PANORAMA POLITICO

Margarita fue escogencia sabia para unificar al PLD

Muchos dominicanos creen que una elección equilibrada en la cual el ganador, que se supone sería el presidente Medina, según dicen las encuestas independientes, podría ser la mejor solución en la competencia electoral porque evitaría avasallamiento en el Congreso y las alcaldías.

La nominación de Margarita Cedeño de Fernández ha sido acogida generalmente como sabia, porque termina de unificar al Partido de la Liberación Dominicana, PLD, y despeja la incógnita sobre un puesto al cual aspiraban varios de los hombres del círculo íntimo presidencial.

De su lado, la elección de Carolina Mejía de Garrigó, como candidata vicepresidencial del Partido Revolucionario Moderno, PRM, alentará por igual el ánimo del expresidente Mejía, quien si bien apoya al candidato Luis Abinader, no se había integrado de lleno a su campaña electoral.

La elección equilibrada, que le permita al PRM y a otros partidos de la oposición tener la representación en el Senado, la Cámara de Diputados y las alcaldías, reconfirmaría la noción de que las elecciones serán legítimas, como hasta ahora parece, pese a las denuncias.

Las quejas de sectores opositores se dirigen más que nada a que no se utilicen los fondos y recursos públicos en la campaña del Presidente y los candidatos partidarios, no así a la Junta Central Electoral, JCE, que ha reafirmado imparcialidad. Medina ha advertido sobre ese mal uso.

La reputación del país estaría también por el medio, por cuanto una elección avasallante, luego de una campaña abrumadora a favor del partido oficial y aliados, dejaría un mal sabor en la comunidad internacional que sigue muy de cerca el tema por la tradición de malas prácticas.

En reciente viaje de campaña electoral, el presidente Medina aseguró que tiene el 62% de la masa electoral, según sus propias encuestas, contra el 31 de su adversario el licenciado Abinader. De terminar así el resultado electoral, el oficialismo ganaría todo el Senado.

Otro estratega del presidente Medina dijo justamente eso, que como estaban las mediciones, el PLD y aliados se encaminaban a ganar las 32 provincias, casi una repetición de lo que ocurrió en las elecciones de Congreso y alcaldías en el 2010. Abinader refuta los datos.

Elección de Margarita La escogencia de la doctora Cedeño de Fernández era esperada aunque pocos se aventuraron a anticiparla, quizás por las divergencias que tuvo su esposo, el expresidente Leonel Fernández, con el actual Presidente y su sector político en el parto para aprobar la reelección.

Sin embargo, la doctora Fernández era la ideal por donde quiera que se analizara. Fue muy bien valorada internamente en las elecciones del 2012, lo que indica que su puesto de vicepresidenta no se lo dieron de manera gratuita sino que se lo ganó en la fragua del trabajo, con una tasa muy baja de rechazo.

Su designación el domingo por parte de Medina, en la víspera del Día Internacional de la Mujer, de seguro calmó ansiedades en el entorno del ex presidente Fernández, quien bien pudiera ver a su esposa en la boleta del 2020, si él determinara no volver a buscar la Presidencia.

La vicepresidenta ha tenido una agenda muy ocupada en asuntos que tienen que ver con el servicio a los más necesitados, ha estado presente en muchos momentos difíciles de la gente común y ha mantenido algunos programas del Despacho de la Primera Dama, que lo fue, y otros de su cargo.

El no haber nominado a la doctora Cedeño de Fernández habría mandado un mensaje extraño a la militancia del PLD y partidos aliados y uno muy grato para la oposición que sabe muy bien que la dirigente política suma por su trabajo en el partido y en el cargo vicepresidencial.

En las tareas vicepresidenciales, la doctora Cedeño de Fernández hizo lo debido: mantenerse leal al presidente, tomar su distancia en cuanto a los asuntos que le conciernen a él, y evitar la confrontación y los susurros de quienes pudieron haberla alentado a una postulación.

La disparidad entre el doctor Fernández y el presidente Medina, expresada públicamente a raíz de la modificación constitucional, fue tomada, al menos en apariencia, con un granito de sal por la Vicepresidenta, quizás pensando en la unidad partidaria y en su propio futuro en 2020.

Otra razón para poner a la Vicepresidenta a correr nuevamente como su compañera de boleta es el hecho de que Medina ha propalado en numerosas tribunas, que las mujeres son la fuerza motriz de su candidatura y que solo con el voto de ellas ganaría las elecciones.

Medina también se anticipó a los rumores de que el candidato opositor Abinader, nominaría como su compañera de fórmula a la señora Mejía de Garrigó, quizás la única mujer joven de rango y linaje que podría acometer una tarea que no se ve muy fácil.

La satisfacción de los partidarios con la escogencia del PLD, la sintetizó el periódico Vanguardia del Pueblo al decir: “Al escoger a Margarita Cedeño de Fernández para que lo acompañe de nuevo como candidata vicepresidencial, el presidente Danilo Medina reconoce y premia su excelente gestión como vicemandataria y sella de manera definitiva el triunfo electoral del PLD y fuerzas aliadas en primera vuelta”.

Carolina al ruedo La nominación de la señora Mejía de Garrigó la lanza al primer plano de la política, en momentos en que se percibe la necesidad de mujeres en los puestos electivos, primero que nada, porque es muy extendida la impresión de que son mejores administradoras y más honestas.

Aunque sin carrera política propiamente la candidata estuvo al lado de su padre, el expresidente Mejía en la toma de decisiones de Estado y trabajó en la Junta Monetaria del Banco Central en calidad de miembro durante buena parte del cuatrienio que él gobernó.

Como sangre nueva que llega al PRM, podría ser el factor necesario para animar la lánguida campaña electoral que hasta ahora ha impulsado Abinader. Quizás debió proponer el nombre de la candidata mucho antes, vacilación comprensible por compromisos políticos.

Se decía que la única oposición que había en el entorno de Abinader para que la señora Mejía de Garrigó fuera la nominada, era la propuesta del ingeniero Eduardo Estrella, presidente del Partido Dominicanos por el Cambio, político de arraigo de quien nadie habla mal.

Abinader, Carolina y sus aliados tienen la tarea de conquistar electores para que, en el peor de los casos, tengan ganancias de senadores, diputados, alcaldes y regidores, pasen la prueba como nuevo partido y estén listos para la competencia del 2020, ya que ambos son jóvenes.

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