Últimas palabras
Abinader: “Me voy en paz, estoy con Dios y la Virgen”
“Nuestro padre, el doctor José Rafael Abinader Wassaf, estaba abrazado a la vida y quería continuar con nosotros”, contó su hijo Luis Abinader, al momento de dar las gracias a las personas que se solidarizaron con la familia por la muerte de su progenitor.
“Ya en sus últimos momentos... Yo quiero decirles que él se fue en paz. Nos dijo el día anterior... Yo estoy con Dios y la Virgen. Me voy y estoy en paz”, agregó.
Comentó que en los últimos momentos de la vida de Abinader, estaba de buen humor, al punto de que hacía chistes y trataba de tranquilizar a la familia.
“Nos decía que le hiciera una lista para ir de viaje. Se fue en paz, en tranquilidad y de la manera que él quiso”, informó en un breve discurso que ofreció en el cementerio Jardín Memorial, donde fueron sepultados los restos de su progenitor.
Refirió que el sábado les dijo a los médicos que estaban a su cargo que lo dejaran ir a su casa, y aunque estos y su familia se lo negaron, dijo que no se quedaba en la clínica, por lo que decidieron cumplir su deseo.
“Lo llevamos a su casa y en la mañana del domingo a las 6:45 se fue con mucha paz, al lado de toda su familia que lo quiso, que lo entendió, que lo amó y nosotros estamos también en paz con él”, agregó Luis.
Abinader agradeció toda la solidaridad de las personas que acompañaron a la familia en la funeraria, y en cada uno de los lugares donde el cuerpo de su padre fue llevado para honrarlo.
El cuerpo de Abinader fue sepultado la tarde de ayer en el cementerio Jardín Memorial, en una ceremonia a la que asistieron varios centenares de personas. Fue despedido con honras militares propias de un exfuncionario público, trompetas, salvas y cánticos.
Legado Fue académico, empresario, educador, escritor y dirigente político.
Nació el 2 de marzo de 1929 en Tamboril, Santiago, de padres procedentes de Baskinta, un pequeño pueblo cristiano de las montañas del Líbano.
Es el segundo de ocho hermanos, que, tras el fallecimiento de su padre, él tenía 16 años, y en ese momento el mundo pareció haberse detenido para él, pero decidió superarse y seguir adelante.
HONRAS FÚNEBRES Faltaban cinco minutos para las 8:00 de la mañana cuando diversas autoridades, amigos, familiares y representantes de la Universidad Dominicana O&M llegaban ayer a la funeraria Blandino, para darle un último adiós al exsenador de la República, José Rafael Abinader Wassaff.
Luego de 89 años, su voz se apagó y su pluma se detuvo. Los sentimientos de amor, respeto y devoción hacia el abogado, empresario, político y escritor se vieron reflejados en cada abrazo y estrechez de manos que recibía la familia Abinader Corona.
Las emociones se reflejaban con cada condolencia expresada.
Su hijo, el dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, trataba de contener las lágrimas, pero era imposible. Su rostro permaneció enrojecido, sus ojos húmedos, su mirada triste y sus labios temblorosos, reflejaban el dolor que un hijo siente cuando un padre expira.
Junto a sus hermanos José y Rita Abinader, su madre, la viuda Rosa Sula Corona y demas familiares, recibieron las condolencias hasta las 10:50 de la mañana para luego partir al Congreso Nacional, donde fue expuesto el cadáver de José Rafael Abinader Wassaf para honrarlo. La bandera tricolor cubría el féretro del gran político, quien llegó a ocupar posiciones en el sector público y cargos electivos.