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Boston

La bebé Astrid será sometida a un cateterismo

Crecimiento. Astrid Montero tiene 10 meses y ahora tiene 20 libras, un peso que cuadruplica al de su nacimiento.

Crecimiento. Astrid Montero tiene 10 meses y ahora tiene 20 libras, un peso que cuadruplica al de su nacimiento.

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Carolina PichardoSanto Domingo

El primer año de Astrid Montero Gómez se acerca. La niña está a solo un mes y medio de arribar a un aniversario que sus padres veían casi imposible, debido a que el pasado 17 de octubre, siete días después de su nacimiento, fue diagnosticada con una cardiopatía congénita un padecimiento que, según los especialistas, hubiese terminado con su vida de no haber sido intervenida de urgencia.

Sus padres, Lorainne Gómez y Denny Montero, ahora tienen otra realidad. Gracias a la ayuda de miles de personas y del Gobierno dominicano la bebé, que necesitaba más de 11 millones de pesos para las cirugías, pudo ser operada exitosamente a mediados de noviembre de 2017 en el Hospital de Niños de Boston, específicamente en el Centro del Corazón, donde se le corrigió el orificio en el corazón, el arco aórtico y la arteria pulmonar.

Sin embargo, Astrid irá a la sala de cirugías otra vez. El próximo 26 de septiembre será sometida a un cateterismo en el mismo centro médico.

“El flujo de la arteria pulmonar izquierda ha disminuido y conforme a lo esperado se le realizará su segunda intervención”, informó a reporteros de LISTÍN DIARIO la madre de la niña que ha cautivado a los dominicanos por su fortaleza y sus ojos despiertos en medio de los procesos quirúrgicos y la enfermedad.

Lorainne, quien es madre primeriza, manifestó que Astrid está bendecida y le pidió a los dominicanos que continúen orando más que nunca en esta nueva travesía de la que está segura saldrán airosos.

“Recuerden que Astrid es de todos los dominicanos, sigan orando por el bienestar de mi princesa”, manifestó.

Astrid a sus 10 meses

Astrid Montero tiene 10 meses, nueve de estos ha vivido junto a sus padres en Boston, Massachusetts.

La niña, que tuvo que permanecer en el hospital por semanas aferrada a tubos y cables, y que su figura casi se desvanecía en una camilla, ahora tiene 20 libras, un peso que cuadriplica al de su nacimiento y es acorde a su tamaño y edad.

Su alimentación es sencilla, porque todavía no tiene dientes.

Cuando le diagnosticaron la enfermedad, la niña no podía vivir una vida normal ya que si reía o lloraba sus pulmones se sofocaban y sus manos, pies y boca se tornaban azules. Ahora Astrid es totalmente diferente, sus padres la consideran como “un torbellino lleno de energía”, porque a pesar de su enfermedad se mueve por todos lados.

Además siempre duerme las horas correspondientes y no suele llorar, al contrario “baila hasta los anuncios”.

“Ella baila con la música de los muñequitos e igual cuando le tocamos una canción ella se goza el ritmo, y eso nos pone feliz que ella sea tan alegre y enérgica. Ella es muy cariñosa, vive sonriendo y se ve que disfruta estar viva”, también comentó Lorainne.

Al momento tiene dos metas: que la operación sea exitosa, y que tras esta puedan regresar los tres a República Dominicana para comenzar una nueva vida.