La República

EXPERIENCIA

Jóvenes se atrevieron a ponerse en el lugar de personas con discapacidad

Fotografo: Adriano Rosario

Santiago Benjamín de la CruzSanto Domingo

Con sus ojos vendados y un bastón blanco en sus manos, un grupo de ocho jóvenes se atrevió ayer a ponerse en el lugar de personas con discapacidad visual, mientras que otras cinco, entre ellas un niño, interpretaron tener discapacidad motora, y postrados en una silla de ruedas experimentaron cómo es la vida de los ciudadanos con condiciones especiales.

El grupo de jóvenes que vivió la experiencia de estar en el lugar de personas con discapacidad visual y motora, pertenece a la Red de Asesores de Ayuntamientos Juveniles e Infantiles (Redaji), y ayer pudieron comprender cómo una persona especial puede trasladarse en la calle, y las vicisitudes que pasa cuando en las aceras no hay un elemento indispensable para ellos: la rampa.

La iniciativa de realizar un taller para de sensibilización con respecto a la discapacidad nace de la Fundación Pro-Bienestar de las Personas con Discapacidad (Probien), ubicada en la Calle Uruguay #18, Gazcue. Santo Domingo, Distrito Nacional, quienes explicaron que la misión es que la población sea más consciente con las personas especiales.

Federico Corporán, vicepresidente de Probien, quien se encargó de guiar a las personas que hacían el papel de tener discapacidad motora, explicó que el taller de sensibilización con respecto a la discapacidad se llama: “Atrévete a ponerte en mi lugar”.

“Este es un taller vivencial, que hace que las personas sin discapacidad aprendan y vivan la experiencia de cómo es el mundo de las personas con discapacidad y la entiendan”, explicó Corporán.

Manifestó que la mayoría de la población entiende que las personas con discapacidades son responsables de cualquier problema que tengan, “y no es así, en muchas ocasiones el ambiente es el que complica todo”.

“Atrévete a ponerte en mi lugar les muestra que el entorno es más responsable de las dificultades que tienen que las mismas personas. El ambiente en el que estamos es el responsable y nos puede ayudar a facilitarnos la vida y vivir plenamente”, consideró.

Puso como ejemplo el tema de las aceras, que si una persona en silla de ruedas tiene que subir o bajar por una acera que tiene una rampa, no tiene que necesitar ayuda de nadie.

“Cualquier persona puede ser libre, puede estudiar, puede moverse, o sea, no necesita ayuda, pero necesita la rampa, y la rampa no la ponemos nosotros”, precisó.

Corporán manifestó que también trabajan en Probien con el concepto de cómo se le puede llamar a una persona con discapacidad, sin tener que utilizar nombres que sean despectivos.

Dijo que también se enseñan temas de emergencias, entre los cuales está saber evacuar a una persona de un edificio.

Dijo que la dinámica la hacen cada vez que tienen grupos de personas interesadas, y que también dan cursos de lenguaje de señas gratuitos.

En tanto, los jóvenes que experimentaban tener discapacidad visual eran guiados por Noemí Gómez, quien trabaja para el Consejo Nacional de Discapacidad (Conadis),

Los participantes

Patria Rodríguez, quien es miembro de Red de Asesores de Ayuntamientos Juveniles e Infantiles (Redaji), experimentó tener discapacidad motora, y dijo que la motivó hacer el taller porque trabaja con niños, niñas y adolescentes en la creación de ayuntamientos juveniles, y están trabajando el tema de la inclusión y las personas con discapacidad.

“Las personas son discapacidades deben ser incluidas en todo y la sociedad dominicana debe adaptar las aceras y los lugares de acceso para que puedan integrarse en todas las actividades”, expresó.

Asimismo, Juanderi Herrera, estudiante de Derecho, también es miembro de Redaji, y explicó que han entendido que el tema de inclusión es sumamente importante, porque además de que forma parte de la Declaración de los derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, entiende que todos deben formarse en esos temas.

“Tenemos que formarnos para de esa manera poder aplicar esos conocimientos en aras de que las personas con discapacidades sean tomadas en cuenta en nuestra sociedad”, precisó.

Franmi Almonte, estudiante de Ecología y Gestión Ambiental, también miembro de Redaji, puntualizó que la experiencia de “Atrévete a ponerme en mi lugar”, fue muy satisfactoria y que lo sensibilizó mucho.

“Hemos experimentado cómo es el día de una persona con discapacidad y eso nos hace ser más comprensivos”, agregó.