Discurso de rendición de cuentas de Danilo Medina ante la Asamblea Nacional
Honorable Lic. Cristina Lizardo Mézquita,
Presidenta del senado de la República y de esta Asamblea Nacional;
Honorable Dra. Margarita Cedeño de Fernández,
Vicepresidenta de la República;
Honorable Lic. Cándida Montilla de Medina,
Primera Dama de la República;
Honorable Dr. Mariano Germán Mejía,
Presidente de la Suprema Corte de Justicia;
Honorable Dr. Milton Ray Guevara,
Presidente del Tribunal Constitucional;
Honorable Dr. Roberto Rosario Márquez,
Presidente de la Junta Central Electoral;
Honorable Dr. Mariano Rodríguez,
Presidente del Tribunal Superior Electoral;
Honorable Lic. Abel Martínez Durán,
Presidente de la Cámara de Diputados;
Honorable Dra. Licelotte Marte de Barrios,
Presidenta de la Cámara de Cuentas;
Honorable Dra. Zoila Martínez Guante,
Defensora del Pueblo;
Su Excelencia Reverendísima Monseñor Jude Thaddeus Okolo,
Nuncio Apostólico de su Santidad y Decano del Cuerpo Diplomático acreditado en el país;
Honorables Miembros del Cuerpo Diplomático y Consular Acreditados en la Republica Dominicana;
Honorables Miembros de Organismos Internacionales acreditados ante el Gobierno de la República Dominicana;
Honorables Miembros de la Asamblea Nacional;
Señores Ministros y demás funcionarios del Gobierno;
Autoridades Civiles y Militares;
Invitados Especiales;
Pueblo dominicano;
Este es el cuarto y último año de este periodo en que tengo el honor de comparecer ante ustedes.
Una vez más, en el día en que honramos a la Patria Dominicana y a sus héroes, me presento ante este Honorable Congreso de nuestro pueblo, para rendir cuentas del gobierno.
Recuerdo muy bien cuando me dirigí ante ustedes el 27 de Febrero del año 2013, cuando llevaba apenas 6 meses siendo Presidente.
Muchos creían entonces que veníamos a hacer un gobierno corriente. Que no nos atreveríamos a realizar grandes transformaciones. Que veníamos solo a gestionar lo existente. Se equivocaban.
Llegamos al gobierno con un objetivo claro. Un objetivo difícil, que necesitaría de mucho esfuerzo, pero muy claro. Cambiar la República Dominicana, cambiarla para siempre.
De pie en este mismo podio, les dije que no serían pocas las batallas que tendríamos que librar, pero que para librarlas contábamos con el ejemplo de nuestros héroes y libertadores, quienes nunca se apartaron de su rumbo.
Ese es el rumbo que hemos seguido estos cuatro años. Y efectivamente, con el ejemplo de nuestros próceres, con trabajo constante y, sobre todo, con el apoyo entusiasta de nuestro pueblo, la República Dominicana está cambiando.
Estamos librando una batalla tras otra y las estamos ganando. Luchamos contra una idea, una idea vieja, desgastada, que ha hecho mucho daño a este país.
Hablo de la idea de que las cosas no pueden mejorar. De que hay metas que otros países pueden alcanzar, pero nosotros no. De que hay sueños que nos están vedados.
Todos ustedes conocen bien esa idea, la han oído mil veces, algunos hasta le han puesto nombre, la han llamado el pesimismo dominicano, e incluso se le han dedicado libros.
Pero ha llegado ya el momento de cerrar esos libros.
Ha llegado el momento de creer en nosotros mismos.
Ha llegado la era del optimismo dominicano!!
Yo siempre he tenido la certeza de que somos capaces de hacer grandes cosas. Y en el 2012, el pueblo dominicano decidió creer en nuestro proyecto y apostar a que SÍ se podía cambiar.
Decidimos entonces que lo que logran otros países, si queremos, lo podemos lograr también. Que absolutamente ningún sueño es demasiado grande. Que podemos y debemos hacer lo que nunca se ha hecho.
El pueblo ya se cansó de pesimismo y se cansó de excusas. Porque nuestra gente sabe bien que el que quiere realmente hacer algo encuentra la forma, y el que no quiere, encuentra una excusa.
Hemos abierto los ojos y ahora vemos con claridad…
Que decir que el hijo de un hogar humilde no merece una buena educación, no es más que es una excusa.
Que creer que siempre va a haber analfabetos, es una gran mentira.
Que pensar que la salud es solo para el que la puede pagar, es otro gran engaño.
Que cosas como un estado de bienestar, o incluso el metro, o el 911, las tienen solo en Europa, nada de eso es verdad.
Que la República Dominicana siempre va a ser un país pobre, esa es la mentira más grande de todas.
Eso es lo que este gobierno ha venido a cambiar. Eso es lo que estamos demostrando. Que sí podemos.
Este país vuelve a tener esperanza, porque el cambio se nota, se nota en la calle y se nota en los pueblos.
No es una promesa, no es una oferta, es una realidad. Una realidad que se abre camino, paso a paso, día tras día.
Los dominicanos hemos recuperado la confianza en nosotros mismos, hemos recuperado el rumbo, y ya nadie puede pararnos.
Esta es nuestra revolución. Es una revolución de las expectativas, de la confianza y de la fe. Y es también una revolución material. De escuelas llenas, de hospitales nuevos, de campos sembrados y de comida en la mesa.
Esta es la revolución que les prometí. Esta es la revolución que estamos haciendo realidad. Una revolución que, en el fondo, es muy sencilla.
Trabajamos simplemente para que cuando un niño, o una niña, nazca en este rincón de las Américas que es nuestra patria, tenga todo lo necesario para crecer sano y feliz y ser todo lo que quiera ser. Que nunca más les digan a nuestros hijos e hijas que no pueden.
Esta es nuestra revolución, pacífica, ordenada, casi silenciosa, pero totalmente real.
Hay un país que en menos de cuatro años ha sacado de la pobreza a más de 950,000 personas.
Mientras otros entran en crisis económica, hay un país que está creciendo al 7%.
Hay un país que ha creado empleo para su gente durante 40 meses seguidos.
Mientras otros recortan en salud, hay un país que ha ampliado la cobertura a toda su población pobre.
Hay un país que, en menos de 4 años, ha puesto en marcha la mayor revolución educativa de su historia.
Hay un país de 10 millones de habitantes que ha recibido 5 millones 600 mil turistas este año.
Hay un país en el que la salud, la educación, el crédito y la vivienda son cada vez más derechos reales de cada uno de los hombres y mujeres que lo habitan.
Y si alguien les pregunta ¿que país es ese?, pueden decirles, con confianza, con una sonrisa: ese es mi país, esa es la República Dominicana!
Señoras y señores,
Vayamos paso a paso. Veamos lo que sucede en nuestra región, para tomar un poco en perspectiva y ver hasta qué punto tiene sentido recuperar la confianza en nosotros mismos.
Este año, América Latina crecerá apenas un 0,2%, con alguna de sus principales economías adentrándose en la recesión.
Por el contrario, la República Dominicana, creció un 7% en 2015 y se prevé que siga por el mismo camino en 2016.
Mientras otros países de la región se estremecen por la crispación política, por el enfrentamiento entre gobierno y sectores productivos, o por las luchas entre las clases sociales, nuestra realidad es muy diferente.
Los dominicanos hemos logrado crear un clima de cooperación y de confianza que une a todos, al pueblo, al gobierno, a los productores, a los empresarios, a todas las regiones y los credos, en torno a un proyecto compartido.
Un proyecto que ilusiona a todos, porque necesita de todos y mejora la vida de todos. Este es nuestro proyecto.
Esto explica nuestro crecimiento, esto explica que cada día seamos más fuertes. Y es justo que nos paremos un momento y nos felicitemos por ello, porque ni la paz, ni la prosperidad llegan a un país fruto de la improvisación.
Todos recordamos con amargura lo que pasa cuando el rumbo de un país no está claro.
Y todo estamos viendo también lo que es posible lograr cuando la única brújula de un gobierno es su pueblo.
Estamos creando una República Dominicana más grande, porque nuestra patria es más fuerte cuanto más unida esté nuestra gente, cuanto más integrada se sienta en un proyecto común de país.
Honorables Asambleístas,
Para los que tienen predilección por las estadísticas y prefieren el lenguaje de las cifras, a continuación les voy a dar algunas.
Les prometí que lucharía por una República Dominicana con una amplia y fuerte clase media. Y la clase media que era de 20.7% a principio de nuestra gestión creció 8 puntos porcentuales y hoy es del 28.9%.
Tras crecer en promedio 6,5% entre 2013 y 2014, nuestro país creció un 7% más en 2015.
Este ritmo de crecimiento se logró en el contexto de baja inflación. Durante el período 2013- 2015, la inflación creció a un promedio anual de 2.88%, el menor promedio histórico para los primeros tres años de un periodo gubernamental desde 1970, es decir de los últimos 46 años y niveles de reservas internacionales sin precedentes, que representan 3.6 meses de importaciones, superando los 3.0 meses exigidos por el FMI.
Este excelente desempeño estuvo impulsado por el desarrollo de sectores como el de la construcción, que en el último año creció 18.2%, del comercio (9.1%), servicios bancarios (9.2%), Enseñanza (8.6%), Transporte y Almacenamiento (6.4%), Hoteles, Bares y Restaurantes (6.3%), Zonas Francas (5.8%), Salud (5.8%), Manufactura Local (5.5%), y otros servicios (4.1%).
Otro dato consistente con el excelente momento que vive nuestra economía es el dinamismo exhibido en la cartera de préstamos al sector privado del sistema financiero consolidado, con un aumento de 88,670 millones de pesos, equivalente a un crecimiento de 12.6% en términos anualizados.
