EN LA VEGA

Las Cabuyas, de ser una tranquila comunidad a grandes titulares por actos de violencia

La comunidad Las Cabuyas, en la provincia La Vega, se podía considerar hasta hace una semana y media como un lugar pacífico, sin muchos acontecimientos y hasta casi en el olvido.

Pero dos hechos con pocos días de diferencia han manchado y revuelto la paz del pueblo para hacerles resaltar con horrendos crímenes.

El primer caso que conmocionó tanto a España como a Las Cabuyas fue el de la asesina confesa del niño Gabriel Cruz, la dominicana Ana Julia Quezada, de 43 años, quien nació en la pequeña comunidad de La Vega.

A pesar de que Quezada tiene más de 20 años viviendo en Europa, su madre y hermanos residen en el pueblo. La comunidad se convirtió en un hervidero donde abundaban los medios de comunicación y curiosos, que quieren conocer de dónde proviene la mujer que está cumpliendo prisión incondicional en España.

Desde el domingo 11 de marzo, cuando medios españoles dieron a conocer que la dominicana era la principal sospechosa del atroz crimen, su madre, Juana Cruz, y sus nueve hermanos, afirmaron a la prensa dominicana que la mujer recibió una buena crianza siempre apegada a la religión.

Pero este hecho no ha sido el único que ha destruido la calma de Las Cabuyas. Este lunes corrió la sangre cuando una multitud linchó a dos presuntos delincuentes que, antes, habían asesinado a un comerciante del pueblo durante un asalto.

Henry Hernández, que era dueño de bancas de loterías y otros establecimientos comerciales, fue interceptado en su motocicleta por los desconocidos y tras resistirse al asalto procedieron a dispararle.

Los comunitarios quemaron vivo a uno de los hombres que no logró ser identificado, mientras que al otro lo golpearon con piedras, armas de fuego, entre otros objetos hasta matarlo.