La República

DESCUIDO

Cristo Salvador, el lugar del no descanso en paz

Carolina PichardoSanto Domingo

Lo primero que se ve al entrar al cementerio Cristo Salvador, en San Isidro, Santo Domingo Este, es una iglesia blanca que a simple vista no tiene nada fuera de lo común.

Sin embargo, los desperfectos se perciben al acercarse a la estructura que tiene como único elemento intacto una estatua de un Jesús crucificado.

Un graffiti en la puerta principal del templo, manchas marrones en las paredes, mosaicos robados, un olor nauseabundo impregnado en el área y una suciedad en la entrada evidencian el abandono de lo que una vez fue el lugar donde las personas realizaban misas y actividades fúnebres por las almas de sus seres queridos sepultados en el cementerio.

Desde los cristales rotos, reporteros de LISTÍN DIARIO pudieron observar que por dentro la situación no mejoraba.

Una sola puerta estaba abierta de par en par y el panorama iba por el mismo camino.

La pintura estaba desgarrada, el techo con moho y filtraciones, las botellas rotas por doquier, un polvo que no permitía ver el piso que una vez fue blanco y hasta una maleta de origen desconocido se encontraba a un lado del templo, al igual que una cruz destruida.

En las demás capillas que pertenecen a la iglesia la situación era similar.

Y, de manera irónica, afuera había un cartel un poco desgastado por los años con un mensaje para aquellos que querían velar a sus seres queridos en el templo del camposanto: “El ayuntamiento y nuestro síndico de Santo Domingo Este les ofrece los servicios religiosos de misa de cuerpo presente, intenciones y aniversario de difunto. Realizamos misas de 9:00 de la mañana a 5:00 de la tarde”.

Condiciones del Cristo Salvador

Uno de los primeros letreros que tiene el cementerio Cristo Salvador es “prohibido lanzar basura en el área” porque de hacerse así la persona sería multada. sin embargo toda el área está repleta de desechos sólidos que contaminan donde están descansando las almas de miles de personas.

Más adelante, al salir del templo, al parecer tiene años en abandono, las calles del lugar no tienen mucho que envidiarle a la estructura.

Los hoyos, casi todas las calles sin asfaltar y deshechas, y caminos llenos de arena que cegan a las personas que caminan, son algunas de las dificultades que tienen que enfrentar los visitantes que no tienen otra opción que caminar hacia las tumbas que desde fuera están un poco cuidadas, pero que al acceder entre ellas las condiciones son peores.

Los árboles talados que incluso se han secado de tanto tiempo que tienen en el área, los cúmulos de basura en casi todas las esquinas del cementerio, los graffitis en las tumbas, también son otros aspectos que empeoran las condiciones del lugar.

Para visitar la tumba de un ser querido o allegado hay que conocer bien la ruta, porque al acceder a la mayor parte de estas áreas la hierba, las cruces, que estuvieron una vez encima de una tumba, y la basura, pueden confundir hasta a quienes van con frecuencia.

Además, al caminar por los callejones hay que tener varias cosas en cuenta, entre ellas, que los caminos son estrechos y con objetos como botellas, varillas y piedras que pueden herir a las personas

Otra de las debilidades del cementerio es la falta de agentes de seguridad que ha hecho que muchas de las tumbas sean profanadas con mensajes impropios.

Al igual, mientras reporteros de LISTÍN DIARIO recorrían uno de los cementerios en su tiempo más visitados de la capital dominicana se pudo ver que hasta los perros caminan por el camposanto “como Pedro por su casa”.

VACAS CAMINANDO

Los perros no son los únicos animales que merodean por la zona. En junio del año pasado reporteros de LISTÍN DIARIO denunciaron que en el cementerio Cristo Salvador había animales entre las tumbas de los difuntos.

Uno de los que llamó la atención en la época fueron unas vacas que caminaban y se alimentaban de las hierbas del lugar. En ese momento se dieron a conocer las quejas de Clarissa, una mujer que visita la tumba de su esposo con frecuencia.

“Mi hijo cogió su celular y desde una distancia comenzó a grabarlo, mientras yo observaba asombrada”, explicó a este diario. Esos animales pasan por encima de los nichos, y rompen todo. “Yo no encontré la cruz de mi esposo ni la lápida y no hay florero”, dijo la viuda a Listín Diario cuando le cedió el video.

Mientras, allí son sepultados los cadáveres de quienes tienen sus nichos panteones, contó uno de los trabajadores independientes del lugar.