La República

Doña Divina relata enfurecimiento del mar y sus amenazas

Divina Peralta señala la entrada del agua de mar a su casa.

Doña Divina Peralta prefirió quedarse en su hogar, frente a las costas y al lado de un río, en el sector Río Mar, de esta ciudad, y arriesgarse a perder la vida, a sabiendas de que la zona era sumamente vulnerable debido al trayecto del huracán María, de categoría 3.

En efecto, eran las 4:00 de la mañana de ayer cuando el sonido de la corriente de agua que chocaba contra la madera y en las patas de su colchón la despertaron. El río de al lado, que cruza debajo de un puente y desemboca en el mar, ubicado al frente del hogar de Divina, se había desbordado.

Al salir de su vivienda despavorida, cuenta que vio a algunos vecinos que, como ella, decidieron quedarse, vociferando con angustia que el mar se había metido. “Yo estaba asustada; yo nunca había vivido esto. Yo sé que el mar está cerca, pero nunca se había puesto de esa manera”, afirma Peralta.

Ella vive sola, tiene 59 años y sus hijos están en la capital. Dice que hace mucho no tiene contacto con ellos y que su esposo murió hace algunos años. También asegura que su vivienda es lo único que le queda.

“Las autoridades vinieron ayer (el miércoles) e intentaron sacarme pero yo me quedé porque lo único que yo tengo son estas cositas y si yo las dejo se la llevan los ladrones”, justifica Divina.

Según el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) de Nagua, el huracán María dejó 40 localidades incomunicadas en el municipio de Arroyo al Medio, 10 más sin comunicación en el distrito municipal La Gorda y alrededor de 5,000 personas entre desplazados y refugiados en toda la provincia María Trinidad Sánchez.

Por otro lado, en el malecón de Samaná las calles estaban inundadas y uno de los barcos se encontraba virado en la costa, al parecer, arrastrado por el fuerte oleaje producto de los vientos huracanados de María.

Los organismos de socorro de Samaná indicaron que hay al menos 2,000 personas entre desplazadas y refugiadas en toda esa provincia.

Tanto en María Trinidad Sánchez como en Samaná, desde las 6:00 de la mañana hasta la noche, las lluvias no se detuvieron, salvo en pocas ocasiones.

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