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Museógrafa

“Raful no es un loco para inventar algo así”

Dictadura. Uno de los atentados criminales en los que se vincula a Johnny Abbes es el cometido contra el presidente de Venezuela, Rómulo Bentancourt, el 24 de junio de 1960, así como el de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, el 25 de noviembre de 1960.

Dictadura. Uno de los atentados criminales en los que se vincula a Johnny Abbes es el cometido contra el presidente de Venezuela, Rómulo Bentancourt, el 24 de junio de 1960, así como el de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, el 25 de noviembre de 1960.

La directora del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana (MMRD), Luisa de Peña Díaz, afirmó ayer que existen indicios reales y serios que ameritan ser investigados sobre la versión de que está vivo el esbirro de la dictadura de Trujillo, Johnny Abbes.

“Tony Raful no es un loco para inventar algo así y si él tiene las mismas fuentes que yo tengo, es una inquietud válida”, indicó la museógrafa.

Recordó que durante la operación contra Abbes en Haití, los cadáveres de su esposa y de sus hijos fueron identificados, pero no ocurrió así con el cuerpo del esbirro.

“El deseo que uno tiene es que no sea verdad, pero el deseo no puede ser más que la obligación de investigar para la paz mental de los sobrevivientes de la tiranía de Trujillo y sus familiares”, precisó De Peña Díaz.

Consideró que la versión ofrecida por el escritor Tony Raful, de que Abbes está vivo a sus 94 años y reside en la ciudad de Nueva York, amerita ser investigada por las autoridades. “Todavía están apareciendo los asesinos nazis y los están condenando, y no es descabellado pensar que una persona finja su muerte y se esconda por décadas, porque ha pasado antes”, declaró la experta en rescate de la memoria histórica.

En entrevista para LISTÍN DIARIO, De Peña Díaz no duda que Abbes haya cambiado su identidad por temor a la persecución de sobrevivientes de la dictadura y sus familiares, ya que fue un esbirro y el más grande torturador en la historia del país.

“Nada es descartable. Las denuncias y las informaciones que nosotros recibimos antes de esta publicación (de Tony Raful) hace tiempo ya, algunas de ellas mueven a cuestionamientos y deben tomarse seriamente”, aseguró.

La directora del MMRD, un museo memorial creado en 2011 en honor a todos los hombres y mujeres que lucharon contra la dictadura de Trujillo, dijo que muchos abusadores como Abbes terminan ocultándose como cobardes, por lo que no descarta que haya cambiado su identidad para evadir la persecución judicial por los horrendos crímenes que cometió.

De Peña Díaz precisó que ha recibido información de que Abbes asiste a tres iglesias diferentes, nunca en el mismo orden, se mueve de manera planificada e irregular, además de que asiste a sus citas médicas.

“Según la información recibida son las únicas salidas que él hace”, indicó, tras apuntar que de ser cierta la versión de Raful y la que ella ha recibido, Abbes podría ser extraditado para que responda por los crímenes que cometió en el país.

SUS PADRES Y LA FECHA DE SU NACIMIENTO Johnny Abbes García, nació en 1924 en Santo Domingo. Su padre fue un ciudadano estadounidense de ascendencia alemana y de madre dominicana.

Fue el jefe del temido SIM durante la dictadura de Trujillo, una poderosa y temible organización que aterrorizaba a la población con apresamientos, crímenes y torturas, teniendo en su nómina a miles de agentes secretos diseminados en todo el país llamados “calieses” para vigilar a la población y delatar a los detractores de Trujillo, quienes eran torturados y asesinados.

Se le atribuye haber dirigido la operación en que fueron asesinadas las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, el 25 de noviembre de 1960; el atentado contra el presidente de Venezuela, Rómulo Bentancourt, el 24 de junio de 1960, y el asesinato del presidente de Guatemala, Carlos Castillo Armas, el 26 de julio de 1957, este último, según revela Raful en su reciente libro “Rapsodia del crimen”.

Investigación. Luisa De Peña Díaz considera que nada es descartable y que algunas infomaciones y denuncias merecen tomarse seriamente.