Ingresos de vendedores y cuidadores de carros en Najayo se desploman por salida presos Odebrecht

El frente del recinto carcelario luce solitario y ya no se observa la gran cantidad de personas que iban a vender diversos productos.

Allí sólo permanece el señor José Pérez, quien tiene un puesto de vender mangos y asegura que la venta ya no es la misma.

En la explanada frontal del recinto penitenciario aún quedaban varios vehículos de lujo estacionados. Poco a poco fueron saliendo sus propietarios.

Uno de los niños que se gana la vida cuidando vehículos y haciendo mandados narró que desde que se marchó la gran cantidad de los imputados en el caso Odebrecht, la situación para ellos no ha sido igual.

"Para ese entonces yo me llevaba para mi casa diariamente aproximadamente mil quinientos pesos, pero ahora no alcanza ni a los quinientos pesos", enfatizó.

En la cárcel guardaban prisión Juan Temístocles Montás, Andrés Bautista, Máximo De Óleo Ramírez, Ruddy González y César Sánchez, a quienes la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia le varió la medida de coerción y Conrado Pittaluga, a quien se le impuso arresto domiciliario. Todos ellos acusados de haber recibido y manejado sobornos de la empresa brasilña para entregarles la ejecución de obras públicas.

Las visitas

Las visitas al Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo-Hombres, donde solo quedan Ángel Rondón y Víctor Díaz Rúa, implicados en el caso Odebrecht, no cesaron ayer desde temprana hora de la mañana.

A pesar de que fue limitado el horario de visitas a los únicos dos implicados que se encuentran en el recinto carcelario, al lugar acudieron desde las 10 de la mañana hasta pasado las 3:00 de la tarde, familiares, amigos y allegados.

Entre las personas que visitaron a los imputados se encuentran la esposa y los tres hijos de Ángel Rondón, el abogado Rafael Ureña, los hijos de Díaz Rúa, el periodista Danny Alcántara y el empresario César Motors, entre otros.