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CARTA AL DIRECTOR

El recluso Mario Redondo pide perdón por asesinato cometido

El recluso Mario J. Redondo dirige una carta al director de este periódico, Miguel Franjul, desde el recinto carcelario Cucama, en La Romana, fechada el 7 de diciembre del presente año, en la que se arrepiente de la tragedia en que resultó asesinado su primo José Rafael Llenas Aybar. A continuación el texto íntegro de la misiva: Señor Director: Me acerco a su despacho con máxima humildad, de manera muy breve pues soy consciente de sus muchas obligaciones, quisiera compartir algunas inquietudes sobre la crónica publicada en el LISTÍN DIARIO, el pasado 28 de noviembre del 2013, con ocasión de la audiencia en que se produjo la lectura de la decisión sobre mi petición de libertad condicional. Con absoluto respeto por la selección y el orden de ideas de don Juan Ramón Cruz, le ruego me permita comentar que mi intención es que a través suyo (y del medio que dirige) se produzca, en algún momento, la presentación de la verdad como la suma total de hechos y contexto, situación que solo puede beneficiar la bien ganada nombradía de esa institución del periodismo, en su amplia y distinguida lectoría. En toda circunstancia es necesario tener en cuenta que como parte de esta tragedia no soy ajeno a todo el dolor provocado y la pérdida irreparable de un ser humano, que además era mi primo. Gustosamente entregaría la propia vida a cambio de la oportunidad de desmontar aquellas malas decisiones, deshacer aquellas perniciosas juntas y evitar el caldo cáustico en que me consumí y luego precipité sobre mi primo José Rafael, mis tíos, mi familia y toda la sociedad. Me arrepiento.Más allá de las palabras he pretendido que sea mi propia trayectoria un testimonio firme, decidido y constante de lo que siento y de mis compromisos. Mi vida no es la historia de uno que huye de sus obligaciones, sino la de alguien que se afana desde sus dolores y con los de los otros muy presentes, en corregir, compartir y, en la medida de lo posible, enmendar. El perdón es un anhelo sincero, genuino, lo he pedido, lo pido, pero no lo puedo fabricar, sin condiciones me arrepiento frente a Dios y los hombres. Con máxima consideración, Mario J. Redondo

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