Expresidente Haití

Sepultan a Namphy en RD

Con la canción que más le gustaba, Amor Eterno, de Rocío Durcal, entonada a capela por la señora Jazmín Palacios, fueron sepultados ayer los restos del expresidente haitiano Henri Namphy.

Su última morada está en un panteón de la familia Celestin Namphy, ubicado en el cementerio Cristo Redentor de la capital, donde ayer sus familiares y amigos hicieron una ceremonia religiosa a cargo de monseñor Kebreau.

Hubo cánticos de alabanzas, llantos y un minuto de silencio, en honor a quien definen como un hombre íntegro, que solo quiso lo mejor para su patria.

Desde Haití se trasladó el senador, Richard Fourcand, quien manifestó que su partida es muy dura para su país, porque murió sin poder regresar a una patria por la cual dio tanto.

“Es una impotencia para nosotros, saber que él nunca quiso volver a su país. La gente de Haití debería reflexionar mucho sobre eso”, comentó. El general Namphy pidió antes de morir que su cuerpo fuera sepultado en República Dominicana, y así lo hizo su familia.

Namphy falleció el pasado martes a la edad de 85 años, aquejado por un cáncer que le fue descubierto este año en etapa casi terminal.

Su amigo Carl Denis, quien también es exiliado en el país, manifestó que Namphy vino y se resistió a volver a pisar su patria, disgustado porque hizo esfuerzos para tener un mejor país y no fue posible.

Le sobreviven su esposa Altagracia Marte de Namphy y sus hijas Martine y Melissa Namphy, así como dos nietas. La primera reside en Martinica y la segunda en República Dominicana.

“Hizo esfuerzos para tener una buena Constitución y se empeñaron en tener una mala. En fin, muchas de las cosas que quiso hacer, no pudo, porque siempre había una oposición destructiva y eso lo disgustó mucho y fue el motivo decidió estar aquí, porque aquí estaba tranquilo”, dijo Denis.

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