ASESINATOS
Una vieja rencilla y la venganza por un asesinato, el detonante de la tragedia en Los Guandules
El pasado domingo dos personas fueron asesinadas y ocho resultaron heridas durante una riña provocada por viejas rencillas personales en el sector Los Guandules de la capital.
Una de las sobrinas de Johan Manuel Zapete, alias Chinito, de 23 años, contó que su tío fue asesinado de dos estocadas que les provocó un joven solo identificado como “Marquito”, con quien había tenido problemas personas desde hace varios años.
“Al mediodía del domingo mi tío salió en un motor a una compraventa de por aquí a buscar unos tenis, y Maiquito lo estaba asechando, y cuando vio que él regresaba, lo esperó y le dio dos puñaladas”, explicó la sobrina de una de las víctimas.
La joven reveló que su pariente fue llevado inmediatamente al hospital para tratar de salvar su vida, pero dos horas después falleció, dejando dos niños de dos y cuatro años en la orfandad.
La sobrina de Johan aseguró que su tío había estado preso hace dos años por pelear con el nombrado “Maiquito”, y que en estos días se estaba dedicando a conchar en su motocicleta.
La muerte de Johan provocó que una multitud de personas con armas de fuego y puñales salieran a vengar la muerte de Chinito y agredieron a varias personas residentes en el Los Guandules.
En el enfrentamiento que hubo fue asesinado a puñaladas Einson Soriano, de 21 años.
La Policía Nacional informó que en el suceso resultaron heridos Yeison Delgado, de 23 años; Gabriel José Ramos Delgado, de 32; Wilgen Alejandro Fidel Checo, de 29; Carlos Salas Sánchez, de 23; Starlin Manuel Crisóstomo García, de la misma edad; Diego Alejandro Brito, de 21; Marino Belén, de 32 años, residente en Villa Mella, y Alexander Díaz.
El cuerpo del orden público también precisó ayer que las personas heridas se encontraban detenidas para fines de investigación, y que activaron la localización de los nombrados “Marquitos”, “Puñalá”, “Ricky” y “Chiva”.
Desde tempranas horas de ayer había un gran contingente policial en Los Guandules, para evitar que ocurriera cualquier inconveniente durante los velorios de las víctimas.