La República

AGRICULTURA

Margarita Cedeño pide al Estado programas para la mujer rural y la seguridad alimentaria

La vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño, propuso que el Estado implemente estrategias que rompan con la brecha de rendimiento entre agricultores y agricultoras, y mejoren el acceso de las féminas al crédito y a todas las ayudas destinadas a la producción agrícola.

En un artículo de sus libro “Luchadoras – Mujeres Rurales en el mundo”, del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Cedeño sugiere que los gobiernos pongan en marcha programas de acompañamiento sociofamiliar, promoción de la agricultura familiar, formación profesional, producción agrícola, cooperativismo e inclusión financiera, para mejorar las condiciones de vida de la mujer del campo.

“Todas las estrategias de intervención dirigidas a mujeres rurales deben estar basadas en un enfoque de derechos, de atención a los ciclos de vida y de prevención de violencia contra la mujer”, enfatizó

La vicemandataria calificó como grave la situación de las féminas en la economía del campo, ya que ellas tienen una participación mínima en la titularidad de las explotaciones agrícolas, las parcelas que poseen son más pequeñas y de menor calidad que las de los hombres y sus sembradíos son de menor calidad al no tener acceso a insumos y tecnologías como sus pares masculinos.

La también embajadora extraordinaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) detalló que la brecha de rendimiento entre agricultores y agricultoras se sitúa entre el 20 y 30 por ciento, similar a la brecha salarial entre esos géneros.

Expresó que la situación que viven las agricultoras las obliga a involucrar a sus hijos de entre cinco y 14 años en el deshierbe, lo que produce el aumento del trabajo infantil.

Cedeño confía en que con el apoyo de organismos internacionales es posible disipar la vulnerabilidad de las campesinas latinoamericanas para transformar las estructuras de poder y costumbres sociales que lleva a estas damas a sufrir doble marginación, por ser hembras y por ser del campo.

Agregó que como las agricultoras son responsables del 45 por ciento de la producción de alimentos en América Latina y el Caribe, los organismos coordinadores de la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de cada país, apoyados por las instituciones relacionadas a la agricultura, deben crear espacios de diálogo y participación que permitan identificar acciones para empoderar a la mujer de las zonas rurales.