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ENFOQUE

Turismo: “El sorprendente milagro japonés”

Saludos. El embajador dominicano Héctor Paulino Domínguez junto al primer ministro japonés, Shinzo Abe.

Saludos. El embajador dominicano Héctor Paulino Domínguez junto al primer ministro japonés, Shinzo Abe.

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Héctor Paulino Domínguez Rodríguez

En la Asamblea del Comité Olímpico de Buenos Aires, Argentina, tras derrotar a Estambul y a España, Tokyo recibió la grata noticia de que por segunda vez tendría bajo su responsabilidad la organización del principal evento deportivo del mundo: “Los Juegos Olímpicos del 2020”.

La primera vez fueron los Juegos Olímpicos de 1967.

El 7 de septiembre del 2013, durante la 125a sesión del Comité Olímpico Internacional, llevada a cabo en Buenos Aires, Argentina, se acordó celebrar los juegos de la XXXII Olimpiadas en Tokyo, Japón.

Para ese entonces, Japón recibía anualmente 10 millones de turistas.

Inmediatamente fue aprobada la sede de los juegos del 2020, una fina estrategia, alrededor de la celebración del más importante evento olímpico del mundo, comenzó a ejecutarse en Japón.

En todos los actos, políticos, culturales, religiosos, académicos, se deslizaba una suave y fina campaña que, expresaba la Unidad Nacional de todo el pueblo de Japón, en torno a los Juegos 20-20.

Hoy, no hay actividad a la que usted asista que no exprese como objetivo importante de quienes la organicen, alcanzar, en mucho mayores condiciones, los Juegos del 2020.

Los japoneses, como buenos asiáticos, han logrado poner a todo el pueblo de cara a los Juegos Olímpicos Tokyo 20-20.

Al frente el turismo

Japón asumió como un reto importante duplicar la cantidad de visitantes a su país en un corto período de siete años.

Abrió las puertas de su nación a los turistas del mundo; facilitó las medidas de ingreso y exoneró barreras arancelarias que, junto a la devaluación de su moneda, se han convertido en excelentes aliados de los planes del gobierno que encabeza el primer ministro Shinzo Abe.

Los primeros juegos olímpicos japoneses se celebraron en la era Showa, del emperador Hiroito, padre del actual Emperador. Los segundos (los del 2020) serán celebrados en la era Heisei, del actual emperador Akihito.

Al ritmo de los avances de la organización de los Juegos y las construcciones de las instalaciones donde se celebrarán, los japoneses aceleran las actividades productivas, destacándose en primerísimo orden la actividad turística.

El 2015 cerró con un saldo sorprendente de 19.74 millones de visitantes extranjeros, y el tremendo ingreso de 3.48 billones de yenes, equivalentes a 29,544 millones de dólares, lo que equivale a un gasto de 176,168 yenes por turista, o sea, a US$1,495.00.

El objetivo trazado para el 2020 será alcanzado en este año, lo que obligará a las actuales autoridades niponas a replantear las metas para el 2020.

En el mes de marzo establecerán nuevas metas numéricas y nuevas medidas para dar cabida al creciente número de turistas que se están recibiendo.

Objetivos claros, buenos resultados

En Japón todo el mundo ha atado sus planes a los Juegos Olímpicos del 2020. Desde el más apartado rincón del país, hasta la mayor urbe del mundo Tokyo, los japoneses desarrollan sus planes de expansión y de crecimiento, de mano de los futuros Juegos Olímpicos.

Los resultados son asombrosos. Se siente en las calles del país los aires de una nación decidida a celebrar el mayor evento deportivo mundial, en medio de importantes avances en todos los aspectos de la vida.

El programa de actividades de todas las instituciones, particularmente los shows de las empresas automovilistas y las empresas de tecnologías, son más vibrantes y anuncian un futuro cargado de gratas sorpresas para la humanidad.

Nuevos e importantes inventos se refinan en los talleres de las empresas tecnológicas para recibir el 2020.

Misión cumplida por adelantado

El objetivo de duplicar la cantidad de visitantes será alcanzado este mismo año. Cuatro años antes de lo inicialmente planeado.

Aunque Japón sigue renuente a abrir sus fronteras a la mano de obra extranjera, no tiene otra alternativa que hacerlo.

El primer ministro Abe ha pedido a la Dieta (Congreso de Japón) abrir las puertas a enfermeras, para posibilitar una mayor integración de la mujer japonesa a la vida productiva.

Igualmente Japón está compelido a seguir abriendo sus puertas al ingreso de trabajadores para la industria de la construcción y el turismo.

Las autoridades de Japón deberán redefinir, este mismo año, sus aspiraciones en materia de turismo para el año 2020.

Le quedan cuatro largos años para alcanzar nuevas y sorprendentes metas, en la industria sin chimeneas.

El gobierno dominicano y, principalmente las autoridades de Turismo, tienen en Japón una interesante fuente donde abrevar para acelerar la marcha en la búsqueda de alcanzar los 10 millones de turistas proclamada por el presidente Danilo Medina.

El autor es Embajador de la República Dominicana en Japón.

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