Zonas Hospitalarias
Quejas por contaminación sónica en entornos de los hospitales en Santiago
Desde hace muchas décadas en Santiago operan tres centros hospitalarios públicos que brindan asistencia en materia de salud a una población de millones de personas, ya que tienen carácter regional y solamente esta provincia ya supera el millón de habitantes.
Esos hospitales son el José María Cabral y Báez, el antiguo Instituto Dominicano de Seguros Sociales Presidente Estrelle Ureña y el infantil Arturo Grullón. Estos dos últimos están ubicados a escasa distancia en la zona de Gurabito, en la parte baja de la ciudad, y en su entorno funcionan otros centros asistenciales.
Como es tradición en el país, en los alrededores de los hospitales se ubican una amplia gama de negocios, en su mayoría vinculados a asuntos de la salud, como laboratorios, farmacias, ventas de ataúdes y también para la venta de toda clase de alimentos, para los familiares y visitantes de los enfermos.
Los hospitales Arturo Grullón y Presidente Estrella Ureña, donde además se encuentra el de maternidad Renée Klang de Guzmán, tienen muy cerca los más importantes campos deportivos de la región: el Estadio Cibao y la Gran Arena, escenarios de grandes eventos tanto deportivos, políticos, religiosos y artísticos.
Al lado del Arturo Grullón, donde reciben asistencia menores de Santiago y otros puntos de la región, funciona la funeraria Savica, de intensa actividad y por tanto, donde se mueve diariamente una gran cantidad de personas. Para congestionar más la zona, funcionan varias escuelas de choferes que realizan sus prácticas en las vías del entorno y por donde circulan, además de los vehículos privados, algunas rutas del transporte público.
Cuando se realizan importantes eventos en los campos deportivos, se producen grandes taponamientos que dificultan el acceso y salida de ese hospital pediátrico. En los alrededores, no obstante, no abundan los establecimientos comerciales, pese a la gran cantidad de personas que se mueven por la zona.
No fue posible obtener la opinión de la recién designada directora del Arturo Grullón, quien ha declinado todo contacto con los medios de comunicación, sin que se sepan las razones de esa actitud.
Estrella Ureña Entre las avenidas Imbert y Central funciona desde la década de los años 50 el hospital Presidente Estrella Ureña, que durante largo tiempo fue del Instituto Dominicano de Seguros Sociales, pero ahora está integrado al Servicio Nacional de Salud. Adherido al mismo también está el de la Maternidad Renée Klang de Guzmán.
Además de contar con el Estadio y la Arena del Cibao, en el frente Norte, tiene en la parte Sur, el Palacio de Justicia y dos grandes avenidas por donde circulan una gran cantidad de vehículos a todas horas. En sus laterales Este y Oeste, las calles Benito González y Héctor-Bullo-Steffani, donde abundan los negocios de toda clase.
En esas vías hay fondas, cafeterías, talleres de mecánica, puestos de gomas y paradas de taxis que ocasionan ruidos inapropiados cerca de los hospitales, incluido el principal centro de maternidad de esta región.
El director del Estrella Ureña, Juan Ferreras, consideró que uno de los mayores problemas que presenta el entorno para ese centro y la maternidad es el tránsito por la avenida Imbert, por donde circulan rutas del transporte público, muchas veces a alta velocidad.
El funcionario sugiere al ayuntamiento colocar reductores de velocidad para los vehículos, especialmente por la gran cantidad de mujeres embarazadas que se movilizan por esa y otras vías laterales, por donde circulan los carros de las rutas A C y F, sin contar los privados y los vehículos pesados y del tránsito interurbano.
Juan Ferreras expresó, no obstante, que los índices de robos y atracos son reducidos en la zona contra los pacientes y sus familiares, ya que la gran cantidad de personas que circulan a todas horas se torna disuasivo para los antisociales, más la vigilancia policial.
Empero, le preocupa el grado de arrabalización existente, principalmente en la avenida Héctor-Bullo-Steffani, donde abundan los talleres, estacionamientos de taxis, puestos de gomas y otros negocios.
(+) EXHORTA A AYUNTAMIENTO A ADOPTAR MEDIDAS En torno a la problemática de la arrabalización por la gran cantidad de negocios y la inseguridad que existe en los alrededores de los centros hospitalarios, el vocero de la regional de Salud Pública, José Checo, dijo que se deben tomar medidas para enfrentar esa problemática.
El funcionario en representación de la directora, Austria de la Rosa, quien está fuera del país, expresó que le corresponde al Ayuntamiento, principalmente, imponer reglas de ordenamiento para controlar puestos ambulantes de ventas de toda clase de artículos, en especial comestibles.
ACTIVIDAD COMERCIAL ARRABALIZA CABRAL Y BÁEZ El hospital José María Cabral y Báez, principal de esta región, tiene a su alrededor otros centros de salud, por lo que se puede decir que se trata de “una ciudad hospitalaria”, por donde se mueven diariamente miles de personas, tanto pacientes como sus familiares.
Ello convierte ese espacio en un gran atractivo para todo tipo de negocios y movimiento vehicular, que a la vez generan ruidos que son contraproducentes para establecimientos donde se trata con la salud y la vida de gran cantidad de personas de todas las edades.
En ese espacio funcionan, además del Cabral y Báez, el hospital de los Maestros, el Oncológico y otro más pequeño para atender las enfermedades de la piel. En la calle Pedro Francisco Bonó hay gran cantidad de comercios, como farmacias, de alimentos, ropas, ataúdes, salones de belleza, bancas de apuestas y los puestos ambulantes.
Las demás vías circundantes, la avenida 27 de Febrero y las calles Sabana Larga y Sánchez, aunque en menor medida, también registran un alto nivel de arrabalización, donde se generan ruidos y sonidos perturbadores para los pacientes.
En la actualidad el director del centro asistencial está de vacaciones fuera del país, por lo que no fue posible obtener su opinión con relación a la situación imperante en el entorno más cercano al Cabral y Báez.