La República

UNA METRÓPOLIS ENFERMA

La Capital: a donde todos llegan para resolver necesidades

Ramón Pérez ReyesSanto Domingo

Hay un refrán popular que para muchos es peyorativo, y para otros es un simple chiste: “Capital es capital y lo demás es monte y culebra”.

Otros argumentan que “aquí es que se hacen los cheques”, para destacar el poder que se ejerce en la Ciudad Primada de América.

Pero esta hegemonía de la capital sobre el resto del país viene desde tiempo atrás y aún se conservan medidas como esa de que el kilometraje de las principales avenidas del país se cuenta a partir de un “imaginario” kilómetro cero que se inicia en el Parque Independencia.

En sentido práctico, la principalía del Distrito Nacional es una verdad absoluta, con resultados favorables y desfavorables.

Es que esa concentración del poder económico y político ha generado una explosión demográfica que en los últimos tiempos han convertido a la ciudad Santo Domingo en una de las grandes metrópolis de América.

Sin embargo, esto a su vez ha derivado en los grandes males propios de las ciudades pobladas.

La inseguridad ciudadana y el tráfico vehicular son las principales quejas que tienen los ciudadanos cuando son encuestados sobre sus problemas.

Otro de los males de la ciudad de hoy son los derivados de la gran acumulación de desechos, visualizados recientemente cuando el paso de la tormenta tropical Beryl puso al descubierto la gran cantidad de plásticos que se tiran a las calles, que luego van a los ríos y terminan en el mar Caribe.

También está el ruido y el alto estrés que padecen sus moradores y el incumplimiento de las normas que deberían regular su hasta ahora desorganizada expansión urbana.

“Todos pa la capital”

En los 92 kilómetros cuadrados que tiene el Distrito Nacional vive cerca de un millón de personas y cada día el mismo territorio recibe una cantidad flotante similar, que trabaja, estudia o hace otro tipo de actividades, dice el alcalde David Collado.

“Un millón de personas cada día viene a la ciudad a buscar todo tipo de servicios y solo se van a sus casas a dormir y regresan al otro día”, apuntó.

Junto al empleo y la educación, la búsqueda de servicios de salud registran los mayores flujos migratorios, no permanentes, hacia la capital.

Es que esta ciudad alberga el mayor centro de maternidad (La Altagracia); el principal hospital materno infantil (Robert Reid Cabral) y otros grandes hospitales que son centros de referimiento desde distintos puntos del país.

La educación superior también empuja la movilidad hacia la capital por tener la sede central de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) el centro de estudio estatal que aloja más de cien mil estudiantes.

Una sede de la UASD es uno de los principales anhelos de los habitantes de la provincia Santo Domingo.

Pero es el empleo, formal e informal, el que mueve la mayor cantidad de gente hacia esta metrópolis.

Paradójicamente, el Estado es uno de los principales responsables de esta situación, pues en la ciudad capital se alojan las sedes centrales de casi todas sus instituciones.

Gobiernos de otros países han optado por sacar algunas instituciones de su metrópolis para migrar a los empleados hacia otros puntos, como una medida para enfrentar la súper población.

Se prevé que en el próximo año en la ciudad se movilizarán cerca de 2.9 millones de personas, que afectarán considerablemente el tránsito, ya de por si caótico.

Consciente de la situación, el gobierno ha comenzado a adoptar medidas, como la construcción del teleférico sobre el río Ozama, la ampliación del Metro de Santo Domingo, y la avenida Circunvalación, con la cual pretende sacar los vehículos pesados de la ciudad.

Ordenamiento territorial

La Alcaldía del Distrito Nacional dice que tiene un Plan de Ordenamiento Territorial que elaboró para discusión con los distintos sectores, con el objetivo de lograr la armonía de las diversas actividades socioeconómicas y uso de suelo en el Distrito Nacional, de cara al 2030.

“Es una visión que tenemos de la ciudad al 2030, por primera vez la ciudad de Santo Domingo tiene su Plan de Ordenamiento Territorial, con reglas para fortalecimiento de la inversión extranjera, para que las construcciones tengan el nivel apropiado en el lugar apropiado y para que las estaciones de combustibles tengan la reglamentación para operar”, dijo el alcalde Collado.

El plan fue hecho con el asesoramiento de distintas instituciones, junto al director de Planeamiento Urbano Urbana del ADN, Amín Abel Santos, y Jesús D’Alessandro, director del Plan Estratégico del Distrito Nacional, quien dijo que se ha trabajado el tema de la masificación, interconexión, descentralización y peatonalización de la ciudad Santo Domingo. Destacó que la ciudad ideal de Santo Domingo, necesita un sistema de tránsito a velocidades, que se necesita expandir.

Resaltó que se requiere del sistema del Metro y conectarlo con el resto de las rutas, para que permita movilizar aproximadamente 25% de la población metropolitana, pero que en la actualidad ese medio de transporte solo llega a 10%.

Precisó que hay que trabajar la conectividad vial que implican los asentamientos informales que son causa de problemas para la viabilidad del flujo vehicular.

Abel Santos manifestó que el plan es una carta de ruta para desarrollar las políticas de uso de suelo que son las que determinan qué se puede hacer en cada espacio de la ciudad y cómo deben convivir los diferentes usos.

Informó que en el Distrito solo 45% de su territorio está normado y 65% no cuenta con ninguna norma, se desarrolla de manera discrecional y que para ello el plan establece unos lineamientos de desarrollo de planes urbanos o sectoriales.

Precisó que el plan constituye un gran reto para la Alcaldía que se fundamenta en cuatro pilares como son la infraestructura, coordinación institucional, pacto social y educación ciudadana.