Y nos complace especialmente que en estos años el segmento de la cartera de crédito que mostró mayor crecimiento en términos relativos fueron los préstamos a las Microempresas, que prácticamente se duplicaron al pasar de RD$11,598.4 millones en diciembre de 2012 a RD$22,701.1 millones en diciembre de 2015.
Adicionalmente, los préstamos a los sectores con mayores crecimientos promedio en esos 3 años fueron Construcción (24.0%), Consumo (17.5%), Comercio (17.1%), Industrias Manufactureras (14.2%), Adquisición de Viviendas (13.3%) y Hoteles, Bares y Restaurantes (12.3%).
Este es un retrato económico que, si me permiten decirlo, es la envidia de cualquier país de la región.
Pero soy consciente de que hay quien gusta de poner en duda las cifras que damos desde el gobierno, así que también voy a darles algunas que nos llegan de fuera.
Porque nuestro progreso también es reconocido en el exterior, en los últimos 4 años, el país ha tenido una asombrosa escalada de 33 posiciones en el ranking Doing Business, elaborado por el Banco Mundial.
Subimos tres puestos más en el Índice de Competitividad Global 2015-2016, si se compara con la medición del año pasado. El país pasó de la posición 101 a la 98 de un total de 140 países que estudia el Foro Económico Mundial. En los últimos 5 años el país ha ascendiendo 12 posiciones.
En tres años pasamos también de la posición 10 a la 7 en el Latin Business Index 2015, reconociendo avances en aspectos como el capital mínimo para empezar un negocio, reducción en el plazo para establecerlo o para obtener permisos de construcción.
Todo esto se ha logrado a través de una estrategia que incluye diversas medidas, entre ellas la facilitación del asentamiento de la inversión a través de la Ventanilla Única de Inversión (VUI).
Se ha prestado asistencia técnica a 1,618 inversionistas y potenciales inversionistas, y se han realizado más de 15 misiones de inversión al exterior, logrando contactar cerca de mil nuevos potenciales inversionistas.
El 2016, a pesar de ser periodo electoral, no parece preocupar a los inversionistas que, continúan llegando a buen ritmo a nuestro país, confiados en nuestra estabilidad democrática.
Las proyecciones apuntan a que la economía dominicana se expandirá en torno a un 6.0% en el 2016, en línea con su crecimiento potencial, con una meta de inflación de 4.0% y en un ambiente de estabilidad relativa de la tasa de cambio.
Se espera un déficit en cuenta corriente de alrededor del 2.0% del PIB y un ahorro de más de US$800 millones en la factura petrolera, que sumado al alcanzado en el 2015, significa un ahorro total de más de US$2,000 millones para la economía dominicana.
Los ingresos por divisas serían muy superiores a los US$24,000 millones, con exportaciones de más de US$10,000 millones, mientras que las divisas por turismo estarán por encima de US$6,500 millones, las remesas alcanzarían más de US$5,136.8 millones y la inversión extranjera directa está previsto que supere los US$2,400 millones.
Señoras y señores
Nunca me cansaré de decirlo: todo este crecimiento es importante, pero solo lo es en la medida en que alcanza a nuestra gente, en la medida en que transforma vidas, disminuye la pobreza y la desigualdad. Y en eso nos hemos centrado estos cuatro años.
Las cifras de reducción de la pobreza que tenemos son realmente esperanzadoras. Según los resultados obtenidos siguiendo la metodología del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y del Banco Mundial, entre el 15 de septiembre de 2012 y el 15 de septiembre de 2015; 950,192 dominicanos y dominicanas salieron de la pobreza.
Por supuesto, estas más de 950 mil personas no han salido de la pobreza por casualidad.
Han logrado mejorar su situación con su trabajo, gracias a que el empleo está creciendo. Y lo han logrado también gracias a la inversión contundente que estamos haciendo en la gente, a través de las políticas sociales.
Les daré un ejemplo. Hoy en día, una familia dominicana que tenga un hijo atendido en estancia infantil; otro hijo en tanda extendida; que cuente con los beneficios de la Tarjeta Solidaridad, que incluye los bonos "Comer es Primero", "Bono-Gas", "Bono-Luz" y las transferencias condicionadas por enviar a su hijo a la escuela, tiene un ahorro anual de más de 190,000 pesos. (Exactamente RD$192,564 o lo que es lo mismo, más de RD$16,000 mensuales)
Eso sin sumar los beneficios que obtiene al comprar medicamentos más baratos en las farmacias del pueblo o tener seguro subsidiado del SENASA.
Por todo esto, quisiera agradecer el trabajo incansable de la Vicepresidenta, Margarita Cedeño de Fernández, que nos ha apoyado para que esos programas sociales se manejen con responsabilidad y de acuerdo a los estándares de transparencia que son nuestra seña de identidad.
Pero sabemos, por supuesto, que para alguien que todavía sigue siendo pobre, que aún está cogiendo lucha, esa cifra parece vacía. Y me identifico con ellos, porque aún no estoy satisfecho, aún hay muchas más personas a las que vamos a ayudar.
Nuestra meta como país debe seguir siendo dejar atrás para siempre la pobreza extrema y la desigualdad.
El año pasado, como recordarán, nos comprometimos a iniciar un programa específico en este sentido y ya estamos avanzando en él.
Para ello, la vicepresidencia de la República, en colaboración con el Banco Mundial, ya ha puesto en marcha un plan que contempla el apoyo a 180,000 personas.
Además, el gobierno dominicano tiene diseñado otros programas que nos permitirían ampliar esa cobertura y lograr reducir hasta el 1%, es decir, casi por completo, el total de los dominicanos en extrema pobreza.
Sin embargo, a medio y largo plazo, la única manera de combatir la pobreza de manera sostenible y lograr nuestra meta de ser una sociedad de clases medias es la creación de empleo.
Crear nuevos puestos de empleo dignos y formalizar los existentes fue nuestro principal objetivo al llegar al gobierno, y hoy podemos decir que es una meta que hemos cumplido.
En enero de 2016 creamos el puesto de trabajo número 400,000. Tras 40 meses consecutivos de crecimiento y generación de empleo.
Ahí están los datos del ministerio de trabajo y de la Seguridad Social para corroborarlo.
Y déjenme decirles que lograr esas cifras no ha sido magia. No ha sido casualidad. No ha sido improvisación.
¿Cómo lo estamos logrando?
Estamos aplicando una estrategia doble: por un lado, hemos reforzado y revitalizado los sectores tradicionales de nuestra economía, como son el campo, y las manufacturas.
Por otro, hemos avanzado en integrar a nuevos sectores sociales en la economía formal. Por ejemplo, apostando por nuestros pequeños emprendedores, que a veces solo necesitan ese primer crédito para poner en marcha su negocio. O buscando nuevos modelos de turismo y más inversiones.
Empecemos hablando del campo. Como saben, este Gobierno se comprometió a cambiarle el rostro al campo dominicano.
Esta es una promesa que he renovado personalmente, semana tras semana, visitando a comunidades y productores en cada una de nuestras provincias. Porque el campo es el alma de la República Dominicana y solo dándole vida podemos aspirar a transformar el país.
He realizado 129 visitas sorpresas en todo el país. Esto se tradujo en 657 proyectos asumidos con las comunidades. Compromisos que se han traducido en inversiones por más de 16,376 millones de pesos, los cuales ya han generado más de 100,000 empleos directos y más de 180,000 indirectos.
Lo que hemos logrado, aquí también, es desterrar falsos mitos, y recuperar la confianza en nuestras fuerzas productivas.
Hasta hace muy poco, se le decía a la gente en el campo que allí no tenían futuro, que vendieran esas tierras y se fuesen a trabajar a la capital, o a otro país.
Hasta hace muy poco, si la gente quería sacar adelante un proyecto, tenían que tomar préstamos con usureros o peregrinar en busca de apoyo.
Nosotros hemos salido a buscarlos. Les hemos dicho, quédense aquí, en su tierra, necesitamos de su trabajo y necesitamos de sus cultivos. Y no se preocupen, porque toda la ayuda que necesiten para ponerse a producir, nosotros se la vamos a dar.
Y eso es exactamente lo que hemos hecho. En 2015, la producción de alimentos llegó a los 132.3 millones de quintales. Esto es un 5.6% más que el 2013. Es justo decir también que, a pesar de la pertinaz sequía que vivimos el pasado año, el buen desempeño de nuestro sector agropecuario en los 6 primeros meses del año logró compensar la falta de agua y cerrar el año con un crecimiento del 1%. Esto explica que hoy somos una de las pocas naciones del mundo que produce más del 80% de los alimentos que consume. Otro motivo más para sentir orgullo de nuestros productores!
Y de nuevo, esto no es algo que dice el presidente o su gobierno.
El éxito de nuestra iniciativa ha sido ampliamente reconocido fuera de nuestras fronteras, por el PNUD, por la FAO y por las delegaciones de países hermanos que han querido conocerlas de primera mano.
Por todo esto podemos decir que, si alguien afirma que estas visitas no tienen importancia, es porque esa persona no conoce la realidad del pueblo dominicano.
Y me alegra especialmente poder decir que terminamos también con otro problema histórico que parecía endémico e inevitable, me refiero al acceso al crédito para el sector agropecuario.
En cuatro años, hemos conseguido darle solución.
Las tasas de interés para la producción agropecuaria han caído del 18% en 2012 al 10% actual.
Y el flujo de crédito que hemos otorgado asciende más de 57 mil millones de pesos en financiamiento en este periodo de gobierno.
Eso significa que se ha superado la meta de los 44 mil millones de pesos que prometimos.
Solo el Banco Agrícola ha estado prestando a un ritmo de 1,200 millones al mes.
Para este 2016, la meta es destinar RD$17,304 millones para financiar los cultivos, especialmente de aquellos productos que se encuentran diariamente en la mesa de las familias, para que así sean más baratos.
