Feminicidio
Joven que ahorcó a su expareja tenía orden alejamiento
Con el pretexto de que le entregaría dinero para la niña de dos meses que procrearon, Alexander Sánchez, de 23 años, convenció a su expareja, Yareimi Rosa Frías, de 19, para que se reunieran en la casa donde él vivía junto a su madre, y cuando la joven llegó a la vivienda, ubicada en La Yuca, del ensanche Naco, subió la música a todo volumen y la ahorcó.
Hace aproximadamente 21 días, Alexander Sánchez intentó ahorcar a Yareimi en la casa donde vivía junto a su madre, ubicada a menos de 100 metros de donde residía la joven de 19 años junto a su abuela y la niña que había procreado con su agresor, pero su propósito no se ejecutó, porque vecinos y familiares de la víctima intervinieron. Cuando los vecinos y familiares de la joven se dieron cuenta de que Alexander la estaba intentando matar, llamaron a la Policía y el agresor fue apresado y duró dos semanas recluido, pero fue dejado en libertad y le pusieron una orden de alejamiento, siendo vecino de la víctima. Al ser dejado en libertad, Alexander siempre hacía lo imposible por juntarse con Yareimi y en varias ocasiones se les vio hablando.
Ante la agresión, la madre de Yareimi, Brunilda Rosa Frías, se la llevó para su casa en el barrio 27 de Febrero, para evitar que su hija formara parte de la alarmante cifra de feminicidios que han ocurrido en el país.
Sin poder contener el llanto, la madre de Yareimi contó que Alexander maltrataba mucho a su hija y que cuando intentó ahorcarla, se la llevó por la fuerza para su casa para evitar que él la matara.
“Ella no quería irse para mi casa y después de durar varios días volvió para donde su abuela, porque ella pensaba que él no le iba a hacer ese daño. Él volvió y la conquistó y fue para matarme a mi hija, fue para matármelaÖ Yo pido justicia por mi hija, que las cosas no se queden así; pido justicia por mi niña”, decía en llanto.
Expresó que siempre le decía a Yareimi que no se juntara con Alexander, porque la iba a matar. En tanto, Yamel, hermana mayor de la joven, llamó a Alexander a entregarse, porque tiene que pagar por lo que le hizo. “Yo le decía a ella que no hablara con él por teléfono, y como quiera se comunicaba. Después él la llamó dizque para entregarle un dinero para la niña y ella vino y dejó la niña con uno de nuestros primos y dijo que regresaría de una vez, pero no dijo para dónde iba”, cuenta entre lágrimas la hermana de la mujer asesinada.