ESCAPAN TRES
Multitud lincha a un haitiano por robos en Dajabón
Víctima. El cadáver del haitiano fue llevado a la morgue del hospital Matías Ramón Mella, de Dajabon. Ahora se espera que las autoridades decidan si darle sepultura o enviarlo a Haití.
Un segundo linchamiento de ladrones, ocurrido durante las últimas 72 horas en el país, aparte del fallido intento de ejecución similar de otro, se produjo la madrugada de ayer en el sector Barrio Norte, de Dajabón, cuando una multitud eliminó a un haitiano que, junto a otros tres compatriotas, fueron descubiertos robando en residencias de ese sector.
Los moradores, armados de palos y otros objetos, golpearon hasta dejar sin vida al hombre, que por no cargar documentos de identidad personal fue imposible conocer su nombre y lugar de residencia en el país vecino.
Entretanto, tres presuntos cómplices que le acompañaban durante el robo lograron escapar de la persecución de los vecinos y cruzaron sin inconvenientes la frontera.
El cadáver del haitiano fue llevado a la morgue del hospital Matías Ramón Mella, y se estaba a la espera de que las autoridades correspondientes decidan los pasos a dar para su sepultura o envío a Haití.
En la residencia de Reiny Estévez, la primera que fue escalada por el grupo, cargaron con objetos de valor y una indeterminada cantidad de dinero en efectivo.
En la otra casa conocida por el momento, donde los hombres sustrajeron bienes, funciona un negocio propiedad de Melvin Martínez. De allí cargaron con una variedad de marcas de bebidas alcohólicas y pollos horneados.
Victimas frecuentes de robos en sus viviendas, residentes del vecindario decidieron montar una vigilancia para atrapar a los intrusos. Después de varios días al acecho, ayer lograron su objetivo. La primera voz de alarma la dio la señora Reiny Estévez, poniendo en acción a los vecinos y desatando la persecución del grupo. El único que fue atrapado sufrió un duro castigo que acabó con su vida.
Los vecinos de Barrio Norte, situado a escasos metros del río Masacre, manifestaron que han llegado hasta el cansancio por la constancia en la ola de robos perpetrados por individuos provenientes del vecino Haití, que luego se adentran profundo en el espacio de la frontera.