Colectivo inspirador

Pedaleando para disfrutar el paisaje oculto de la ciudad

Acción ejemplar. Miembros del colectivo “Santo Domingo en Bici” es una exhibición en el área interior frontal de Listín Diario.

Acción ejemplar. Miembros del colectivo “Santo Domingo en Bici” es una exhibición en el área interior frontal de Listín Diario.

Javier Freites es abogado de profesión y ciclista de corazón. Recorre las calles de la ciudad de Santo Domingo montando una bicicleta como su principal medio de transporte, disfrutando de un paisaje escondido a aquellos que se trasladan en la vía pública por otros medios.

Para Freites esta es una pasión que comparte con decena de “hermanos” del Distrito Nacional que montan bicicletas, no como deporte o mera actitud, sino como un genuino estilo de vida.

“Santo Domingo en Bici” es un colectivo de personas que utilizan la bicicleta como su principal medio de transporte en el casco urbano de la capital.

Por medio de esta sencilla manera llevan a diario sus tareas cotidianas, acudiendo al gimnasio, yendo al supermercado o al trabajo, y algunos incluso llevando a sus hijos a la escuela, únicamente valiéndose de dos ruedas, sin motor alguno.

Según sus integrantes, el grupo busca promover el elemento de gozo y disfrute de la cotidianidad del ciclismo, a fin de celebrar esta experiencia tan única de transporte que proporciona, entre otras cosas, la de conocer mejor el entorno en que se vive.

“El ciclismo te da una nueva forma de descubrir los espacios y rincones que hay en tu ciudad. La bicicleta te invita a cambiar de trayectos, que tú andando o en carro tal vez no te animarías a hacerlo. Eso te permite la oportunidad de disfrutar más la ciudad, de verla y conocerla y conectar con ella como nunca antes”, expresa Freites.

El colectivo explica que a diferencia de la noción popular que existe sobre el tema, el ciclismo como medio de transporte no resulta un impedimento sino una ventaja. “Yo salgo todos los días y a todas partes en bicicleta. Al trabajo, a hacer mis diligencias. Eso me evita el estrés de los tapones, además de que me ahorra de 6 mil a 8 mil pesos mensuales que de otra forma tendría que gastar en gasolina para un carro”, cuenta Mario Sosa, uno de los representantes del grupo, y quien asegura tiene un vehículo que no ha encendido desde hace más de un año gracias a este estilo de vida.

Asimismo, señalan que Santo Domingo es una ciudad propicia para esta alternativa de transporte, en parte por sus calles planas y lisas que se pueden recorrer con facilidad y por los constantes taponamientos que resultan un elemento de apoyo debido a que el mayor enemigo de esta modalidad de transporte es la velocidad. Sin embargo, resaltan, hay otras áreas donde la ciudad podría mejorar.

Una ciudad ciclista

Para que las vías públicas del Gran Santo Domingo sean más amigables para este tipo de transporte, el grupo opina hay que enfocarse en darle solución a dos problemas estructurales.

El primero tiene que ver con la falta de ciclovías, es decir espacios exclusivos para montar en bicicleta en las calles y aceras. El segundo trata del problema de intermodalidad, que es la combinación de los sistemas de transporte colectivos, como el metro y las guaguas públicas, para que le den soporte a espacios para tener y transportar bicicletas, a modo de facilitar el traslado de estas a otras áreas.

"Para una persona que no vive dentro del Distrito Nacional ir a trabajar en bicicleta es muy difícil. Sin embargo, si esa persona puede ir y con su bici montarse en el metro, en horas que no sean pico, ya eso no sería un problema. Por eso decimos que las políticas públicas están restringiendo el uso de bicicletas a través de su negación de intermodalidad en el transporte colectivo estatal", explica Sosa.

Además mencionan que otros puntos de interés es que se implementen campañas de disminución de velocidad, señalizaciones para bicicletas, bici parqueos, y que los domingos se cierre nuevamente el Malecón para que las personas puedan desplazarse libremente en bicicletas durante esos días.