Porque como ya he dicho anteriormente, quiero ser el Presidente de la economía familiar. Y eso significa, entre otras cosas, que vamos a seguir enfocados en producir alimentos de calidad y a precios razonables para nuestra gente , es decir, defendiendo nuestra soberanía alimentaria. Porque la comida en los hogares es una prioridad para el Estado.
Señoras y señores,
No podemos olvidar que una gran parte de ese dinamismo de nuestra economía, de ese 7% de crecimiento, viene dado por el turismo.
Por eso, me alegra anunciar que hemos consolidado definitivamente el turismo como uno de nuestros principales motores de crecimiento, con un dinamismo que aprovechan otros sectores, como la agricultura y el comercio.
Entre enero y noviembre de 2015, la República Dominicana tuvo un crecimiento de 8.9%, un resultado superior al crecimiento promedio del Caribe. Eso nos mantiene como el destino más visitado de la región, con más de 5 millones y medio de turistas.
Soy consciente de que en el pasado he dado discursos parecidos sobre el turismo.
Y, de alguna manera, nos hemos acostumbrado a que año tras año el sector traiga más visitantes, más crecimiento, y más empleo. Pero eso tampoco es magia. Tampoco es fruto de la improvisación.
Por el contrario, si hemos logrado mantener y ampliar nuestra cuota de mercado frente a otros destinos competidores, es porque trabajamos en ello sin descanso.
Porque este desempeño envidiable es el resultado de la publicidad y promoción que hacen el MITUR y el sector privado, así como del programa de inversiones públicas que hemos llevado a cabo, con 23 proyectos de infraestructura turística solo en 2015.
En cuanto al número de turistas de cruceros, uno de nuestros objetivos de mercado, éste aumentó considerablemente. Solo en el periodo enero- septiembre 2015, las llegadas de cruceristas ascendieron a 373,176, no obstante, se espera un aumento considerable ahora que hemos inaugurado la terminal Amber Cove en Maimón, Puerto Plata.
El Consejo de Fomento Turístico aprobó cuarenta y seis proyectos turísticos con una inversión de US$1,577 millones, que aportarán unas 11,268 habitaciones y generarán unos 16,900 nuevos empleos directos e indirectos, además de los creados en la fase de construcción.
Un total de 28 hoteles y resorts han sido inaugurados o están en construcción desde 2012. Sólo el Hard Rock, al que dimos el primer picazo hace un par de semanas, creará 4,000 puestos de trabajo en la capital.
Definitivamente el modelo de las grandes cadenas hoteleras del todo incluido ha cumplido un papel importante, el de situarnos en el mapa mundial del turismo.
Pero ahora necesitamos evolucionar hacia otro modelo. Necesitamos pasar a un tipo de turismo más ordenado, respetuoso con el medio ambiente, que esté planificado por nosotros mismos y enfocado al beneficio de nuestro pueblo.
Ahora vamos a poner en juego también el atractivo natural del interior, el atractivo de nuestra cultura y el emprendedurismo de nuestra gente para atraer aún más turismo y repartir aún más sus beneficios.
Dominicanos y dominicanas,
Un tema que es conocido en el país, en este caso por motivos menos optimistas que el turismo, es la necesidad energética que aún tenemos.
Conozco la realidad que viven en sus hogares. Sé que la factura sigue siendo demasiado alta, tanto para los particulares como para los negocios y que aún quedan comunidades enteras en las que se repiten los odiosos apagones.
Por eso, cuando llegué al gobierno les dije que estos cuatro años los destinaríamos a comenzar a cambiar esa realidad, porque este es un problema complejo, en el que sabía que no podríamos tener soluciones rápidas.
Y eso que les dije es exactamente lo que hemos hecho.
Las cosas ya están cambiando para muchas familias.
Hay muchas comunidades en las que los apagones quedaron atrás y cuentan ahora con servicio 24 horas y de alta calidad. Solo en 2015, la CDEEE lo ha llevado a el Dorado, Marañón, Mirador Isabela, Colinas del Arroyo, Brisas de Los Palmares (Parcial), Campechito, Villa Lorenzo, Urbanización Charles de Gaulle, Claribel, Villa Nueva, por citar algunas en Santo Domingo Norte.
Paralelamente, se han realizado 311 proyectos de rehabilitación, con una inversión de más de 240 millones de dólares. Gracias a este programa de Rehabilitación y Reducción de Pérdidas, el 56% de los clientes, es decir, más de 1 millón 155 mil clientes, disfrutan de 24 horas de electricidad.
También en 2015 seguimos trabajando para llevar servicio hasta comunidades alejadas, con la instalación de 9 micro hidroeléctricas más en Las Avispas y Rancho Arriba en San José de Ocoa, El Dajao y Villa Los Almácigos en Santiago Rodríguez, La Pelua, Manabao y los Marranitos en Jarabacoa, la Vega, Bateyes La Grúa, Paraíso I y II, Victoria en San Pedro de Macorís y por último en Quita Coraza, Vicente Noble, Barahona.
En estos 4 años, la Unidad de Electrificación Rural y Suburbana ha levantado 23 micro-centrales, 12 proyectos fotovoltaicos, 42 proyectos de electrificación de redes convencionales y 831 proyectos de rehabilitación menores, que han llevado servicio a 15 mil familias que antes estaban aisladas.
Además, y de acuerdo a nuestro objetivo de diversificar la matriz energética a través de fuentes renovables, en marzo serán inaugurados 3 proyectos más que sumarán 110 megavatios al sistema eléctrico nacional.
Son el parque eólico Larimar, de Enriquillo, el fotovoltaico Monte Plata Solar y el novedoso proyecto San Pedro Bio Energy, que generará 30 megavatios a partir de biomasa.
La vida de muchas comunidades está mejorando, eso es innegable. Pero lo cierto es que se necesita una solución global al tema eléctrico.
Por eso, tal como fue nuestra palabra, pusimos en marcha el Pacto Eléctrico y seguimos con atención sus progresos.
A esta fecha, ya se han alcanzado 121 consensos y avanzamos hacia su fase de concreción y firma.
Si todo camina de acuerdo al calendario establecido por los participantes, estaríamos firmando ese acuerdo el próximo mes de abril.
Al mismo tiempo, como saben, sigue según lo previsto la construcción de la Central Punta Catalina.
Con la llegada del domo de la primera unidad generadora y el inicio de los desembolsos del financiamiento internacional comenzó una nueva etapa en la construcción de esa obra.
Los trabajos de la central en estos momentos están en una ejecución general del 60%. En agosto de 2016, las dos unidades que la componen, de 360MW cada una, habrán avanzado en un 92%.
Con todas estas medidas, el siguiente gobierno, comenzará, por tanto, con el problema eléctrico prácticamente solucionado.
Todo esto se traducirá en mayor ahorro para las familias, mejores servicios, más inversiones y más creación de empleos.
Muy pronto podremos hablar de nuestro servicio eléctrico de calidad y de los planes que tenemos para consolidar una industria energética sostenible, de calidad y a precios asequibles.
Distinguidos miembros de esta Asamblea Nacional;
En esta gestión también ha realizado una labor encomiable el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, y con esa actividad no solo ha creado mejores infraestructuras, sino que además ha generado empleo y demanda de insumos para otros sectores productivos.
Hoy no podremos citar todas y cada una de la obras realizadas, sino que, leeremos algunas de las que se han terminado en este año 2015:
En Azua la Carretera Pueblo Viejo – Las Terreras.
En el Distrito Nacional el Paso a Desnivel Av. 27 de Febrero con Av. Privada.
En El Seibo el Malecón de Miches.
En Espaillat la Carretera La Rosa – Monte Adentro.
Carretera Los Brito.
Carretera Ramón Cáceres.
Y Carretera Rincón de Los Jiménez.
En La Vega la Carretera Autopista Duarte – Santo Cerro y Carretera Manga Larga – Cutupú.
En Monseñor Nouel, el Elevado de Piedra Blanca – Autopista Duarte.
En Montecristi la Carretera Palo Verde – La 17.
En Monte Plata la Carretera La Luisa – Hacienda Estrella.
En Puerto Plata la Carretera Quebrada Honda – Palmar Grande.
En San Juan de la Maguana, la Carretera Maguana arriba – Los Olivares.
La reconstrucción de la carretera San Juan de la Maguana- Juan de Herrera- Presa de Sabaneta.
La Carretera Martínez – Los Jobos.
La Carretera Hato Nuevo – El Higuerito.
La Carretera La Maguana.
La Carretera La Ceiba.
Y la Carretera Las Charcas de María Nova.
También está finalizado el asfaltado de las calles del municipio cabecera de la provincia San Juan
En Santiago, la Construcción Prolongación Hatuey.
La Reconstrucción de la Avenida Hatuey Vieja.
La Carretera Santiago – Jánico.
La Carretera Jánico – San José de Las Matas.
La Carretera Sajoma – El Rubio.
La Carretera Santiago – Sajoma.
La Reconstrucción Avenida Antonio Guzmán.
Y El Cruce del Pedregal – San José de las Matas.
En Santo Domingo, la Avenida La nueva Barquita.
La Circunvalación Prof. Juan Bosch (Tramo II).
La Carretera Enlace – Ciudad Juan Bosch Tramo II.
La Ampliación y Reconstrucción Avenida Antonio Guzmán.
Por supuesto, hay muchas más, pero no puedo extenderme en mencionarlas todas, por lo que daremos a conocer en un documento aparte la lista de todas las obras de infraestructura llevadas a cabo por este gobierno y de las que están en siendo finalizadas.
Y en las próximas semanas serán inauguradas más obras.
En Samaná pronto abrirá sus puertas el hospital provincial Leopoldo Pou, y el hospital Dr. Luis Morillo King, en La Vega y el hospital general Nuestra Señora de la Altagracia, en La Altagracia.
