Un hombre, un barrio y unos muchachos

Con un cura que apostó siempre por los jóvenes, llegó un gran Señor, no sólo con ideas, se entregó y asumió el barrio de Cristo Rey, como suyo, desde entonces el susurro, “ese hombre tan rico y camina con nosotros, comparte con nosotros”, unos iban a observar, otros se integraban y así se marcó una época.

Olga Sánchez

Era una vez, un barrio, quizás el más popular de la ciudad capital. En su mayoría la población era gente proveniente del cibao, el barrio conservaba las características de las regiones de sus inmigrantes, el folklor, modo de alimentarse, hasta en los gestos para saludar era notorio que exhibían una forma muy respetuosa, pero la solidaridad era el elemento más preponderante en toda su gente, era un sector sumamente excepcional. La sensibilidad y la hospitalidad de su gente, por mucho tiempo lo identifico, como uno de los mejores lugares para vivir, no solo por su gente, sino por lo estratégico de su ubicación, casi en el centro de la ciudad capital.

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