La República

Puerto Rico

“Me voy, pero no me voy”

El drama de los dominicanos damnificados en Puerto Rico, pero atados a quedarse en la isla

Román Pérez ReyesSan Juan, Puerto Rico

La madrugada del 20 de septiembre ellas tomaron una errada decisión al poner en peligro sus vidas. Por suerte, solo tuvieron pérdidas materiales.

Hipaca de Jesús y su hija, Luz Paca, la primera dominicana nativa de Nagua, y la segunda traída muy pequeña a este territorio, decidieron quedarse, junto al resto de la familia, incluyendo un bebé de un año, en una frágil vivienda de blocks y zinc y desafiar la advertencia sobre los peligros del huracán María.

Cerca de las dos de la madrugada el techo de su vivienda, y las de casi todo Villas del Sol, en Toa Baja, poblados por dominicanos, volaron, dejando penetrar la gran cantidad de lluvias que caía.

“Yo estaba con mi esposo, una sobrina y su bebé, de un año y un mes, y cuando vino esa brisa comenzó a llevarse los zinc, y nos metíamos debajo de uno, y lo arrancaba, hasta que amanecimos en claro”, narró Luz Paca.

Para colmo de males el río La Plata inundó todo el barrio, que se formó en los solares de un antiguo ingeniero, del cual se apropiaron criollos y puertorriqueños, sin los más elementales servicios, como agua potable y sanitario.

Como consecuencia de “haber amanecido bajo lluvias”, el niño hoy está en un centro médico con bronquitis.

A la pregunta de por qué no salieron a tiempo, distintos fueron los argumentos, uno de ellos que no se les avisó a tiempo, otro que “Irma no hizo nada y pensaron que María sería igual”, pero hay otros que dicen es fundamental.

“Yo le dije a mi mamá que no podemos seguir así, que nos vamos para Santo Domingo, porque esto no es vida, pero tenemos que esperar el censo del Fema. O sea nos vamos, pero aun no nos vamos”, dijo Paca en el momento se recoge lo poco que le quedó.

Se refiere a la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (Fema), que junto a la Guardia Nacional y otras agencias federales son las encargadas de llevar y coordinar toda la ayuda a los necesitados por toda la isla.

Previo a la entrega de alimentos, y otros materiales para la reconstrucción de viviendas los afectados se deben enlistar, situación que ha comenzado a desesperar a muchos, que reclaman ayuda inmediata, en esta isla que no tiene agua potable y el servicio de energía eléctrica aún es crítico.

La comunidad dominicana está recibiendo ayuda directa del gobierno que la envía a través de la Cancillería y el cónsul Carlos Grullón. Para esto ha recibido el apoyo de la línea Air Century, que ha mantenido los vuelos a la isla, no solo llevando y trayendo pasajeros, sino también alimentos y otros útiles.

Tags relacionados