Dominicanos y extranjeros abordan navíos en Sans Soucí

Decenas de personas se dieron cita en las inmediaciones del puerto Sans Soucí para disfrutar de las novedades de las embarcaciones de la tercera versión de “Velas Latinoamérica 2018”, que atracaron el pasado jueves en este importante puerto de la ciudad.

Las seis embarcaciones, procedentes de Argentina, Brasil, Chile, Perú, Venezuela y México lanzaron sus escaleras para abrir el paso a los visitantes, con los que intercambiaron conocimientos culturales, de marina y experiencias en altamar.

La fascinación y encanto inició desde las 9:30 de la mañana cuando los visitantes comenzaron a abordar las distintas embarcaciones.

Niños señalando las banderas que se izaban con el viento, jóvenes y adultos con sus celulares en manos, tomando fotos y grabando vídeos, fueron las reacciones más recurrentes en el evento.

Durante el encuentro con dominicanos y extranjeros, la tripulación de la fragata de Argentina expuso los elementos que formaban parte de este tipo de embarcación.

Las constantes preguntas que realizaban, denotaron el interés que tenían sobre temas de marina.

Mayelin David, quien sostenía en brazos a su pequeño hijo, visitaba el lugar junto a su madre y dos sobrinas.

Dijo que esto le fascinaba porque ese tipo de actividades representa para ella y familiares nuevos conocimientos culturales, además de una atracción dinámica.

La Embajada de México informó que las puertas del Buque Escuela “Cuauhtémoc” se mantendran abiertas a la visita del público dominicano durante su estancia en el puerto San Diego de Santo Domingo. Este buque fue adquirido por la Secretaría de Marina - Armada de México- para solucionar la carencia de una unidad destinada exclusivamente a la instrucción del personal de capitanes, oficiales, cadetes, clases y marinería en el arte de la vela y el espíritu de equipo.

En 1981 comienza su construcción a petición de la Armada de México, en los Astilleros de Celaya, en Bilbao, España. Mientras, el teniente navío, Nicolás Funes, dijo que durante la trayectoria se busca que los guardiamarinas de último año pongan en práctica los conocimientos asimilados durante cuatro años.

Edison Hernández, quien subió al navio de Brasil junto a su hija, expresó con júbilo “me gustó mucho el viaje”.