Niños abondonados
La adopción tarda 3 años cuando es un abandono
Cuando los padres de un bebé deciden abandonarlo, lo hacen sin saber que para que ese infante pueda integrarse a otra familia por medio de la adopción, el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani) debe agotar un proceso de tres años, mientras que si el menor hubiese sido entregado por sus progenitores, el tiempo se reduce a dos meses.
Los casos de abandono de recién nacidos se han incrementado en este último mes, pues solo desde el 2 de septiembre hasta el 18 de este mes, cinco infantes fueron dejados al desamparo en Santiago, Mao y Cotuí, lo que indica que en los proximos tres años es que esos menores podrán tener la posibilidad de estar con una familia.
El encargado del Departamento de Adopciones del Conani, Giovanni Hernández, expresa que cuando los padres de un menor que por diferentes razones decidan que no pueden continuar estando con el bebé, lo más favorable es entregarlo voluntariamente al Conani y de esa manera acortar el proceso para que ese menor pueda estar con una familia que cumpla las condiciones para tenerlo.
Proceso legal para adopción Hernández explica que el tiempo de adopción de un menor dependerá de si es por convivencia previa o por filiaciones desconocidas.
Por convivencia previa son los casos de parejas que tienen la crianza de un niño o niña con anterioridad y quieren regularizar el estatus, y los casos de adopciones por filiaciones desconocidas, que son los casos de aquellas parejas que no pueden concebir, no tienen ningún niño y desea que Conani le asigne uno de los que están en los hogares de paso.
“La diferencia de tiempo entre una y otra es muy marcada, por ejemplo, una adopción por convivencia previa dura seis meses, por las investigaciones y procesos, en los casos de solicitudes por filiación desconocida, el tiempo anda rondando entre dos a tres años”, indica Hernández.
Esa realidad se debe a varios factores, el primero es que hay más demanda de adopción que niños disponibles, y lo segundo es que para que un niño que está en uno de los hogares de paso pueda ser adoptado, hay que agotar varios procesos legales que se toman tiempo.
Si el niño es dejado en abandono, deben apoderar al Tribunal haciendo una solicitud de declaratoria en estado de abandono, y ese proceso dura unos seis meses, dependiendo el tribunal. Después se debe solicitar inscribirlo en el registro civil, que dura al menos cuatro meses.
Después, deben ir a la Junta Central Electoral (JCE) y hacer la declaración del niño. Luego se debe realizar un proceso de ratificación de esa declaración tardía de nacimiento, lo que quiere decir que hay que ir al Tribunal nuevamente para que ratifique esa declaración tardía, y se manda una solicitud de opinión al Ministerio Público. La respuesta dura unos dos meses.
Luego que el Ministerio Público emite su opinión favorable, retorna al Tribunal, quien dicta la sentencia de ratificación de la declaración. Con esa sentencia deben ir nuevamente a la JCE y ahí entregan el acta. En caso de que el niño que fue dejado en abandono y se sepa quiénes son los padres, se debe declarar con los apellidos de sus progenitores, y Conani procede a demandarlos en suspensión de autoridad parental, para que pierda los derechos de progenitores.
La suspensión de autoridad parental primero debe ser temporal, y el tribunal establece un plazo que regularmente es de seis meses. Conani debe esperar que venza ese plazo en el que los padres tienen la posibilidad de recapacitar. Si no hay interés, se debe ir nuevamente al Tribunal y solicitar la terminación definitiva. Ese proceso dura unos cuatro meses.
“Todo ese proceso dura más de dos años para agotar cuatro pasos legales, pero si ocurriera que los padres deseen dar su hijo en adopción, el proceso dura dos meses, y es ahí donde está la gran importancia de que los padres, en vez de dejar abandonados a sus hijos, lo entreguen voluntariamente a Conani”, dice Hernández.
Agregó que “si los padres entienden que económicamente, emocionalmente, no están preparados para tener al bebé, deben explicar el motivo y proceder a la firma auténtica de entrega voluntaria”.
SE INVESTIGAN LAS FAMILIAS: Las familias que están en lista de espera para adoptar a un menor son sumamente depuradas. Son entrevistados por el equipo técnico y se les da una lista de centros psicológicos externos a Conani para tener la opinión de un tercero. Aparte de eso, se mandan a hacer investigaciones socio familiares, en su casa, su entorno, se evalúa su solvencia moral, económica, el arraigo que tiene nacional e internacional, de manera que esas familias son grandemente depuradas antes de adoptar un infante. Hernández resaltó que la adopción es la última opción, “porque primero nosotros buscamos las posibilidades de que esos menores se queden con familiares”.