La República

Contravenciones

Las “multas fantasmas” enfurecen a conductores

Conductores de unidades públicas y privadas hacen turno para iniciar el proceso de verificación y pago de contravenciones en el Tribunal de Tránsito, situado en la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett).

Durante una hora, decenas de conductores privados y del sector público llegaban ayer a la sala del Tribunal de Tránsito, en la sede de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), en el V centenario, para quejarse por la ola de “multas fantasmas” que aparecen en el sistema.

Aun cuando algunos visitantes reconocieron haber infringido las normas de tránsito en diversas ocasiones, afirman que al menos dos o tres de estas contravenciones son falsas y no las han cometido.

Además de esta situación, protestaron por la desinformación que se maneja en el tribunal, luego que pasan directamente al área de verificación. Señalan que no se les brinda ningún tipo de aclaración y que solo proceden a entregarles un papel que determina la cantidad de las multas y el monto a pagar.

Al pasar a esta sala, un equipo de reporteros de LISTÍN DIARIO confirmó el problema que aqueja a esta gente. Sus preguntas giraban acerca del porqué de las actas de infracciones levantadas, cuándo y dónde ocurrieron, pues consideran que la cantidad de contravenciones establecidas no se correspondían con la realidad que ellos decían conocer.

El enojo por este problema era visible en sus rostros desde el momento de su entrada al tribunal. La situación empeoraba cuando las preguntas que formulaban quedaban sin respuestas.

Un oficial del Tribunal de Tránsito, que no quiso identificarse, señaló que la cultura del ciudadano dominicano es dejar acumular actas de infracciones durante años, las cuales luego olvidan y no recuerdan. Indicó, además, que la irresponsabilidad e irrespeto por la ley suele caracterizar la conducción de los choferes en el país. Ante estas demandas, pidió a aquellos que están en tal situación acudir al Tribunal a explicar sus casos y que se esclarezcan, agotando todos los procedimientos indicados por la ley.

Testimonios de afectados Carlos Rodríguez, un chofer de camión, después de siete minutos esperando se acercó a su turno. Según la empleada que le atendió, tenía 12 multas, pero él afirmaba que solo eran tres: una por avería, la segunda por circular por una carretera fuera de la hora establecida y, la última, por pasar con el semáforo en rojo.

Aunque preguntó varias veces sobre las otras infracciones, no recibió respuestas. Solo le entregaron un papel en el que se establecía que debía pagar 7,000 pesos en el Banco de Reservas.

“No es posible que aparezcan multas que no hayas cometido, uno pide una explicación y no se nos da”, se quejaba Rodríguez, a su salida.

Otro afectado es Félix Vásquez, conductor de una empresa privada. “Mi licencia nunca la ha tenido uno de la Digesett”, aseguró.

Dijo que en el sistema aparecieron varias multas y todavia no se explica como ocurrió eso. Estaba muy enojando, pero prefirió no seguir discutiendo, porque su licencia estaba próximo a caducar y no podía quedarse tantos días sin ella.

“No me queda de otra, hay que pagar. No me puedo dar el lujo de durar tanto en este proceso”, puntualizó. Por su parte, Rafelito Roa, que está próximo a conseguir otro empleo, aparece con 31 multas en el sistema, y esto no le permite sacar el papel de buena conducta. Está preocupado, pero muestra su enojo al asegurar que solo ha cometido cinco infracciones.

Así como Roa se encuentra Javier Santiago, un profesional en negocios internacionales y está próximo a ser empleado en un banco de la ciudad. El joven sostiene que solo le fue levantada un acta por manejar con el seguro vencido. Sin embargo, en la actualidad, presenta ocho contravenciones “fantasmas e injustificadas”.

QUEJAS, PERO HAY QUE PAGAR Los problemas y dificutades ocasionados a conductores de unidades públicas y privadas, por el gran número de multas que aseguran no se justifican por no haber ocurrido nunca, arrastran muchas protestas y enojo.

Esto era visible ayer en los afectados desde el mismo momento en que hacían su entrada a la sala del Tribunal de Tránsito, situado en la sede de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre, en el V Centenario.

La situación empeoraba cuando las preguntas que formulaban quedaban sin respuestas, y los oficiales a cargo de atender cada caso solo se limitaban a indicarles la manera de pagar unas multas que ya han sido denominadas “fantasmas”.

Los afectados han pedido de las autoridades empezar a corregir el problema a la mayor brevedad.

Tags relacionados