LA EMERGENCIA DE LAS EMERGENCIAS
Pasan hasta seis horas para ver a un médico
MUCHOS OPTAN POR ACUDIR A LAS EMERGENCIAS PARA SER ATENDIDOS EN MENOS TIEMPO
Esperas de cinco y seis horas para consultar un médico especialista se han hecho comunes en cualquier sala de consulta externa de clínicas privadas y hospitales de la capital.
Esto lleva a la desesperación de muchos pacientes que con frecuencia se ven obligados a dedicar mañanas completas y tardes que se extienden hasta la noche para poder recibir la evaluación médica, dando paso a que muchos prefieran acudir de inicio a las emergencias de los centros para ser atendidos en menor tiempo.
A esta larga espera, se suman otros inconvenientes, como los altos costos por co-pagos, cobros que ha sido dejado por el sistema nacional de salud a la discreción de cada especialista, así como dificultades de parqueos o cobros adicionales por el uso de los mismos.
Esta discrecionalidad hace que el pago de “diferencias” por una consulta oscile entre los 500 y 2,500 pesos en pacientes afiliados al Seguro Familiar de Salud (SFS) y hasta de 6,000 pesos en una primera consulta en pacientes privados, dependiendo del médico y la clínica donde ejerza.
Los principales testigos de las largas horas de espera son pacientes que frecuentan especialistas de alta demanda como pediatras, gineco-obstetras, cardiólogos, endocrinólogos, gastroenterólogos y dermatólogos, a lo que se suman otras especialidades donde el número de profesionales es menor, como neurólogos, otorrinolaringólogos, hematólogos, cirugía estética, entre otros.
Las razones de la espera son muchas. La doctora Ramona Mercedes, pediatra que ejerce en San Francisco de Macorís y docente universitaria, lo atribuye básicamente al pluriempleo a que está obligado el médico para obtener los ingresos económicos que le permitan vivir con estabilidad y dignidad.
Además de su consulta privada, la mayoría de los especialistas asumen múltiples compromisos, ya que muchas veces trabajan en el sector público, en el IDSS, en hospitales de las Fuerzas Armadas y son docentes. Además antes de acudir a la consulta deben “pasar visita” a sus pacientes ingresados; realizan procedimientos, o se ven precisados a atender primero cualquier emergencia médica que se presente.
Irrespeto Las opiniones son variadas, pero la mayoría de los pacientes consultados coinciden en que se sienten irrespetados cuando un médico fija consulta a determinada hora y todavía cuatro horas después no ha llegado al consultorio ni se da una explicación al respecto.
“Es frecuente que las secretarias informan que el médico empieza a consultar a las 4:00 de la tarde, aunque en realidad llega después de las seis, pero el paciente debe estar por lo menos a las 2:00 de la tarde para asegurar ser de los primeros en atenderse”, afirma Rosa una de las pacientes que cuenta sus experiencias Listín Diario.
Algunos médicos han implementado el método de citas previas, con buenos resultados, pero en muchos casos esos horarios son también irrespetados. A esto se suma, dice Raisa, otra usuaria obligatoria del servicio debido a su condición de embarazo, que demás de llegar tarde, en un turno vespertino el médico atiende hasta 25 pacientes.
“El otro día llegué a las 4:00 de la tarde, una hora antes de la cita que me asignaron que era a las 5:00 y como quiera salí pasadas las 8:00 de la noche”, señala.
Martina dice que muchas veces ha pensado en cambiar de ginecóloga, porque son esperas interminables dado el volumen de paciente que recibe, pero que no lo hace porque por lo general la mujer no le gusta cambiar ese tipo de médico, luego que le tiene confianza.
Algunos centros privados han recurrido a la colocación de pantallas o televisores en las salas de espera de consultas, donde se difunden documentales o películas que ayudan a distraer al paciente mientras espera.
Parqueos Otro gran tormento que describen las usuarias de los distintos centros de salud de la capital, es encontrar parqueos. La mayoría han establecido cobros por horas en sus estacionamientos, y además han dado paso a la proliferación de parqueos de particulares en los alrededores y de “parqueadores” que han establecidos estacionamientos improvisados en la calle.
UNA ESPERA QUE DESESPERA A nivel público, la realidad es todavía más difícil, además de esperas de tres y cuatro meses para recibir la asignación de una cita médica especializada, el paciente se ve obligado a llegar en horas de la madrugada para colocarse en filas que le permitan garantizar un turno y entrar así al número de pacientes que el médico dispone ver ese día.
Filas que inician a las 4:00 de la madrugada no son extrañas en los grandes hospitales como el Darío Contreras y el Francisco Moscoso Puello, para solo citar dos casos, sobre todo de personas que viven en el interior y se trasladan allí en busca de un especialista.