Para marzo está programada la finalización del hospital municipal del Almirante en Santo Domingo Este y la Maternidad San Lorenzo de Los Mina, en Santo Domingo Este; el hospital Ricardo Limardo, en Puerto Plata; el Vinicio Calventi en Los Alcarrizos.
Para completar la conectividad, pronto estará finalizada la carretera Miches-Sabana de la Mar, que ya está avanzada en más de un 95% y que pertenece al tramo de 40 kilómetros que incluye la Carretera Bávaro-Uvero Alto-Miches-Sabana de la Mar.
Juntas completan el Circuito Vial del Este que conecta cuatro importantes provincias: La Altagracia, Hato Mayor y El Seibo y tiene una extensión de 258 kilómetros. Es una de la obras más importantes para la industria del turismo en la República Dominicana porque facilita el transporte de la región Este, La Romana, Higuey, Punta Cana, Cap Cana, Macao, Uvero Alto y Miches.
Además, enlazará Santo Domingo con los principales enclaves, puertos y aeropuertos de La Romana y Punta Cana, que reciben el 60% de los pasajeros extranjeros que visitan el país. Reduce en un 50% el gasto en combustible y el tiempo de desplazamiento.
Además, muy pronto tendremos en marcha otro gran proyecto de desarrollo regional: La re-construcción del Puerto de Manzanillo.
Ya estamos trabajando para que Bahía de Manzanillo se convierta en un foco para el futuro desarrollo de industrias y proyectos relacionados con la actividad logística y el transporte marítimo.
El desarrollo de todo el potencial de la Bahía de Manzanillo y de la provincia de Montecristi será, sin lugar a dudas, un imán para la inversión, el empleo y la producción en toda la zona noroeste del país.
Y supondrá también un paso más en nuestro esfuerzo por el desarrollo local, que tiene como meta llevar oportunidades a todos los rincones del país.
Señoras y señores,
Hablemos ahora de las mipymes, porque en este campo también hemos despejado falsos mitos, especialmente uno. El mito de que el crédito se le da al que ya tiene dinero, y que, por tanto, para ser empresario prácticamente hay que nacer empresario.
Yo siempre he sabido que ideas para un negocio las tienen tanto los ricos, como los que son pobres pero quieren dejar de serlo. Lo único que necesita alguien con buenas ideas, esté donde esté, es quitarle obstáculos de su camino y abrirle las puertas del crédito.
Eso es lo que hemos hecho estos 4 años.
Así, en 2014 se redujo el tiempo de constitución de una empresa de 45 a 7 días y con la facilidad de hacer el trámite por internet. Eso hizo posible que solo en 2015 se crearan 708 nuevas empresas formales.
Y para facilitar los proceso más aún, en enero de 2015, el Ministerio de Industria y Comercio puso en marcha el programa RD-Formalízate, que dará a los pequeños empresarios servicios personalizados y de aún más fácil tramitación para la constitución de sus negocios.
Para que se hagan una idea, ahora se pueden formalizar con solo 3 mil pesos, un procedimiento que costaba más de 25 mil por la vía tradicional.
Y si hablamos de ayudar a alguien a dar el primer paso en el emprendimiento, de impulsar las ganas de progreso de nuestros compatriotas más humildes, especialmente de las mujeres, entonces hay que hablar de Banca Solidaria.
Piensen en una madre soltera sin fondos y sin un aval. Hace cuatro años, ¿quién le prestaba a esa mujer para abrir o ampliar su negocio? Nadie más que los usureros.
Por eso creamos Banca Solidaria, que en estos 4 años ha prestado más de 10 mil millones de pesos a 227 mil 310 pequeños y micros empresarios, a través de las 74 sucursales que hemos abierto en todo el país.
Solo esta institución ha logrado generar 52 mil 144 nuevos empleos.
Señalemos, además, que Banca Solidaria ya se autofinancia, gracias a los subsidios que recibió del gobierno central, y más de RD$5,000 millones provenientes de la recuperación de los préstamos, lo que implica una tasa de recuperación del 99%.
Las pymes se han beneficiado también notablemente del reglamento de Compras y Contrataciones, que les reserva un 20% de las compras públicas y que ahora se cumple a cabalmente. Solo en 2015, las compras públicas a las Mipymes ascendieron a RD$ 34,953.50 millones.
También pusimos en marcha los primeros 6 Centros de Servicios de Apoyo Integral a las PYMES, que funcionan en universidades públicas y privadas de Santo Domingo, Barahona, Santiago y Hato Mayor. Atendiendo a 1,258 Mipymes y 505 emprendedores.
Y como novedad en 2015, iniciaron las operaciones de la Ruta MIPYMES, que lleva directamente a las zonas rurales y urbanas remotas programas de capacitación, asistencia técnica y acceso al crédito. Así, se beneficiaron 2,343 empresarios y emprendedores y se gestionaron más de RD$30 millones en solicitudes de crédito.
En definitiva, nos hemos propuesto encontrar e impulsar a nuestros emprendedores, estén donde estén. Así, estamos conformando un nuevo tejido productivo, más plural y diversificado, y una nueva y robusta clase media, generadora de empleo y oportunidades.
Señores y señoras,
Hace décadas, nuestro país fue pionero en la creación de zonas francas y en su uso como herramienta para la primera fase de nuestra modernización.
Sin embargo, en cierto momento se instaló la idea de que esas zonas francas agotaron su utilidad. Los pesimistas nos convencieron de que ya no se las podía poner a trabajar y producir como antes. Este es otro mito que estamos derribando.
Hemos demostrado que no es cierto. Hoy, las zonas francas han recuperado todo su empuje, y están atrayendo inversiones, tecnologías y empleo como en su mejor momento.
Durante estos 4 años, se aprobaron 210 nuevos permisos para la instalación de empresas, con una inversión estimada de RD$12,817 millones y un total de 45,539 nuevos empleos directos.
Y el crecimiento seguirá en los próximos meses. Ya fueron otorgados permisos para la instalación y operación de 32 nuevos parques de zonas francas, con una inversión estimada de RD$ 9,310 millones y 34,466 potenciales empleos directos.
El Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación, declaró de prioridad nacional los sectores pertenecientes a la cadena textil, confección y accesorios; Desde entonces, se aprobaron permisos para la instalación de 6 parques de zona franca en el rubro textil y calzado, con una inversión de RD$979.71 millones y 4,110 empleos directos.
El comportamiento del conjunto del sector evidencia un crecimiento de las exportaciones de un 5% en el tercer trimestre del año (enero- septiembre) con respecto a las del mismo periodo del pasado año 2014; ascendiendo a la suma de US$4,114.6 millones, en comparación con los US$3,919.7, del año 2014.
Los renglones que aumentaron sus exportaciones fueron: Cacao en Grano (20.9%), Manufactura de Tabaco (19.7%), Equipos y Productos Médicos (6.9%), Manufactura de Calzados (5.9%), Confecciones y Textiles (3.3%), todos ellos produciendo empleos para nuestra gente.
Asimismo las perspectivas de crecimiento son favorables, solo en 2015 el CNZFE aprobó la instalación de 79 nuevas empresas que proyectan realizar nuevas inversiones por el orden de 90 millones de dólares, generar unos 7,500 nuevos empleos directos y divisas por 50 millones de dólares.
Esto me recuerda que hay otra idea muy errónea en el discurso económico mundial. Una idea que también pervive pese a que su falsedad ha sido probada repetidas veces, sin ir más lejos en la República Dominicana.
Esa la idea de que debemos elegir entre inversión internacional y bienestar nacional. Es decir, que o bien o le damos ventajas a las empresas, o le damos derechos a la gente.
Nunca he creído que esto fuera cierto, y ahora, tras llevar casi 4 años presidiendo un país que crece sin parar y que atrae inversiones record, hemos comprobado que el gasto social no solo no es un obstáculo para este crecimiento, sino que además lo multiplica.
La clave es dirigir bien esta inversión social, de manera que se traduzca en una ciudadanía más preparada y más sana y en una nación más competitiva, moderna y solidaria.
Señoras y señores,
Si hablamos de falsos mitos, quizá el más grande que hemos derribado definitivamente sea la vieja idea de que en este país la educación pública estaba condenada a la baja calidad.
¿Recuerdan esas historias de que el hijo del pobre no merecía, e incluso no necesitaba una educación de calidad, porque igual iba a acabar siendo pobre?
Eso nunca fue más que otra escusa para no hacer las cosa bien y estamos demostrando que puede y debe quedar atrás.
Partiendo del legítimo reclamo de la sociedad de dedicar el 4% a la educación, en estos cuatro años hemos emprendido y consolidado nuestra revolución educativa.
Les daré solo un dato para que tengan una idea del salto que hemos dado. El 4% para la educación significa que en estos años, la inversión promedio por estudiante aumentó 10 veces.
Esto nos ha permitido realizar la mayor expansión en infraestructura escolar de nuestra historia. Como ya saben, estamos casi duplicando el número de aulas desde la fundación de la República.
Estas aulas acogían en diciembre de 2015 a cerca de un millón estudiantes de la jornada extendida. Niños que tienen 8 horas de clase con un currículo actualizado y 3 comidas diarias garantizadas.
Y seguimos trabajando, hasta cumplir nuestro objetivo de que todos los niños y niñas estén en la tanda extendida.
Les hablaba antes de ser el presidente de la economía familiar y este es uno de los mayores aportes que estamos haciendo a cientos de miles de hogares. Eso sin contar la inversión que estamos realizando también en vestuario, libros, y salud bucal.
Todo esto supone un ahorro inmenso para las familias. Unos 69,000 pesos anuales por cada hijo que tengan en la escuela pública en tanda extendida.
A esto hemos añadido las estancias infantiles, que brindan un apoyo integral a los más pequeños. Y que además representan una gran oportunidad para que las madres solteras y las jefas de hogar puedan retomar sus estudios y trabajar mientras sus hijos están en un lugar seguro.
