EN JUEGO DE BASKET

Joven dice no siente rencor contra quienes le cercenaron una mano; pide se haga justicia

Jeison Santos, de 18 años de edad, un joven con deseos de terminar sus estudios y ser profesional en informática vio sus sueños pausados la noche del sábado 28 de abril por una riña tras un juego de baloncesto, que terminó con la amputación de su mano izquierda.

El hecho ocurrió tras un partido de baloncesto en la Iglesia Adventista del Séptimo Día Luz Celestial, ubicada en el sector Lucerna, Santo Domingo Este, la cual realiza torneos deportivos periódicamente con el fin de atraer nuevos jóvenes a la congregación.

Santos cuenta que desde que el juego empezó ellos le iban ganando al equipo contrario, y de repente uno de sus amigos le rozó con la pelota a uno de los oponentes, lo que desató la ira en ellos, a pesar que estos les habían pedido disculpa por el malentendido.

"Ellos dijeron que no íbamos a salir de ahí, y buscaron machetes y palos para agredirnos, intentamos escapar pero por desgracia en el lugar que pude esconderme (debajo de una camioneta) lograron verme; el primero me dio un machetazo en el brazo izquierdo, luego en el otro y me golpearon a palos", narró Santos quien juega baloncesto desde los 12 años.

Cuenta que pidió ayuda pero nadie se acercaba, hasta que un señor y una joven lo vieron y llamaron al Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1 para que fuera en su auxilio.

Hasta ahora se encuentra interno en el hospital traumatológico Darío Contreras, con semblante de mejoría y con aptitud de optimismo ante la tragedia.

"Me siento tranquilo a pesar de todo porque entiendo que la vida sigue y aunque me quede una sola mano debo seguir estudiando y jugando lo que me gusta", expresó Jeison quien está cursando el cuarto curso de bachiller en el colegio San Santiago en Vietnam, Los Mina.

Nereida Figuereo, madre del joven agredido, no quiso hablar del caso por la indignación de lo ocurrido con su hijo, sólo resaltó que los médicos han dicho que la recuperación de Jeison ha avanzado satisfactoriamente.

Con respecto a los agresores, se entregaron la noche del jueves a la Policía Nacional los jóvenes Blady Rodríguez, de 19 años, y los hermanos Emiliano y Jeanker Pérez Rodríguez, de 16 y 17, respectivamente, quienes acudieron a la sede central de la uniformada junto con Yahaira Rodríguez, madre de Blady y tía de los hermanos.

"Contra los muchachos que me hicieron estos no siento nada malo, sólo espero que se haga justicia", exhortó el joven a las autoridades que están llevando su caso.