La República

LA PRENSA POR DENTRO

Google y Facebook tras la caza de periodistas

Participantes en el panel: “La integridad de las noticias”, encabezado por los analistas Jeff Jarvis y Rosental Alves, de las universidades de Nueva York y Texas, respectivamente.

Wendy Santana de FranjulSanto Domingo

Ante la realidad de que Google y Facebook dominan el mercado de la información sirviendo de tráfico para el paso rápido y expansivo de los contenidos noticiosos, no hay más alternativas tecnológicas que montarse en ese tren y es casi un hecho que muchos periodistas trabajarán para estas compañías.

Aún no se puede hablar de que las plataformas digitales serán los nuevos medios de comunicación oficiales del futuro cercano, pero existe mucha preocupación al respecto, ya que hasta el momento avanzan como bola de fuego dejando atrás al periodismo tradicional.

La muestra más fehaciente es el interés que han puesto estas marcas digitales en contratar a periodistas profesionales para alimentar sus interfaces, mientras de manera paralela crean miles de fórmulas para negociar con las empresas de comunicación reconocidas.

Son los creadores del sistema online, de los códigos de fuentes que permiten la conexión directa de millones de personas al mismo tiempo en el mundo y eso es un negocio redondo. No tienen por qué regalarlo, entienden, y por eso hay que pagar por los servicios que ofrecen.

Pero el tema de cuestionamiento que más mantuvo en observación a los asistentes en la 73era Asamblea General de la SIP fue el del por qué si son los periodistas quienes mayormente alimentan las plataformas que tienen salidas financieras rentables, éstos deben pagar para mostrar lo que hace.

Peor aún: ¿Por qué los periodistas independientes o pertenecientes a algún medio de comunicación formal necesariamente tienen que valerse de Google o Facebook para impulsar sus noticias y someterse a sus reglas y supervisiones, mientras a ellos nadie los regula ni controla? “La democracia de la información” es el punto que raya en la oscuridad en esta revolución digital, sostuvo Martin Baron, director ejecutivo del diario The Washington Post, al abordar el tema y augurar que pronto tendrá que salir la luz para poder para hacerse un periodismo de calidad.

La solución Este año se ha puesto en evidencia la necesidad de combatir el fenómeno de la desinformación y la tergiversación de las noticias mediante legislaciones puntuales que permitan recuperar la confianza en la difusión de los hechos, según se resaltó en esta Asamblea .

También el paso hacia adelante en favor del periodismo profesional que han dado Google y Facebook al manifestar su marcado interés en trabajar con profesionales de la comunicación, en vez de improvisados muchachos que no saben lo que hacen.

No obstante, salió a reducir en la jornada, que muchos periodistas se niegan a trabajar para estas empresas por entender que les quitan originalidad al colgar sus producciones de manera indistinta, mezclada con todo tipo de información proveniente de cualquier fuente noticiosa: falsa o verdadera.

La negociación que se está llevando a cabo es crear unas normativas que diferencien el contenido serio, profundo y objetivo con el que no lo es.

La respuesta de Google y Facebook es positiva. Quieren ir a la caza de periodistas buenos. El problema es que la prensa no se quiere acercar, dicen.

Una de las principales propuestas que se expusieron en la sesión de trabajo de la SIP fue que los editores o medios de comunicación lleven el periodismo a donde están las personas: “En Facebook, en Twitter, en Snapchat en WeChat, donde sea que estén, y sean parte de su conversación”, al considerar que los medios deben de reflejar a los consumidores.

(+) RECONOCIMIENTO AL PERIODISMO PROFUNDO

Siendo director del periódico Boston Glode, Martin Baron marcó un precedente en el periodismo moderno al promover la investigación sobre pedofilia en la iglesia Católica, historia que fue llevada al cine con la película Spot Light y logró ser un éxito.

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