Ya hemos sorteado más de 100 estancias, de las cuales hemos inaugurado 29.
A la fecha más de 41,000 infantes con edades entre 0 a 5 años reciben atención de calidad en los centros de Primera Infancia (Caipi), de Atención Integral (Ciani) y Comunitarios, donde se les ofrece los elementos básicos para la satisfacción de las necesidades afectivas, psicomotrices, de juego, recreación y socialización para su sano desarrollo.
Para que se hagan una idea, por este mismo servicio, las familias gastarían alrededor de 8,500 pesos al mes por cada hijo atendido en una estancia infantil.
En cuanto a nuestros maestros y maestras, hemos cumplido lo firmado en el Pacto Educativo por toda la sociedad dominicana y, como parte de la aplicación del 4%, estamos dignificando su labor.
Desde agosto de 2012 hasta enero de 2016 sus sueldos han aumentado el 68%. A esto se suma un aumento del 50% de sus pensiones de jubilación y una mayor cobertura de salud.
Para los que decían que en este país los maestros estaban condenados a cobrar sueldos de miseria, vean como sí es posible cambiar las cosas, cuando existe la voluntad política para hacerlo.
Y en cuanto a la formación del personal docente, para poner las cosas en perspectiva les diré que en 2004 sólo se invertían 48.5 millones de pesos en formación docente, mientras que para 2016, el gobierno destinará 3,323 millones.
Desde 2012 hasta diciembre del año 2015 se han otorgado 215,635 becas y se han formado 98,872 docentes.
Familia dominicana,
Como todos saben, esta revolución educativa necesita de todos y busca llegar a todos. Por eso me alegra decir que, gracias al esfuerzo que decenas de miles de voluntarios llevan realizando desde 2013, el Plan de Alfabetización Quisqueya Aprende Contigo tiene más de 940,000 personas que están aprendiendo a leer y escribir.
Cada vez estamos más cerca de superar el analfabetismo para siempre en nuestro país. Lo que hace cuatro año parecía un sueño ya es realidad para miles de hombres y mujeres que ahora pueden leer y escribir. Es otra gran conquista de nuestro país de la que debemos sentirnos felices y que, por supuesto, tampoco es fruto de la improvisación.
Es el resultado de la labor conjunta de cientos de instituciones públicas y privadas, de la solidaridad de nuestra gente y de una decisión que nos enorgullece como nación.
Sin embargo, nuestro esfuerzo de incluir a todo el mundo en esta revolución educativa no estaría completo si no lo hubiéramos extendido a los niños y niñas con capacidades especiales.
Por eso, gracias al empeño y dedicación de mi querida esposa Candy, nuestro país cuenta ya con los tres primeros Centro de Atención Integral a la Discapacidad en Santo Domingo, Santiago y San Juan.
Estos centros vienen a dar respuesta a una necesidad muy sentida de miles de familias y nos llena de satisfacción poder atenderlos.
Sin embargo, también somos conscientes de que la capacidad de cada uno de ellos es limitada y para superar esta situación y atender a toda la población, ya estamos trabajando en un nuevo modelo de asistencia que hemos llamado Red de Atención e Inclusión Social.
Esta red tiene el propósito de facilitar la coordinación interinstitucional para la detección oportuna, atención integral e inclusión de los niños, niñas y adolescentes con discapacidad, con énfasis en la población más excluida. De esta forma, se favorece la creación de una red ordenada de servicios a nivel nacional, con protocolos de referencia y derivación de la atención.
Este esquema permitirá que los CAID se transformen también en centros de evaluación y referencia, que posteriormente podrán referir a niños y jóvenes, de acuerdo a sus necesidades específicas, a las instituciones especializadas, públicas o privadas, que puedan darles la mejor respuesta.
De esta forma cubriremos las necesidades de ese 11% de la población infantil y juvenil que vive con algún tipo de discapacidad.
Durante 2015, además, ya prestamos una gran atención a la educación especial, ampliando el acompañamiento a más de 14,000 estudiantes con necesidades educativas especiales.
Y para continuar rompiendo barreras, hemos dispuesto junto al CONADIS que todas las nuevas obras de construcción pública cumplan con las condiciones de accesibilidad, incluyendo las nuevas aulas, las estancias Infantiles y los Centros de Atención Primaria, entre otros.
En definitiva, hemos puesto a la Educación en el lugar que le corresponde, como la principal prioridad del Gobierno y la gran herramienta para la transformación de nuestra nación.
Señoras y señores,
Si hay un colectivo de nuestra sociedad sobre el que pesan muchas viejas ideas y prejuicios injustos, esos son nuestros jóvenes, especialmente los de menos recursos.
Durante años, nuestra sociedad los ha mirado con recelo, los ha estigmatizado, los ha acusado de no querer trabajar, les ha cerrado las puertas y después se ha lamentado de que eligieron el camino incorrecto
Pero llegó la hora de romper ese círculo y construir una nueva generación de dominicanos y dominicanas responsables y líderes.
Como he dicho en otra ocasión, nuestra meta es transformar a los supuestos ni-ni, en jóvenes sí-sí, que sí estudian, sí trabajan, y sí aportan al país. Jóvenes que sí se quieren quedar a construir el futuro de este país.
Y el primer paso para eso, ha sido confiar en ellos y en sus capacidades.
Por eso, la formación laboral es algo esencial para nosotros. Por eso estamos ampliando año tras año las capacidades de Infotep, que en 2015 impartió cursos a 649,800 participantes, y a casi dos millones desde que llegamos al gobierno.
Hace apenas un mes, se realizó la primera gran graduación nacional del Infotep, en la que 6,000 estudiantes de 25 carreras se recibieron como técnicos y maestros técnicos, las competencias de más alto nivel que ofrece.
Además, hemos comenzado a promover un nuevo modelo de alianzas público-privadas, tanto para formar a los jóvenes, como para apoyar que logren su primer empleo.
Una primera experiencia en este sentido es la Comisión Coordinadora de Iniciativas y Proyectos Presidenciales en Santiago y la Región Norte, con las que más de 5,000 jóvenes de Santiago de escasos recursos se beneficiarán de capacitación y oportunidades de empleo, en sus propias comunidades.
Nuestro objetivo es dar respuesta a las necesidades de formación, capacitación y empleo de nuestros jóvenes en todo el territorio nacional. Llevarles oportunidades allá donde estén, conectarlos con el mercado laboral. Hacer de ellos profesionales competitivos y formado, para que no tengan que migrar, ni del campo a la ciudad, ni de la ciudad fuera de nuestras fronteras.
Por otra parte, cada vez le estamos prestando más apoyo a la educación superior. Queremos jóvenes líderes y bien formados, en conocimientos y valores. Capaces de tomar en sus manos la antorcha para dirigir este país.
Y estamos reforzando la educación superior, no sólo porque es una parte esencial del ciclo formativo. Sino porque además, en el medio plazo, vamos a tener cada vez más estudiantes universitarios egresados de nuestras escuelas públicas. Dotarlos a esos estudiantes de las herramientas para los puestos de empleo del futuro es algo esencial para el país.
Por eso, el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología está multiplicando las becas de varios tipos.
Por una parte, del 2012 al 2015, 24,634 estudiantes recibieron becas para universidades nacionales, y en el año 2016, otorgaremos 10,000 becas adicionales. Como referencia les diré que en estos 4 años, hemos triplicado la cantidad de becas que se dieron en los casi diez años anterior a mi gestión, pues desde el 2005 al 2011, se becaron unos 10,732 jóvenes.
También hemos enviado a cada vez más jóvenes a estudiar en universidades extranjeras, en este periodo se otorgaron 7,422 becas, de los cuales 5,472 se incorporaron al mercado de trabajo. Y para el año 2016, enviaremos a 1,500 becados más.
En cuanto a la enseñanza del inglés, del 2012 al 2015, se otorgaron 70,283 becas y, en el presente año, otorgaremos 20,000 más, entre otras cosas, para que estos jóvenes puedan acceder a las posiciones que se están abriendo en el sector turismo o el de las telecomunicaciones.
En estos años, además, hemos financiado las investigaciones de 618 científicos, promoviendo así la innovación, la ciencia y la tecnología en los sectores Agroalimentario, Salud, Medio Ambiente y energía. Y 50 jóvenes emprendedores fueron premiados en Desarrollo de Planes de Negocios Innovadores, lo que les permitirá desarrollar pequeñas empresas tecnológicas.
Señoras y señores,
Quiero hablarles de otra área que también está viviendo una transformación radical. Un área donde, al igual que en la educación, también nos estamos asegurando de que nadie se quede fuera. Me refiero a la salud pública.
Durante demasiado tiempo habíamos aceptado que las familias con menos recursos quedaran a merced de su suerte o de la caridad cuando una enfermedad o accidente traía una desgracia al hogar.
Nos llegaron a hacer creer que ser pobre era, en sí mismo, una condición de riesgo para la salud.
Pero en estos 4 años hemos dado grandes pasos para cambiar eso. Tenemos hospitales con la misma calidad e infraestructuras en la red pública que en el sector privado. Estamos llevando centros de diagnóstico y unidades de salud, perfectamente equipados y con personal capacitado a todos los rincones del país. Tenemos cobertura de medicamentos a precios populares en todo el país. En definitiva, estamos terminando con el mito de que la buena salud es solo para unos pocos.
Para conseguir esto, hemos avanzado en tres frentes: ampliación de la cobertura, extensión de las infraestructuras y modernización en el sistema.
En estos cuatro años, el Seguro Nacional de Salud ha ampliado su cobertura en más de un millón de nuevos afiliados al régimen subsidiado. En este momento tenemos más del 65% de la población total con seguro de salud. O lo que es lo mismo, un 47% más que en 2012, pero, además, hemos logrado dar cobertura al 100% de la población de bajos ingresos.
