho y producto de eso viene otro problema como son los taponamientos en las vías.

El problema del tránsito ha hecho “metástasis en el celebro y el cuerpo de los capitaleños y de los habitantes de otras grandes ciudades”, agregó.

El exgobernante alertó sobre el daño que causa la centralización del poder por parte del Poder Ejecutivo, por encima del Poder Municipal.

“No es posible que Obras Públicas mande un gredar, por ejemplo, para un pueblo del interior, y no a su ayuntamiento, para que sean ellos los que resuelvan”, indicó.

Recordó que a los ayuntamientos solo se les asigna 2% del Presupuesto Nacional, cuando en su gobierno fue de ocho por ciento.

Mejía entiende que no hay justicia en este país, aunque aclara que aún quedan buenos profesionales que actúan apegados a la ley y la ética.

“Durante la campaña me acusaron de que yo me reuní con el Chapo (Guzmán). Dure cinco años y siete meses con ese caso, que a mí me laceró el alma y mis sentimientos, y los de mi familia, ahí me di cuenta que no hay justicia en este país”, explicó.

La inseguridad: Mejía asegura que la población está desesperada con la inseguridad ciudadana.

“Naturalmente el que está allá en Neiba, en Tamayo, no lo dice, pero además el alto costo de la vida se lo está tragando”, dijo.

Otras de sus preocupaciones son el desempleo y la deuda pública.

Critica que mientras el gobierno habla de lo nocivo que es el endeudamiento, cada día toma más dinero prestado.

La agricultura El secretario de Agricultura durante el período de gobierno del presidente Antonio Guzmán (1978-1982) afirmó que el problema del país no es la producción agrícola, sino la comercialización.

“Si tú produces cacao, y si no se vende o se vende barato, entonces dejas de sembrarlo. El asunto es que lo que tú produzcas tenga mercado”, agregó.

En ese sentido se quejó de que el país haya perdido la siembra del café y hoy día importa la mayor parte del consumo.

Aseguró que el país tiene que importar la mayor parte de lo que se come, contradiciendo así la publicidad del gobierno, que afirma lo contrario.

Para garantizar la producción nacional considera que deben haber reglas de juego claras.

Otro problema que a su juicio también hizo metástasis en el país es la generación de energía.

“La privatizamos y hemos hecho un desastre, y dinero y dinero, y ahora hasta apareció Catalina, habiendo hecho una privatización”, dijo.