La República

ENTREVISTA CON EL BRITÁNICO DE COTUÍ

Le gustó la gente y el café, pero le faltó algo más: así fue la estadía de Glyn Thomas en el país

Carolina PichardoSanto Domingo

El británico Glyn Thomas extraña la calidez del clima dominicano, el café criollo que recibía de los comunitarios de Cotuí, la alegría de las personas aquí y lamenta no haber visitado nunca una playa caribeña.

Ahora está en Inglaterra solo, con frío y desilusionado porque su relación con Wilfa Soto Peguero no funcionó, pero tiene entre sus planes volver al país.

Durante una estadía que inició a finales de octubre, conoció en persona a Soto Peguero, pero también a otra mujer. La nueva amiga del hombre lo trataba “dulcemente y le daba café”, por eso planea volver el próximo agosto a Cotuí para conocerla más.

Meses atrás su propósito era diferente. Con el anhelo de conocer en persona a la mujer de su vida, Wilfa Soto, Thomas vino a República Dominicana a finales de octubre, con un pasaje de llegada y sin dinero, después de hablar durante seis meses con la mujer a través de Facebook.

Lo primero que lo impresionó fue su belleza, y a pesar de que según informó a LISTÍN DIARIO no tenía ni trabajo ni dinero, ambos se brindaban amor por las redes sociales. Sus pláticas en línea eran frecuentes, y la mujer que no sabe el idioma inglés, utilizaba un traductor en Internet para comunicarse.

Según Thomas, en al menos un par de ocasiones, a pesar de los pocos recursos económicos, le envió dinero para que con eso mantuviera a sus hijas.

“Le creí y confié en ella”, agregó el hombre en una conversación con reporteros de este diario.

El señor, que regresó a Inglaterra el pasado martes 26 de diciembre, recordó que tuvo un período de depresión en el país, y que pasó dos semanas en la Unidad de Salud Mental de un hospital de Santo Domingo. Asimismo manifestó que durante su estadía en el centro médico se sintió cómodo por el trato de los doctores hacia él.

Thomas afirmó que lo único que quería al venir a República Dominicana era estudiar, trabajar y mantener a Wilfa y sus dos hijas.

En la localidad donde vive en Inglaterra no tiene ni familia ni amigos, teme permanecer mucho tiempo así y explicó que ha suplicado por trabajo pero no lo ha conseguido.

En un momento, Thomas le propuso matrimonio a Wilfa por mensajes de texto, pero según dijo esta lo rechazó.

A principios de diciembre de 2017 la historia de Wilfa se hizo viral en las redes sociales después de que la mujer se quejará en los medios de comunicación por la presencia del inglés en su vivienda.

La Embajada Británica en el país le costeó los gastos para que regresara a Inglaterra.