Hemos superado la meta que nos propusimos y me llena de alegría poder decirles hoy que toda la población identificada en el mapa de pobreza del país, cuenta ya con su seguro de salud, gracias al excelente trabajo realizado por el SENASA!
Además, tal y como prometí en la rendición de cuentas del año pasado, hemos ampliado la cobertura a 100,000 niños menores de 5 años. Y estamos avanzando en cubrir a 50 mil empleados del servicio doméstico y sus dependientes directos.
También les prometí el año pasado trabajar por nuestros mayores. Desde entonces el Consejo Nacional de la Persona Envejeciente implementó el programa de acogida al adulto mayor en condición de abandono e indigencia.
Ha sido incorporado al Senasa el 83% de envejecientes en condición de vulnerabilidad que han sido identificados
Se crearon además las unidades especializadas en violencia contra los adultos mayores en las fiscalías, que han asistido de manera gratuita a 676 mayores.
Durante el año se capacitaron también a 200 cuidadores y visitadores domiciliarios para la conformación de la red nacional de cuidadores de adultos mayores.
Desde que llegamos al gobierno también derribamos otra gran barrera entre las personas de bajos recursos y el acceso a la salud; me refiero a la eliminación de las cuotas de recuperación en los hospitales públicos.
Al eliminarlas, gracias a una inversión de más de 359 millones de pesos anuales, nos aseguramos de que nunca un padre de familia tenga que acudir a urgencias pensando en cómo hará para pagar la curación de su hijo, hija o de ellos mismos.
Además, estamos acercando la atención médica hasta el paciente, creando una red de centros de atención primaria en todo el país.
Desde agosto de 2012 se han construido 203 nuevos Centros de Primer Nivel, se han conformado 195 Unidades de Atención Primaria y se han contratado 3,500 promotores de salud.
Asimismo, 113 hospitales, de un total de 196 existentes en la red pública están siendo construidos o readecuados. Los primeros 49 hospitales ya fueron inaugurados y los otros 64 están en ejecución, de tal forma que, a partir de este año, no tendremos ya habitaciones compartidas por 20 pacientes.
Así es, la dignidad está llegando a la salud pública, porque es un derecho. Y lo que tendremos serán habitaciones compartidas por solo dos pacientes, cada una con su baño, en la que recibirán la atención digna que merecen.
Como dije, a este proceso de extensión de las infraestructuras y de ampliación de la cobertura se une también uno paralelo de modernización y ampliación de los servicios.
Por iniciativa del Despacho de la Primera Dama, también iniciamos el pasado mes de diciembre, la construcción del primer laboratorio especializado en tamiz neonatal, en el Hospital Infantil Robert Reid Cabral.
Esta es una prueba clave para la detección y tratamiento temprano de enfermedades congénitas y, por tanto, un paso importantísimo para la prevención de la mortalidad infantil.
Por otra parte, en estos 4 años hemos convertido a Promese- Cal en el único mecanismo de suministro de medicamentos para el sector público de salud.
A través de este sistema, el Estado ahorró entre febrero de 2013 y diciembre de 2015, más de RD$ 3,717 millones, que equivale a un ahorro del 64% en compras directas de medicamentos e insumos sanitarios.
Por su parte, en 2015 el Sistema Dominicano de Seguridad Social le dio una excelente noticia a todos sus afiliados, con la ampliación de la cobertura de los medicamentos que antes estaba en 3 mil pesos por paciente y ahora llega hasta 8 mil.
Finalmente, en los últimos tres años se han habilitado 71 nuevas Farmacias del Pueblo, superando nuestra meta de tener una en cada municipio y hemos ampliado nada menos que un 29% el catálogo de medicamentos que ofrecen.
Señores y señoras,
Como saben, hemos declarado este 2016 como el año de la vivienda. Esto quiere decir que vamos a enfocar todos nuestros esfuerzos en una tarea que lleva tiempo esperando que alguien tenga la voluntad de ocuparse de ella.
Nos hemos propuesto acabar con el falso cliché de que la casa propia es un sueño que solo alcanzan los ricos.
No podemos seguir aceptando que barrios y comunidades enteras sigan en condiciones habitacionales pésimas. Como si las miles de viviendas precarias fueran parte del paisaje natural de nuestro país.
No tienen por qué serlo. Podemos lograr que el sueño de tener una vivienda propia sea realidad para miles de familias. Y lo estamos haciendo, poco a poco, dando a sectores distintos soluciones adaptadas a sus necesidades.
Por un lado, a los sectores más vulnerables los estamos apoyando con viviendas gratuitas, en barrios con todos los servicios e infraestructuras necesarias para el desarrollo. Es el caso del Nuevo Boca de Cachón, que se entregó el año 2014, o de la Barquita, que tendremos la alegría de inaugurar en las próximas semanas.
Lo mismo está ocurriendo con el proyecto de La Vega, que tiene como eje vertebrador la dignificación de los vecinos de El Riíto y el remozamiento y construcción de áreas deportivas, turísticas y culturales.
De la misma forma avanza la transformación de San Juan de la Maguana, que incluye la reubicación definitiva de la comunidad de La Mesopotamia, la finalización de la circunvalación y el remozamiento de áreas emblemáticas de la ciudad, como es la transformación del Río Tenguerengue.
Por su parte, el INVI también ha realizado una labor encomiable en su papel de ofrecer soluciones habitacionales. Entre agosto de 2012 y diciembre de 2015 se han construido 3,548 viviendas y tiene otras 1,248 en ejecución.
Sin embargo, somos conscientes de que no basta construir unas miles de viviendas para solucionar el déficit habitacional en nuestro país.
Por eso, buscamos una solución integral. Estamos sentando las bases para que, en los próximos años, la construcción de viviendas populares sea masiva y el acceso a una vivienda digna sea, de una vez por todas, un derecho para todos.
En el último año hemos forjado una sólida alianza con el sector privado, gracias a la ley de Desarrollo del Mercado Hipotecario y el Fideicomiso.
El fideicomiso es, la verdad sea dicha, una palabra complicada para designar una realidad muy sencilla.
Significa que el Estado y el sector privado han encontrado la forma de colaborar, para construir decenas de miles de viviendas dignas a preciso asequibles.
El Estado le da confianza a los inversores y ayuda cediendo terrenos públicos e infraestructuras, como energía, agua y vías, mientras que el sector privado pone su iniciativa y trabajo al servicio de la construcción de viviendas de bajo costo. Eso es, explicado en pocas palabras, el famoso fideicomiso que permitirá a miles de familias comprar su primera casa.
Hoy en día tenemos constituidos 63 Fideicomisos de construcción de viviendas de bajo costo de proyectos privados, que desarrollarán 27,181 viviendas.
Y si además adicionamos las 35,000 viviendas de Ciudad Juan Bosch Santo Domingo y Ciudad Juan Bosch Santiago, que ya están en construcción, pronto tendremos en el mercado una oferta habitacional de 62,181 viviendas.
Quiero, además, anunciar hoy que en Ciudad Juan Bosch Santo Domingo ya se adjudicaron dos áreas comerciales y un total de 22,092 viviendas fueron adjudicadas también a 20 promotores.
Asimismo, anuncio que en Ciudad Juan Bosch Santiago, fueron adjudicadas 5,752 a otros 7 promotores.
Para que se hagan una idea, la suma de todas estas edificaciones equivale a la mitad de las viviendas construidas en los últimos 50 años.
Esto supone, además, una activación grandísima del sector de la construcción. Es decir, que la construcción de viviendas populares está tomando el lugar de la construcción de escuelas que tanto empleo han creado en los últimos años y garantizará varios años más de dinamismo y la creación de empleo.
Así, donde antes apenas había tres desarrolladores trabajando el sector de las viviendas populares, hoy tenemos 27 y muy pronto tendremos muchos más.
Los proyectos que están llevando adelante son la viva representación de la nueva República Dominicana, creando comunidades integrales, con viviendas dignas y todos los servicios públicos necesarios para esa clase media que está surgiendo en todo el país.
Por otra parte, somos conscientes de que debemos buscar otras fórmulas para ayudar a todos aquellos que no puedan aún acceder a la propiedad de las viviendas que estamos construyendo mediante el fideicomiso. Y estamos buscando soluciones para todos los casos.
Por un lado, estamos estudiando la creación de un fondo que ayude, mediante subsidios, a las familias de ingresos más bajos, para el acceso a la compra de vivienda.
Por otro lado, revisaremos toda la legislación relacionada con el alquiler. Porque queremos que haya más viviendas dignas disponibles para aquellos que aún no tienen ahorro suficiente para la compra. Y en especial viviendas de alquiler social a precios asequibles.
Asimismo, vamos a desterrar la idea de que los más humildes no pueden acceder a un techo digno.
En este sentido, promoveremos la creación de viviendas sociales, pero también, reduciremos el déficit habitacional mediante la mejora de las viviendas ya existentes, para garantizar que todas las familias habiten en condiciones dignas.
Además, somos conscientes de la importancia de la renovación urbana y para lograrlo nos proponemos una revisión de la Ley de Condominio que data del 1958, así como los planes de reordenamiento territorial, en los que también estamos trabajando.
Honorables Senadores y Diputados,
Quisiera hablarles ahora de otro tema clave para nuestro gobierno. Otra transformación que, aunque lentamente, avanza y apunta a redefinir lo que los ciudadanos puedes esperar del Estado. Me refiero al tema de la seguridad ciudadana.
Cuando el pueblo nos dice que siente miedo en las calles debemos poner toda nuestra atención en eso, porque es un tema muy sensible.
Hemos logrado avances, es cierto. Ahí están las cifras de criminalidad, que siguen descendiendo desde hace tres años. Pero ninguna de esas estadísticas consuelan a una mujer que es atacada en la calle para robarle la cartera, esa es la verdad.
