UNA METRÓPOLIS ENFERMA
Una selva de cemento y pocos parques
Según recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las ciudades deben disponer, como mínimo, de entre 10 y 15 metros cuadrados de área verde por cada habitante, distribuidos equitativamente en relación a la densidad poblacional.
Las zonas verdes juegan un rol fundamental en la calidad de vida de las poblaciones, en especial por el aire que ofrecen. Pero, ¿ha acogido República Dominicana estas exhortaciones? recordando que en su capital reinan las torres de apartamentos.
De acuerdo con el municipalista Natanael Disla, en el país los grandes parques existentes en la metrópolis se instituyeron bajo un decreto del expresidente Joaquín Balaguer, por eso se construyeron áreas verdes como el Mirador Sur, el Mirador Norte y el Jardín Botánico.
“Si eso no hubiese pasado, esos lugares estarían hoy llenos de casas y apartamentos”, señala Disla.
El también coordinador de la Unidad de Gobierno Local del Observatorio Político Dominicano de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), comenta que si los gobiernos locales no evalúan el área destinada a los parques cada vez que se construye un número determinado de viviendas, Santo Domingo será una ciudad de cemento debido a la falta de planificación urbana.
“Esto es un problema. Por ejemplo, en Santo Domingo Este por la Avenida España hay un área verde, que en 10 años va a estar llena de torres, y como ya la alcaldía del municipio modificó el uso de suelo, queda la pregunta de si esas ordenanzas establecieron un prado por espacio a construir o por la verticalidad de las edificaciones”, añade Disla al ser consultado por LISTÍN DIARIO.
El entrevistado cree que actualmente las torres que se levantan en la ciudad no cuentan con una reglamentación local donde los ayuntamientos digan “ya hay 10 altos edificios construidos, por lo que necesitamos tantos metros de área verde, pues ahí vivirán muchas personas”.
Actores Una de las acciones de responsabilidad social de las constructoras debe ser establecer plazas verdes en la ciudad. Los condominios de más de 100 apartamentos de tres y cuatro niveles también están en auge y allí se destina un espacio para recreación. Sin embargo, el tamaño de estos espacios naturales no es una respuesta para todas las personas que habitan ahí.
El Estado también tiene que colaborar con la problemática, estableciendo políticas públicas que favorezcan la concepción de los parques urbanos, considera Disla.
Mantenimiento No basta con concebir más jardines, sino que ellos deben ser cuidados. Por eso, la Alcaldía del Distrito Nacional (ADN) incluye dentro de sus servicios públicos el mantenimiento de áreas como parques, plazas, isletas y avenidas, destaca la entidad en su página web.
Este gobierno local cuenta con un vivero con capacidad para 60,000 plantas, eje fundamental del proyecto “Santo Domingo Verde” que junto al “Fondo Verde” constituye un compromiso para la normativa municipal sobre arbolado urbano, que fue aprobada a unanimidad por el Concejo de Regidores en noviembre del 2004.
Algunos esfuerzos probablemente se estén dado, pero todavía hace falta cambiar la imagen de que la ciudad es una selva de cemento con pocos parques.
(+) EL CASO DE SANTO DOMINGO OESTE MORADORES LOS REQUIEREN: Olga es una joven que reside en el barrio Duarte de Herrera en Santo Domingo Oeste. Ella ama hacer ejercicios al aire libre, pero debe dirigirse a la Urbanización Olimpo a trotar por las mañanas. Este último lugar le queda un poco retirado de su casa, pero arriesga su seguridad porque se preocupa por su salud.
Así como ella, otros moradores de barrios como el Duarte, Buenos Aires y el Enriquillo de Herrera, desean ansiosos tener un área verde donde poder caminar y llevar a los niños a jugar, respirando aire fresco.
“La verdad es que en Santo Domingo Oeste necesitamos más parques, pero no hay donde construirlos porque ya no quedan solares, al menos en Herrera. Tendrían las autoridades que comprar algunas casas y habilitar esos espacios”, destaca Olga.