La República

ACCESO Y COMUNICACIÓN

La frontera muestra señales de orden y cambios

Un recorrido de más de 55 kilómetros a través de un tramo de la frontera con Haití, desde La Descubierta hasta Hondo Valle, cruzando una intrincada ruta que alcanzó elevaciones de hasta 2,100 metros en la pirámide 204, llevó a un equipo de periodistas a tentar la dura tarea militar en ese espacio y su esforzada entrega para proteger, días y noches, este espacio clave para la defensa del territorio y la soberanía del país.

Un viaje a iniciativa del Ministerio de Defensa, del que su ministro, el teniente general Rubén Darío Paulino Sem y un cuerpo de generales con altas responsabilidades en los programas de defensa y seguridad de la frontera, quería mostrar el nivel de avance en la ejecución del programa de reforzamiento de seguridad en la frontera y las condiciones de los soldados acantonados en zonas tan lejanas.

Fue un trayecto largo, a bordo de una hilera de buggies, unos pequeños y ruidosos “bichitos” del modelo Bug únicos para trepar por terrenos de difícil acceso, barrer como potentes escobas entre arenas y riscos, trepando por las elevaciones más intrincadas de colinas y empalmes de montañas.

Desde estos aparatos, libres de ventanillas, se puede observar todo allá afuera. El primer contacto con soldados, tras abandonar La Descubierta, ocurrió en Los Pinos del Edén, donde está el primer puesto militar; luego a Sabana Real, donde funciona un mercado binacional con Haití, siguiendo hasta la pirámide 204, a Aniceto Martínez y Cañada Miguel, donde hay otro mercado, terminando en Hondo Valle.

Nadie vio detenciones ni correría de haitianos. Lo visto en el camino mostró una intensa labor de personal y equipo, dedicados al rescate de todas las vías de acceso y de comunicación, desde la Descubierta hasta Hondo Valle, para que las patrullas motorizadas puedan hacer su trabajo. Obras Públicas, Fomper y Comunidades Fronterizas están muy activas aquí.

Soldados vigilantes, con nuevos uniformes, cuarteles reparados y pintados, camas nuevas, baños, banderas en buen estado, equipos de trabajo, equipamiento de vehículos y motocicletas.

El ministro de Defensa habló con directores y representantes de medios de comunicación invitados en cada parada durante este viaje.

Les reveló que en lo que más piensa siempre es en los destacamentos.

“Disfruto mis viajes a la frontera porque tengo contacto directo con los soldados”, señaló el alto cargo militar, agregando que a estos soldados se les suministran alimentos y ayuda económica extra.

En esta parte, informó que aquellos militares de servicio en la frontera tienen un incentivo adicional a los soldados que están en otras brigadas. También citó un hecho que se corresponde con su llamado a trabajar duro para fortalecer la seguridad en la frontera: el problema cultural de los soldados.

“Esto es algo que estamos cambiando”, agregó, señalando que antes “los soldados creían que estaban en la frontera para pasar un tiempo determinado, pero no tenían el sentido de pertenencia de que tenían el deber de defender su soberanía; ahora tratamos de que sepan cual es su labor aquí, que sepan que su deber no es solo venir al destacamento a cumplir ocho días de servicios.

El soldado tiene ahora otro tipo de mentalidad”. Unas facilidades que el ministro dice ayudarán bastante para contrarrestar la migración ilegal son los drones y las cámaras de seguridad, a través de un monitoreo y contacto constante con los soldados.

Paulino Sem está esforzándose porque los mandos medios sepan cuál es su compromiso con la patria, que deben defender las fronteras y hacer un servicio para las comunidades fronterizas.

“Queremos que no haya duda en organizarnos nosotros, no solo en la defensa y la seguridad, sino en la economía y los fondos que aportamos. Hay siete proyectos de desarrollo económico en la frontera que hacen las Fuerzas Armadas a través de Comunidades Fronterizas. Se trata de proyectos agrícolas, de conejos, los que criamos y vendemos en la comunidad y también los vendemos al mercado local”, añadió. Ahora, dijo el ministro, los oficiales se están concienciando en que la frontera es un deber de nosotros; tenemos que venir con buena cara y con buen deseo; la primera misión nuestra es la defensa. El personal es rotado cada tres meses, pero el servicio se rota cada ocho días”.

CONTROLES EN LA FRONTERA Y ASPIRACIONES DEL MINISTRO

Desde la pirámide 1, en Manzanillo, Montecristi, hasta la 311, en la costa de Pedernales, hay 78 puestos de control, a cargo de tres brigadas del Ejército. Estos controles están en las avenidas de aproximación (en terminos militares), en los puestos de chequeos por donde ocurren los cruces. “Es que la frontera es abierta, porque la llegada hasta donde hay una población es distante; por eso hay muchos puestos”.

“Por eso los controles los tenemos en las avenidas de aproximación (vías de acceso), en los puestos de chequeos, porque es por ahí donde ellos cruzan. Hay más de 40 vías de acceso, 84 mercados binacionales y formales. Estos últimos son para ventas de algunos productos, y luego los haitianos regresan a sus casas.

El patrullaje motorizado contará con torres donde van instaladas tres cámaras para monitoreo, cuyos centros se enfilan desde la frontera hasta Santo Domingo. Hay varios puntos para monitorear, entre estos en el 15 de Azua, Los Pilones, Jicomé, Vicente Noble, El Tamarindo.

En esos puntos hay control, los pasajeros son desmontados y se les somete a revisión.

El ministro de Defensa confía en que durante su gestión habrá de producirse un cambio notable en la frontera, igual que la percepción de los dominicanos en el trabajo que está ejecutando.

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