Porque sabemos eso, seguimos trabajando en las calles, día a día. No pasa un día sin que nos esforcemos en mejorar, pueden estar seguros de eso.
Es importante que veamos las cosas en perspectiva, porque no podemos dejar que el miedo gane la partida y nos impida ver lo logrado.
Lo cierto es que, por primera vez en 13 años, la tasa de homicidios ha descendido de manera sostenida durante los últimos 4 años. Este es el delito más grave que debemos combatir, y lo estamos logrando.
En 2012, la tasa promedio era de 24.30 asesinatos por cada 100 mil habitantes. En 2013, se redujo de 21 a 18 por cada 100.000 habitantes.
En 2014, bajó de un 18.2 a 16.7 en diciembre de 2015, la más baja desde el 2002.
Eso nos ubicó entre los diez países de América Latina con la menor tasa de homicidios.
Y esa cifra siguió bajando, 2015 cerró con 16.7 y para enero de 2016, la tendencia era de 16.2.
Claro que esa no son las metas que deseamos, por supuesto, pero sí el comienzo de una tendencia que seguiremos empujando, día a día, barrio a barrio, calle a calle.
Hablamos de homicidios, el más grave de los crímenes, y si aquí estamos ganando la batalla, estoy convencido de que también lograremos hacer frente a otros, como el robo de celulares o las estafas electrónicas.
Con este objetivo, hemos reforzado durante 4 años a nuestras fuerzas de seguridad, con más efectivos, mejores equipos, y una mayor organización.
Ya comenzamos a dignificar la labor de los hombres y mujeres que componen estas fuerzas, con un aumento salarial de entre el 10 y el 30%.
Y, desde el 1 de marzo incorporaremos al Senasa a todos nuestros agentes, junto a sus familias, lo que suma una población de más de 112,000 personas.
Y seguiremos profundizando estas mejoras, en paralelo con las reformas necesarias en la institución policial. Para garantizar que pagamos mejores salarios, pero también que tenemos mejores agentes.
Cabe señalar que, cuando el comportamiento de un agente no se ajusta a lo que se espera de él, ya se han tomado acciones.
En concreto, se ha sancionado a 461 agentes, y 459 han sido separados del cuerpo en este periodo de gobierno.
Además, el Instituto Especializado de Estudios Superiores de la Policía ha capacitado a 17,885 agentes en cursos de distintas especialidades criminológicas.
Estamos así, paso a paso, construyendo una policía moderna y profesional, al servicio de la ley y nunca por encima de ella.
Por otra parte, no podemos olvidar que apenas hace tres años tener un servicio como el 9-1-1 parecía algo imposible, algo que solo podían tener otros países y que debíamos conformarnos con ver por televisión.
Y sin embargo hoy el 9-1-1 es una realidad cotidiana en el Gran Santo Domingo. Y muy pronto lo será también en Santiago, Sosúa, Puerto Plata y Navarrete.
Además, quiero anunciar ya que antes de finalizar el presente semestre comenzará la atención a emergencias en Haina y San Cristóbal.
Con la puesta en marcha de este servicio de excelencia, hemos demostrado que sí se puede!
Que podemos crear un sistema de seguridad rápido, eficiente, moderno, y para todos.
Como ven, estamos trabajando con responsabilidad en esta área. En este proceso solo les pido confianza y serenidad, para librar juntos esta batalla por la convivencia y la seguridad. Juntos, lograremos recuperar el espacio público para sus legítimos dueños, los ciudadanos dominicanos.
Honorables Asambleístas,
Empecé hablándoles de lo importante que era cerrar el pesado manual del pesimismo de algunos dominicanos.
Y probablemente no haya un terreno más importante en el que debamos desechar este pesimismo que en el de la transparencia y el cumplimiento de la ley.
No podemos seguir esperando lo peor de nosotros mismos y luego sorprendernos si no alcanzamos nuestras metas.
Los países con las instituciones más íntegras y funcionales son aquellos en las que las personas confían más los unos en los otros. Obviamente esto es un círculo virtuoso que hay que construir y debemos tener el valor de ponerlo en marcha, aquí y ahora.
Sabemos que las buenas acciones nunca llenarán las portadas como lo hacen las malas. Pero debemos ir más allá de la indignación puntual.
Debemos tener el coraje de desterrar a los fantasmas, de ver las cosas con realismo, Y si la realidad es que las cosas están haciéndose bien, debemos ser capaces de mirar con optimismo y no con recelo.
¿Y cuál es esa realidad?
La realidad es que llevamos casi cuatro años cerrando los espacios a las malas prácticas, con acciones preventivas y saneadoras que nos han permitido
avanzar en estos años más que en las últimas décadas.
La primera de ellas, el decreto 499-12 de racionalidad en el gasto, supuso un ahorro de 18,000 millones de pesos.
Además, nunca como ahora se había concebido un presupuesto anual, cuya planificación, asignación y ejecución sea tan predecible, clara y responsable.
Para los sectores críticos que dicen que no tenemos estadísticas positivas, les diré que esta actuación permitió que República Dominicana aumentara 22 puntos en el Índice de Presupuesto Abierto, pasando de una puntuación de 29 en la evaluación del 2012 a 51 en la del 2015.
Y tenemos más datos, muchos más.
Más de 254 instituciones se han incorporado a la Cuenta Única del Tesoro, lo que supone la gestión diáfana de más de RD$75 mil 700 millones, que antes se manejaban a discrecionalidad de esas instituciones.
Contraloría ha eliminado 12,892 duplicidades en nóminas.
Hemos dado seguimiento, con rigidez, a las compras y pagos del gobierno, buscando la máxima transparencia y honestidad.
El número de proveedores del Estado aumentó en 38 mil. El número de procesos de compra publicados ha pasado de 6,500 en el 2012 a más de 69 mil.
Asimismo, la contraloría ha establecido un sistema de consulta en línea, que permite a todos los contratistas y proveedores del Estado conocer, 24/7 el estatus de sus pagos o contratos.
Y para supervisar todos los procesos institucionales hemos buscado la ayuda de los ciudadanos, formando junto a ellos veedurías en 24 instituciones públicas.
Estamos, efectivamente, rompiendo dinámicas que parecían inamovibles y que, sin embargo, con voluntad, han cambiado para bien y para siempre. Miren, por ejemplo, las contrataciones de obras públicas. En este periodo se han asignado en obras un valor de más de 90,000 millones de pesos. Y esto se hizo, por primera vez, con el sistema de sorteos abiertos.
De la misma forma, el sistema de subastas públicas para la adjudicación de los contingentes arancelarios, especialmente de rubros agrícolas, ha abierto lo que era un coto cerrado, favoreciendo así la libre competencia y, con ella, al consumidor dominicano.
Por su parte, el ministerio de Energía y Minas ha logrado ya que el país forme parte de la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas.
La adopción de este estándar global facilitará una gestión aún más responsable de nuestros recursos naturales y nos permitirá garantizar a la población el desarrollo de una minería responsable.
Todo eso es cerrar puertas a la corrupción y abrir paso a la transparencia y la eficiencia públicas.
No es un camino fácil, lo sabemos, porque cuando cerramos una puerta, el que quiere hacer el mal encuentra otra, pero nunca cejaremos en nuestro empeño.
Con estas y otras medidas seguiremos avanzando, cada día un poco más, en nuestra buena batalla contra la corrupción y la impunidad, tal como está solicitando el pueblo dominicano.
Señores y señoras,
También en materia de política exterior arrastrábamos algunas ideas equivocadas. La vieja idea de que la diplomacia solo sirve para gastar dinero, y no para traer soluciones.
Pero eso está cambiando. Nuestra diplomacia se está modernizando y ahora sirve a los intereses de nuestro país, atrayendo inversiones y elevando la imagen de nuestro país. Y nuestro pueblo sabe que cuando vamos al exterior lo hacemos siempre con el propósito de avanzar en acuerdos que lleven beneficios a las personas.
Porque queremos un país abierto y confiado, sin miedo a salir al mundo para cooperar y competir en igualdad de condiciones.
Por eso, en 2014 la República Dominicana ingresó como miembro de pleno en el Sistema de Integración Centroamericano, y ese mismo año organizamos exitosamente la presidencia pro témpore de la comunidad que recién nos había acogido.
Y este año tendremos igualmente la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe, CELAC.
Estamos cada vez más activos y más presentes en el mundo, buscando oportunidades para nuestras empresas, tejiendo alianzas y cooperando en materias que van desde la seguridad a la educación, con países de nuestro entorno inmediato, como Panamá, Haití y Puerto Rico, a otros más lejanos, desde Europa a la República de Taiwán.
En el futuro, estas relaciones con el mundo globalizado no harán más que crecer, por eso estamos modernizando nuestro cuerpo diplomático. Reorientándolo a la protección de los derechos y el bienestar de nuestros compatriotas en el extranjero, con iniciativas como el recién creado Instituto de los Dominicanos en el Exterior.
Y también formando y profesionalizando a nuestros diplomáticos para que sirvan a nuestra agenda económica. Que sean proactivos a la hora de salir a buscar oportunidades de comercio, de inversión y de producción conjunta.
Distinguidos Miembros de esta Asamblea,
Nuestro gobierno trabaja todos los días para proteger los intereses del pueblo dominicano y para elevar el nombre de nuestra digna Patria, dentro y fuera de nuestras fronteras.
Lo hicimos frente a empresas como Barrick Gold, garantizando que más de la mitad de los beneficios de la explotación de nuestro oro sea para los dominicanos y dominicanas.
Lo hicimos recuperando la gestión de la mayor parte de las autopistas nacionales, lo que ha supuesto la liberación de cerca de 70 millones de dólares al año, que ahora se invierten en mejores servicios para la gente.
