Justicia y Transparencia exige mayor divulgación de la constitución y más respeto de la clase política

La Fundación Justicia y Transparencia (FJT), con motivo del 173 aniversario de la Constitución Dominicana, pidió a los dominicanos empoderarse y exigir sus derechos, en consonancia con los dictados por la carta magna, como única garantía de la institucionalidad y la gobernanza democrática en beneficio de la colectividad.

El presidente de Justicia y Transparencia, Trajano Potentini demandó de las autoridades competentes, Ministerio de Educación, Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología y Tribunal Constitucional, el hacer valer y cumplir las disposiciones del artículo 63 numeral 13 de la Constitución cuando dispone; bajo el epígrafe Derecho a la Educación que: Con la finalidad de formar ciudadanas y ciudadanos conscientes de sus derechos y deberes, en todas las instituciones de educación pública y privada, serán obligatorias la instrucción en la formación social y cívica, la enseñanza de la Constitución, de los derechos y garantías fundamentales, de los valores patrios y de los principios de convivencia pacífica.

En consecuencia, Potentini entiende que la medida debe hacerse extensiva a las universidades y colegios privados, para con ello honrar efectivamente el voto constitucional del artículo 63.13, el cual también incluye a las universidades y a los colegios privados.

La fundación ve como el reto fundamental y reclama de la clase política dominicana, el concretar y hacer efectivo las conquistas constitucionales plasmadas en nuestra Carta Magna en el plano social, democrático y jurídico con la novedosa y revolucionaria adopción en su artículo 7 del denominado Estado Social y Democrático de Derecho.

Potentini entiende que las múltiples tareas y compromisos pendientes de cara a la implementación de la nueva constitución, empañan la institucionalidad y el clima democrático del país, emergiendo con ello el temor y la fundada preocupación de que estemos en presencia de una constitución meramente formal (un pedazo de papel) al servicio de la clase política para justificar y legalizar el ejercicio del poder.