En el otro extremo indican que no todo es malo, señalando iniciativas que están promoviendo el ciclismo urbano en Santo Domingo, como por ejemplo los esfuerzos de la Alcaldía del Distrito y el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), que el grupo asegura han estado cavilando en el desarrollo de proyectos de ley que fomentan esta práctica.

Masa Critica

La principal campaña de este movimiento ciclista es la llamada "Masa Crítica", un evento que reúne a decenas de aficionadas de las bicicletas en un mismo espacio para hacer un recorrido de celebración a fin de promover el uso de este medio de transporte. De acuerdo con el colectivo, la finalidad del evento es la de integrar a que más personas vean que la bicicleta no es solamente una herramienta para el deporte y el ocio, a la vez de reivindicar los derechos a infraestructura urbana necesarios para el ciclismo.

Explican que esta es una iniciativa diversa, a la que la gente puede acudir con cualquier tipo de bicicleta, equipos o vestimenta. Se celebra cada último martes del mes a las 7 y media de la mañana, en distintos tramos.

La próxima Masa Crítica se tiene prevista para este sábado 22 de septiembre en el marco del Día Mundial sin Auto, para un recorrido por la zona colonial.

Vivencias

Aunque a todos los miembros de “Santo Domingo en Bici” los une la misma pasión, cada uno tiene sus razones únicas para seguir este estilo de vida.

"A mi la bicicleta lo que hizo fue regalarme como 5 horas de tiempo al día", cuenta Marvin Mariñas, quien asegura antes de cambiar a este medio de transporte duraba 2 horas diarias atrapado en taponamientos para llegar y volver del trabajo. "Empecé a caminar y reduje ese tiempo a 30 minutos, y cuando me monte en bici fueron 15 minutos. Por ahi tu vas calculando cómo mejoró mi calidad de vida. En la bicicleta yo estoy feliz".

Otro es el caso de Yisel Batista, quien lleva todos los días a su escuela a su hijo de tres años y medio montado atrás en su bicicleta, en un anexo especial que tiene el velocípedo. "Cuando la gente me ve en la calle, me preguntan interesados que pueden hacer para empezar en el ciclismo y transportar a sus hijos de esta misma manera", dice.

Uno que resalta la experiencia como algo más profundo es Frank Afonso. "Para mi la bicicleta es terapia. Hay gente que hace yoga y ejercicio de respiración para mantenerse relajados, a mi en cambio me basta estar montado en una bicicleta para olvidarme de mis problemas. Eso ayuda muchísimo en temas de ansiedad y estrés".

Por su parte, para Juan Conde el ciclismo significó conocer a su esposa. El y ella se conocieron pedaleando en las calles de Santo Domingo en 2010, un tiempo cuando ver ciclistas urbanos era toda una rareza. 2 años después ambos fueron los protagonistas de la primera cicloboda en el país, unas nupcias que consistieron en un recorrido en bicicleta por la zona colonial, con los recién casado recorriendo las calles con vestimenta y calzado de montar.

Para Javier Freites su amor por el medio llega desde la niñez. "La bicicleta lo que me evoca son recuerdos de libertad. Siendo un adolescente de 14 años, la bicicleta fue un instrumento de transportación que me llevó a muchísimos sitios y que me dio la oportunidad de conocer mi ciudad de una manera que no la hubiera conocido caminando. Esa es precisamente la razón por la que yo estoy enganchado al ciclismo".

Consejos

Para quienes buscan incursionar por primera vez en esta modalidad de transporte, el colectivo aconseja que se debe empezar "suave" primero acostumbrándose a la práctica y saliendo a lugares cercanos o haciendo paseos recreativos, teniendo al ir en bici al trabajo como el gran paso final.

Sobre el equipo a utilizar apuntan a que no es necesario tener una bicicleta de último modelo ni de alta gama, que se pueden encontrar alternativas comerciales baratas o pedir una prestada.

Por último, recomiendan que a la hora de salir es recomendable buscar vías alternas a las principales y planificar los tramos a tomar a fin maximizar sus recorridos.