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INFORME ANTE LA SIP

La Ley de Partidos y la Libertad de Prensa

Cuidado. El director del Listín Diario, Miguel Franjul, expuso ante la Asamblea General de la SIP la preocupación de la Sociedad Dominicana de Diarios, sobre la posible aprobación de la Ley General de Publicidad.

Cuidado. El director del Listín Diario, Miguel Franjul, expuso ante la Asamblea General de la SIP la preocupación de la Sociedad Dominicana de Diarios, sobre la posible aprobación de la Ley General de Publicidad.

La Libertad de Prensa en República Dominicana enfrenta dos amenazas fundamentales: la aprobación de una nueva Ley de Partidos y agrupaciones políticas que incuban limitaciones al derecho a la libertad de expresión de los ciudadanos; y otro proyecto legislativo en curso en el Congreso Nacional, para imponer porcentajes y tarifas a la publicidad en los medios de comunicación.

Así lo recoge el informe presentado por Miguel Franjul, vicepresidente regional de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y director de LISTÍN DIARIO, en la 74 Asamblea General, que se celebra en Salta, Argentina.

A continuación, presentamos el informe completo relativo a República Dominicana: Informe sobre la situación de la Libertad de Prensa en la República Dominicana ante la Asamblea General de la SIP reunida en Salta, Argentina, del 19 al 23 de octubre del 2018.

La aprobación de una nueva Ley de Partidos y agrupaciones políticas que incuba limitaciones al Derecho a la Libertad de Expresión de los Ciudadanos, y otro proyecto legislativo en curso en el Congreso Nacional, para imponer porcentajes y tarifas a la publicidad en los medios de comunicación, han despertado las alarmas en la prensa independiente de la República Dominicana ante los imprevisibles alcances que pudieran tener tales normativas.

Ambas iniciativas, que vienen a unirse al proyecto para establecer una ley de Medios de Comunicación, actualmente bajo estudio de una Comisión Bicameral del Congreso, abren de nuevo el camino para una renovada lucha en defensa de la Libertad de Prensa y Expresión, enfrentando las posibles cortapisas que podrían afectarla con dichas legislaciones.

En el caso de la recién promulgada Ley número 33-18, sobre partidos, agrupaciones y movimientos políticos, esta va más allá de su propósito original de regular la Constitución y el funcionamiento de estas entidades, y se excede con disposiciones que castigan con penas de multas y prisión la “difusión de mensajes negativos a través de las redes sociales, que empañen la imagen de los candidatos” (Artículo 44 numeral 6).

Para disponer de estas penalidades, la Ley de Partidos se apoya en artículos de la Ley 53-07 sobre Crímenes y Delitos de Alta Tecnología, pero lo preocupante es que en ella subyace un implícito atentado contra derechos y principios fundamentales consagrados en la Constitución de la República, entre ellos el de la Libertad de Expresión y el Derecho de los Ciudadanos a la Información Pública.

Ya ha sido introducido un Recurso de Inconstitucionalidad para anular esta parte de la ley, bajo el argumento de que en una campaña electoral la ciudadanía tiene derecho a obtener información relacionada con el accionar de los candidatos, sea esta negativa o positiva, pues la información garantiza la transparencia, permite fiscalizar las funciones públicas y, por ende, fortalecer la democracia. Además existe en el Código Penal y en otras disposiciones, normas que regulan la Difamación y la Injuria, si fuese el caso.

Los temores que aviva esta ley es que, caprichosa o subjetivamente, abre campo a infinidad de supuestos para tipificar o calificar entre lo “negativo” o lo “positivo” de una expresión sobre un candidato, o para medir el grado de daño a la imagen de éste, ya que ninguno de estos calificativos guardan relación con la veracidad de la información o invaden el ámbito de la privacidad.

Con esto se corre el riesgo de que cualquier ciudadano que se haga eco de la información de una red social sea pasible a penas de prisión de hasta dos años, más las multas.

Por otro lado, los periódicos miembros de la Sociedad Dominicana de Diarios han llevado al Congreso sus formales objecciones a la aprobación de una Ley General de Publicidad que fijaría porcentajes, comisiones y tarifas a los avisos publicitarios que insertan los medios impresos, abriendo el camino a la intervención directa del Estado en la intermediación y en los marcos de negociaciones y fórmulas entre clientes y medios.

La Sociedad de Diarios ha dicho que esta ley colidiría con otras vigentes y podría generar conflictos y situaciones confusas y convertirse en una camisa de fuerza de carácter legal que limitaría la capacidad creadora de las partes en el sector privado para asegurar sus estrategias publicitarias.

En otro orden de ideas, la prensa libre dominicana mantiene su línea de oposición a la aprobación de varios artículos del proyecto de Ley de Medios de Comunicación que establecen penas de prisión para algunos “delitos de palabras”, o disposiciones que obligarían a los periodistas a informar a las autoridades sobre planes o actos subversivos del que tuvieren conocimiento y a identificar a los probables implicados, so pena de ser considerados cómplices de esos actos ilícitos.

Los diarios independientes han preparado un borrador de sus propuestas para alcanzar una legislación que respete de manera absoluta y amplia las conquistas consagradas en el estado social y democrático de derechos que ha establecido la Constitución Dominicana. Este borrador será discutido próximamente en el seno de la Comisión Bilateral designada por el Congreso para buscar consenso sobre la pieza.

En paralelo a estas iniciativas, El Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) sometió ante el Senado, un proyecto que modifica la Ley 10-91, que crea a esa institución, que procura, entre otras cosas, regular el ejercicio del periodismo, los cargos que deben ser ejercidos por periodistas en los medios de comunicación, las atribuciones del CDP y los requisitos para ser miembros de la institución.

También, incorpora nuevos capítulos referentes a la independencia del periodista, la confidencialidad de la fuente, el libre acceso a la información, el derecho de identificación de sus trabajos, de su reproducción fiel y los derechos de réplica y respuesta.

Hay que recordar que, en la década de los noventas, el Congreso Nacional declaró inconstitucional la referida ley porque estipulaba la colegiación obligatoria de los periodistas.

Finalmente, por primera vez, en este último semestre del año no se han producido agresiones de ningún tipo contra periodistas por parte de las autoridades públicas, sino incidentes entre reporteros y ciudadanos comunes y corrientes en la cobertura de eventos.

Miguel franjul Director del Listín Diario y vicepresidente regional de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP para República Dominicana.