La República

Caso envejecientes

Respaldan demandas editoriales del Listín

Críticas. Este diario ha expuesto las precariedades y abandono en que vive gran parte de la población de envevejciente del país.

El Colegio Médico Dominicano (CMD), gremios de la Salud y la Sociedad Dominicana de Geriatría manifestaron ayer su respaldo a las demandas editoriales hechas por LISTÍN DIARIO a favor de los envejecientes y pidieron al Gobierno poner sus ojos en esta población que va en aumento en el país.

El presidente del CMD, Waldo Suero; el secretario de asuntos gremiales, Luis Peña Núñez; el dirigente de gremios de enfermería, Virgilio Lebrón, y la presidenta de la sociedad que agrupa a los médicos geriatras, Rose Nina, coincidieron en citar las limitaciones en que se desenvuelve la población envejeciente dominicana, debido a la falta de inversión y de aplicación de políticas y acciones que garanticen sus derechos.

Eso se evidencia, de acuerdo al presidente del CMD, en el abandono que exhiben muchos adultos mayores que deambulan y mendigan en las calles; en las precariedades en que se desenvuelven los hogares de ancianos y en las dificultades de acceso a alimentación, atención en salud y seguridad social.

Respecto al tema, la doctora Nina, quien trabajó en la elaboración de la Ley 352-98 sobre Protección a la Persona Envejeciente, dijo que si esa legislación se cumpliera, la población dominicana tendría garantizada una vejez digna, pero que lamentablemente la norma se ha ido violando y manipulando de manera antojadiza por quienes tienen el deber de aplicarla. La especialista explica que la ley aprobada en el 1998 es de avanzada y ajustada a criterios de países desarrollados, e incluye todos los derechos y deberes con la población mayor de 65 años, “que debió ser de 60 años en adelante como lo define la OMS”, reflexiona la profesional, y agrega que esta creó el Consejo Nacional de la Persona Envejeciente e incluía 13 instituciones como vigilantes de esos derechos.

La ley buscaba, agrega, una seguridad social para todo ser humano mayor de 65 años, establece desde descuentos en cine y en la consulta médica, hasta las prioridades en las filas y en el trasporte, entre otros beneficios que nunca se han aplicado.

Dijo que los hogares de ancianos ocupan apenas el 0.2 por ciento de la población envejeciente, por lo que el problema de la vejez en el país es mucho mayor, ya que no hay una seguridad que garantice que a esas personas que llegan a esas edades se les aplique la ley. “La Ley fue distorsionada, se cambió el reglamento y se ha estado violando”, insistió.

La doctora Nina asegura que ahora no hay protección, ni derechos ni deberes, y que “no es que estén abandonados, es que no se han hecho las cosas correctamente, se ha distorsionado la ley y un grupo de personas la manejaron a su antojo, al punto que poco a poco se le han ido cambiando acápites de manera unilateral”, señaló al ser entrevistada por la vía telefónica.

Entiende la presidenta de la Sociedad Dominicana de Geriatría que la inversión en esta población se debe establecer basada en las necesidades, porque ese sector necesita apoyo en salud y en su desarrollo a nivel educativo y socioeconómico. “La vejez no puede verse como que se acaba la vida, sino como otra etapa de desarrollo donde las personas pueden desarrollar habilidades que no habían podido hacer, eso se hace en países desarrollados, donde hay escuelas para adultos mayores y se incentiva”.

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