VOLUNTARIOS
Pareja de retornados se reinstala en Haití
Edná Casimir y Marcel Marcy, la historia de dos “retornados voluntarios” hacia Haití que contamos justo hace ocho días, se establecieron en un pueblo cercano a Puerto Príncipe, desde donde pretenden recomenzar sus vidas tras 22 años de residencia en República Dominicana.
Edná estableció comunicación telefónica con dos de las seis hijas que dejó en el país en manos de amigas, cuyas historias también contamos en las páginas de este diario del pasado lunes.
“Bueno, yo no estoy bien, no. Tantos años allá en Dominicana y aquí nadie me habla, no conozco a nadie. La cosa está fuerte aquí”, relató Edná en conversación telefónica con este diario.
Marcel y Edná se marcharon el pasado sábado por el paso fronterizo de Jimaní, en Independencia, de la misma forma en la que han cruzado 12,061 de sus compatriotas luego del cierre del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros, el programa de reforma migratoria que ejecuta el Gobierno dominicano.
La historia de Edná y de Marcel fue escrita en la edición del pasado sábado de este diario, donde la pareja cuenta como razón fundamental de su partida el temor a ser despojada de sus ajuares, y de verse involucrada en actos de violencia en un barrio de Neiba, provincia Bahoruco, donde vivieron.
En la historia publicada el pasado sábado sobre la pareja, se identifica a Edná como Leslie, porque al momento de la entrevista así lo decidió ella. En la conversación telefónica accedió a identificarse y a que su nombre sea utilizado para esta nota.
La pareja se acogió al Plan de Regularización que desarrolla el Gobierno dominicano, pero ante supuestas amenazas que habrían recibido en Neiba decidieron tomar el camino de retorno hacia Haití, luego de 22 años de residencia en República Dominicana.
Con Ana y Martha, dos de las hijas del matrimonio, conversamos sobre la llegada y el establecimiento de sus padres, y contaron sentirse felices de que la llamada que tanto esperaron por cuatro días se produjo de forma satisfactoria.