Lo hicimos negociando la deuda con Petrocaribe, una operación que ha sido aplaudida internacionalmente por su transparencia y que nos permitió reducir sustancialmente nuestra deuda externa.
Y lo hicimos defendiendo nuestra soberanía en los diferentes foros internacionales, al tiempo que implementamos las medidas necesarias para garantizar los derechos fundamentales de todas las personas que habitan en nuestro territorio.
Lo hicimos porque amamos la República Dominicana y porque siempre trabajaremos por los intereses del pueblo dominicano.
Señoras y Señores,
Quiero ahora detenerme un momento, para abordar una agresión que mantuvo al pueblo dominicano, durante 17 años, como víctima del fraude inmobiliario más grande de nuestra historia.
Me refiero, a la apropiación ilegal de las valiosísimas tierras que abrazan cálidamente la más bella playa de la República Dominicana: Bahía de las águilas.
Una mafia enquistada en el Estado dominicano, utilizando torpes subterfugios que pasaban por encima a la legislación vigente para la venta o traspaso de los bienes del Estado, logró secuestrar, durante casi dos décadas, uno de los patrimonios inmobiliarios más valiosos de la nación.
364 millones de metros cuadrados propiedad de 10 millones de dominicanos, fueron ilícitamente convertidos en propiedad de un puñado de devastadores del patrimonio público.
Este acto infame has costado mucho al país. Pero sobre todo, a la región más pobre de la República Dominicana; el Sur profundo.
Este fraude inmobiliario impidió que durante los últimos 17 años se realizaran inversiones que habrían creado decenas de miles de empleos, generado cientos de millones de dólares de ingresos de divisas, y fomentado la distribución de mayores niveles de riqueza.
Nada de eso pudo obtenerse.
Un verdadero crimen de lesa patria si reconocemos que en la Región Enriquillo, tres de cada cuatro hogares viven en la pobreza.
He tratado de entender qué realmente permitió que este fraude se prolongara tanto tiempo, a pesar de que todos conocíamos el origen ilícito de esos 1,200 títulos y cartas constancia.
Más aún, si a todos nos golpeaba en la cara el elevadísimo costo económico y social que estaba infligiendo a la nación dominicana.
Una nación no puede autoproclamarse democrática y progresista, mucho menos institucionalmente fuerte, si no es capaz de recuperar el patrimonio.
En el caso de Bahía de la águilas, las implicaciones de la dilación eran más lacerantes.
El Sur no podía esperar más, mientras la mayor parte de sus habitantes vivía y sigue viviendo en la miseria.
El pasado jueves, una sentencia del Tribunal Superior de Tierras, selló la liberación de las tierras secuestradas, al ratificar la sentencia de agosto del 2014 emitida por la Octava Sala del Tribunal de Tierras de la Jurisdicción Original del Distrito Nacional.
Hoy podemos decir que el secuestro ha definitivamente terminado!
¡Bahía de las águilas ha sido finalmente liberada!
Debo hacer una pausa necesaria para reconocer el extraordinario esfuerzo de tres mujeres que con su ejemplo de lucha en esta cruzada liberadora, han logrado sembrar la esperanza de un futuro mejor para todos los dominicanos.
El país estará siempre en deuda con ellas.
No encuentro palabras para describir el esfuerzo que realizó durante años esa mujer extraordinaria que en vida llevó el nombre de Carmen Lora Iglesias, y que todos conocimos y admiramos como Piky Lora.
Me atrevería sugerir el calificativo de heroína nacional, pero temo que podría prevalecer todavía una brecha significativa de injusticia.
Piky Lora libró a Bahías de las águilas del intento, durante 17 años, de un grupo de desalmados que trataron apropiarse del patrimonio nacional.
Quiero reconocer a Doña Piki Lora, aquí en las personas de sus hijas Patricia, Laura y Tania.
Y quiero reconocer también aquí la extraordinaria labor que Laura Acosta Lora, su hija, realizó para ayudar al Estado dominicano a recuperar este hermoso y valioso patrimonio de los dominicanos.
Asimismo, me inclino ante la demostración de valentía, entereza y honradez de la jueza Alba Luisa Beard Marcos cuando en agosto del 2014 emitió la sentencia que devolvió al Estado y al pueblo dominicano, lo que siempre ha sido suyo: Bahía de las águilas.
Quisiera aprovechar este momento para solicitar a todos ustedes un fuerte aplauso para estas tres mujeres dominicanas, como un homenaje del pueblo dominicano a estas mujeres que son la viva expresión del decoro y la dignidad de la mujer dominicana.
Señoras y señores,
En mi discurso del año pasado dije que el 2015 era el año del desarrollo del sur, y lo dije consciente de que los tribunales de la República Dominicana no tendrían otro veredicto que no fuera reconocer al pueblo dominicano como el legítimo propietario de las tierras de Bahía de la Águilas.
Estaba consciente también, de todo el potencial que tienen las provincias del Suroeste del país, pero también de la responsabilidad que tenemos como sociedad de superar los inaceptables niveles de pobreza que tiene esta zona.
Para transformar esta realidad, elaboramos un Plan Maestro que busca el equilibrio entre el bienestar económico y el cuidado medioambiental, sentando así las bases para un turismo ordenado y planificado.
Para hacer posible el desarrollo turístico de Pedernales, desde el Estado y desde el Fideicomiso Pedernales, ya han comenzado las inversiones para que en las próximas semanas comience la construcción de la infraestructura vial, eléctrica y sanitaria.
También se pondrán en marcha las iniciativas para la formación de recursos humanos, así como el desarrollo de PYMEs de servicios y agropecuarias, a fin de asegurar el correcto desarrollo de este nuevo polo turístico.
Esto incluye la reconstrucción del acueducto, la construcción del Malecón peatonal turístico con un atracadero para botes y áreas para pescadores, actividades comerciales y turísticas.
La construcción de 8.5 kilómetros de vías y la reconstrucción de 7 kilómetros para acceder a toda el área para el desarrollo de hoteles.
Igualmente, la construcción de un sistema de alcantarillado pluvial y sanitario, con su planta de tratamiento y la readecuación de las redes de energía eléctrica, entre otras acciones.
De igual forma, luego de meses de estudio y diseño, ya se tiene un proyecto de construcción del aeropuerto de Cabo Rojo, cuya construcción iniciará próximamente.
Asimismo, ya se tienen los recursos para el remozamiento de las áreas de visita y servicios de los principales atractivos de la zona, como la Laguna de Oviedo, el Hoyo de Pelempito y Bahía de las Águilas.
El plan que nos hemos propuesto permitiría albergar 12,000 habitaciones en los próximos 20 años, proyectando la generación de 52,800 empleos.
En definitiva, con la conformación del Fideicomiso Pedernales estamos abriendo un nuevo sendero. Un nuevo modelo de turismo, cuyos éxitos podremos replicar en otros puntos del país.
Señoras y señores,
Me dispongo a concluir mi intervención.
¿Recuerdan ustedes aquel poema de Pedro Mir? Aquel que dice:
“Si alguien quiere saber cuál es mi patria, no la busque, tendría que pelear por ella”.
Esa pelea es la nuestra. Y es una pelea que seguiremos dando. Yo sé que hemos avanzado mucho pero que aún queda mucho más por hacer.
Sé que decir 400 mil puestos de empleo, es decirle muy poco a un joven que está sin trabajo.
Sé que decir 65,000 nuevas viviendas, es decirle muy poco, a una familia que vive en una casita con el piso de tierra.
Sé que hablar de nuevos hospitales construidos no significa nada para que el espera en una sala de emergencia.
Sé que decir 1 millón de alumnos en tanda extendida, aún no es suficiente, para los que no han visto su escuela nueva terminada.
Yo sé todo esto, y no porque lo lea en el periódico.
Lo sé porque lo conozco de primera mano, me lo dicen ustedes en persona y en sus comunidades. Lo veo, lo toco, y por eso me duele. Me duele nuestro país.
Pero ese dolor sólo me da ganas de luchar con más fuerza. No hay tiempo para el pesimismo, no hay tiempo para las excusas.
Somos la generación que puede transformar todo esto. Ya lo estamos haciendo. Somos la generación que puede construir una República Dominicana para todos. Créanlo, porque es verdad.
De verdad podemos superar la pobreza y la desigualdad. De verdad podemos convertirnos en un país de clases medias. De verdad podemos alcanzar la auténtica libertad como pueblo.
Estoy convencido de que, con confianza en nosotros mismos, no hay obstáculo que no podamos superar.
Podemos tener nuestro propio sueño dominicano, y podemos hacerlo realidad.
Y este sueño no es solo nuestro. Es el sueño de Duarte, de Sánchez de Mella de Luperón, quienes fueron capaces de imaginar que podíamos tener una patria.
Es un sueño poderoso, porque es justo. Y por muchas veces que intenten borrarlo, olvidarlo, siempre renace.
Es el sueño de Juan Bosch, quien me enseñó que no hay vida más digna que la de servir a esta patria.
Este sueño nuestro es el de todos ellos. Y todos ellos están vivos cuando nos atrevemos a soñarlo.
Cuando luchamos por hacerlo realidad, tenemos su fuerza, tenemos su coraje y por eso venceremos.
Sigamos adelante, luchando por nuestra gente y por nuestro futuro.
Tenemos Patria. Ahora hagámosla más grande y más fértil, para que sus frutos alcancen a todos.
Confiemos en Dios, Todopoderoso. Confiemos en nosotros mismos. Confiemos en la justicia de nuestra causa.
No nos detengamos nunca hasta que esta que cada hombre y cada mujer de esta tierra sea totalmente libre.
No nos detengamos nunca hasta que podamos dejarles a nuestros hijos e hijas el futuro que se merecen.
Sigamos haciendo lo que nunca se ha hecho.
¡Que viva la República Dominicana!
¡Que vivan los padres fundadores de nuestra dominicanidad!
Muchas gracias.